viernes, 15 de mayo de 2020

QUIERO AYUDAR A MEJORAR EL MUNDO (Segundo intento)

Quiero que Sade se sienta orgulloso de mí.
Que Poe y Bierce sonrían de verdad en el otro mundo.
Que Hesse mantenga su reverencia y elegancia,
y que Gibran me envíe sus mejores bendiciones.
Quiero que se enteren que después de un par de siglos y unas cuantas décadas,
su voluntad sigue firme dentro de un fracasado quiere ser tan grande como ellos,
que no se piensa rendir...
Que no me pienso detener hasta que la muerte venga a por mí.

Dejé de escribir en el papel porque mi letra es algo que se considera por mucho, asquerosa, 
y la gran mayoría de veces no he entendido lo que he escrito.
Y aunque fumar no se considera sano,
me es inevitable no tener un cigarro en los labios e inhalar un poco de tabaco, cuando la duda acecha, pero esta es la última vez que lo hago, y con sangre lo firmo.

Voy a añadir que grandes autores de otro tiempo no habrían imaginado que sus palabras se quedarían en la mente de personas como yo, 
y que al final los motivarían a ser parte de la historia universal, o en mi caso, 
tratar de mejorar este mundo, o al menos cambiar la vida de quien me lea, a través de mis letras.

Hoy he rescatado este texto entre el baúl de las cosas que iban a desaparecer, pero no he hallado mejor momento para enseñároslo, porque es mi hora, es mi vida, y es mi decisión hacerlo.
Así que solo quiero que sepas que:

Por ti seguiré escribiendo.
Por ti y nada más.
Total, somos muy escasos en este mundo, y difícilmente alcanzaremos el éxito si a sus normas no nos fijamos.
Pero estás ahí, 
en algún lugar de este puto mundo, 
leyendo mis malditas palabras de escaso valor.

Qué habrás pensado cuando por primera vez te topaste con un texto del Malaya.
Aaah, qué es esta mierda, pero me gusta,
y quizá eres el único que me comprende aunque sea un poco, el resto no sabe de mi existencia.
Pero seguiré escribiendo,
porque desde que estés ahí, mi querido lector,
ya hemos ganado mucho.


Y he de confesar que no he creído en mí,
no he confiado en mí,
porque mi sueño es tan grande que es una utopía.
Y por ahora me parece que poner mi nombre en el pódium de los grandes es imposible, porque para eso, primero debo ser grande.
No obstante, por alguna extraña razón, desde mi interior hay una voz que me dice que siga, 
que no me detenga, 
que el texto que mejore la vida de quién me lea, se está cociendo a fuego lento, como se prepara la buena comida.

Quiero concluir esto diciendo que si al menos una sonrisa o una reflexión has sacado conmigo,
no puedo hacer otra cosa sino agradecer tu amable atención y tu bello proceder.

Y habrán de pasar mis palabras desapercibidas por este extenso mundo,
pero si por alguna eventualidad del destino,
me estás leyendo, quiero que sepas que te doy eternas gracias por dedicar una parte de tu tiempo que jamás vas a recuperar, a leerme,
y que no pierdas la esperanza,
porque al fin he encontrado una razón para no rendirme,
y quiero darlo todo por seguir el camino que he trazado.
Solo te pido un poco de paciencia.
y de nuevo:

Mil gracias, querido lector.


Malaya

2 comentarios:

  1. Gracias a ti Malaya... Tienes un gran talento, suerte desde Perú 🇦🇹✌😁

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    1. Muchas gracias por el apoyo, Campito. Un día vamos a crecer y tú vas a estar en los agradecimientos.

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