jueves, 30 de diciembre de 2021

ILUSIÓN DECEMBRINA

Hoy me he levantado con la cara triste,
quisiera que no fuese así, pero es inevitable pasarlo mal cuando de un desamor se trata.

Iba viento en popa,
iba con la alegría en el rostro;
estaba a tan poco de gritarle al mundo que la quería con todo mi ser...
Iba con tal velocidad sin mirar a los lados, que no me di cuenta del gran muro que se erguía frente a mí.
No obstante, bastó que terminara su mensaje con un «gracias por ser tan cariñoso conmigo, pero no te puedo querer». Abrí los ojos ya tarde, y el impacto fue brutal.
Mi corazón estuvo a punto de estallar.
Quise correr a su casa y pedirle explicaciones, quise poder entender el porqué... Nada, no había nada que hacer. La conocía bien. No podía hacer nada más que aceptar mi rendición.

Y aunque naturalmente esto pasará y las cosas volverán a su cauce, no puedo evitar la sensación del vacío interior.
No puedo evitar sentirme hecho una mierda luego de que la burbuja de la ilusión se reventara en miles fragmentos.

Estaba a tan poco de gritarle al mundo que la quería con todo mi ser... Una ilusión que se rompe con la mayor sinceridad de una mujer...

miércoles, 29 de diciembre de 2021

ME ENAMORÉ DE TI

Se conocieron sin prisas,
a él lo enamoró su sonrisa,
a ella le cautivaron sus poemas,
y él como despedida le compuso un último tema.

Sin embargo, jamás lo sacó a la luz, porque se dio cuenta que tarde nada valía.
No volvería a escuchar su risa,
No volvería a disfrutar de su alegría.
No quiso importunarla más con sus melancolías,
no quiso molestarla con sus tonterías.

Borró las páginas que tenía, dejando solo un par de líneas:
Era una tarde de miércoles que mi vida cambió cuando me vi por primera vez reflejado en sus ojos color marrón y mi corazón por primera vez se llenó de calor...

No importa cuán enamorado estuviera y cuanto dolor sintiera,
puso punto final y con dos lágrimas más completó los puntos suspensivos
por si algún día a ella se le antojaba regresar.



Malayerba

jueves, 16 de diciembre de 2021

S. O. S

Hay veces en la vida que conoces la chica ideal, y es tan ideal que sencillamente no es para ti, que eres un ser imperfecto. 
Y hasta aquí la reflexión más evidente que puede haber. 

Porque, vaya mierda.
Mi chica ideal me acaba de decir que soy controlador, posesivo e intenso, sumando el «muy» como adverbio y que no quiere un hombre así. 
Y me ha matao.

Joder, yo que pensaba que no tenía esos defectos, me he quedado como piedra mirando fijamente las luces de una Navidad que ya no pronostica ser una buena. 
Cuando al fin pensé que había encontrado alguien para mí, las señales indican que tal vez no es. 
La ilusión de llenarla de besos y amor del bueno, se ha ido con la escorrentía del agua a un lado de la vía. 

¿Qué procede?, es la pregunta que me hago. 
Es la pregunta que os hago, a ustedes que leen estas letras,
porque ella, ella está clara y lo último que quiero es que me recuerde, si lo hace algún día, como un ser molesto, estúpido y de poco valor.

No soy un ser tóxico, lo sé. 
Me he adentrado en las definiciones de la web y no cumplo con los requisitos. 
Tampoco ando como un perro faldero, ni preguntando a cada instante qué hace y con quién. 
Me repugna esa clase de gente, siendo francos, y más que repugnar, me parece demasiado absurdo. 

Pero no nos desviemos del tema, porque aunque parezca extraño, algo dentro de mí dice que no todo está perdido, que debo encontrar el camino y demostrarle que se equivoca. 

Pero no tengo idea de cómo hacerlo. 
Aquí, yo, un ser sabio, iluminado, erudito y tanto más, aaaah, lo sé, tampoco lo creéis, ja, ja, pero bueno, necesitaba reír. 
Reír con un mal chiste aunque sea, a ver si logro sacarme una sonrisa, porque mi corazón se ha puesto triste, e inevitablemente yo también. 
Y me causa más pena que él sea sincero, inocente y entregado, y yo, su dueño, un pobre diablo. 

Siento que no he obrado nada bien, y la única mujer que me ha logrado despertar esa chispa de gloria en años, no quiere verse revuelta con un ser como yo.

Aaaah, joder. No sé qué hacer. Si alguien tiene una idea, que la diga lo más pronto. 
Que me urge saberlo, que no quiero convertirme en una molestia. 
Que no quiero pasar por su vida como un cualquiera. 

Qué hago, amigos míos, esto no es un poema, ni una nota de suicidio, 
es un llamado de auxilio de un idiota que no quiere perder a una gran mujer.

Auxiliadme os ruego, que esto también os atañe.
Que donde la pierda a ella, me pierdo yo y, en consecuencia, todo se va derechito a la puta mierda;
resta decir, los poemas de amor llegarán a su fin.

Baaah, al final a quién le importa lo que suceda,
no moriré, eso es seguro,
solo volveré a ser el imbécil que escribe tristemente feliz.
Pero les digo que eso duele... Duele mucho... Ayuden, hptas. 


Malaya

martes, 14 de diciembre de 2021

LABERINTO DE TRISTEZA

Tengo un corazón muy grande, pero se llena con poco.
Basta una palabra de afecto para enloquecerlo, para perderlo,
y no hablemos de caricias, que si recibe una, se muere.
Cuántos años han pasado ya, pero sigo siendo un niño ingenuo que sueña con tener amigos.
Cuántos años han pasado ya, y sigo siendo un niño ingenuo que cree que alguien le puede querer.

Tres compañeros solo hay, 
la soledad a mi izquierda, 
la muerte a mi derecha, 
y entre mis brazos, un cándido corazón que anhela nadar en el agua de la vida.
El trayecto siempre es tosco,
en la penumbra es difícil discernir entre las sombras,
y termino siguiendo a la incorrecta con la esperanza de que me saque de aquí,
de este triste laberinto en el que caí el día que nací.

Me siento a descansar de vez en cuando,
y en el descanso me duermo,
y durmiendo sueño,
y soñando el dolor desaparece.
Soñando escucho risas, 
soñando veo sonrisas,
soñando siento alegría,
soñando tengo un propósito más grande que salir de aquí.
Y entonces despierto y vuelvo sentirme perdido,
en mi regazo mi corazón cada vez está más decaído,
pero conserva un leve brillo de esperanza en sus ojos marchitos.

Creo que sería más fácil solo rendirme y dejarme caer en uno de los cientos de abismos, pero tengo miedo.
No quiero convertirme en una sombra más, 
creo que alguien tiene hacer el cambio y traer un poco de luz,
pero hay demasiada tristeza en este lugar...
Hay demasiada tristeza aquí.

Róbame las ganas de suicidarme y tíralas al mar, amiga,
róbame las ganas de dejar de existir y muéstrame a través de tus ojos una razón para vivir...


Yerbita


sábado, 11 de diciembre de 2021

SI TAN SOLO ME LEYERAS

Quiero hacerte el amor a punta de poesía, 
y también con la verga, y las manos y mis labios para que no suene a grosería... Ok no, eso ha sonado feo, pero cómo evitarlo, si es la esencia de este pordiosero.
Ignora por tanto lo malsonante, y abre la mente a lo delirante,
como esto que te traigo en las siguientes frases.

O versos mejor dicho, que 
encontramos en esta humilde prosa, pero expresiva en todo su esplendor.
Aquí decreto que mis deseos no se conjugan en el futuro lejano, sino en uno más cercano.
Por escrito dejo establecido que quiero hacerte el amor en lo que me queda de vida.
Que si mi último día es mañana, quiero pasarlo contigo.
Que sea un domingo tranquilo,
y que nada nos falte, pero si es imposible la falta, que sea entonces de aire,
de aire por besarnos demasiado, 
por comernos la boca hasta el cansancio y seguir con ganas;
ganas que no se perderían aunque quisieran,
porque si hay algo que nunca es suficiente, es el ansia de mis manos por recorrerte entera.

Y que no se interprete del modo casual, aunque es evidente,
que no se malinterprete con deseo carnal, aunque suene irreverente.
Te tengo ganas, sí, no lo niego, y de llenarte de besos el cuerpo, también, lo acepto, 
pero jamás lo llevo tan lejos con quien no interesa y nada me transmite.
Porque solo me hallo, y así me encuentro bien,
pero estando contigo el goce se multiplica, ¿y entonces?
Estando en soledad, el silencio gobierna, 
mi mente se apacigua y mi corazón se cierra.
Pero oigo tu risa y el silencio pierde su valor,
mi mente se perturba y mi corazón se abre liberando aquello a lo que le llaman amor.

A saber si te sientes tú igual, 
quizá el loco solo sea yo,
pero no importa porque he vuelto a escribir.
Hay una necesidad de plasmar estos versos para ti, y no es cosa normal.
Tengo la necesidad de escribir lo que con la boca no puedo decir, y no es cosa normal.

A saber si un día me leerás y puedas comprender lo quiero dar a entender,
aunque siendo franco, yo tampoco me entiendo muy bien.
Estas cosas no las escribo yo, solo salen de mi ser.
Y desde adentro algo me grita que no importa de donde vienes y a dónde llegarás,
que si has tenido mil vidas antes y mil historias que contar,
nada importa salvo el hecho de que existes en este mundo, en esta vida y que estás a pocos metros de mis brazos y no te puedo abrazar,
y entonces algo aquí adentro me quema si no lo saco,
y termino queriendo pasar momentos contigo a ver si uno de estos días de tanto desearlo, el universo me lo concede y averiguo de una vez por todas qué es, de qué se trata,
de si es un engaño, de si es una ilusión,
o en lo mejor de los casos, y ojalá que así sea,
que mis corazonadas sean certeras, y descubra que tu alma también me desea... 

...si tan solo me leyeras.


Yerbita




sábado, 4 de diciembre de 2021

VOY A CONSEGUIRLO

¿Saben qué? No tengo porqué conquistar el mundo.
Todos quieren hacerlo, mas nadie nunca lo ha logrado, y yo, yo no seré la excepción.
Muchos alcanzan lugares elevados en la pirámide, pero jamás es total su poder.

Sin embargo, con enamorar a esa mujer yo tengo,
con conquistar ese corazoncito me basta.
¿Quién dice que no puedo? No veo la norma que lo impida.
Es un enorme reto, claro, pero si no lo fuera ¿qué valor tendría?
Al final, lo importante es cuánto te hayas esforzado por conseguir algo,
solo ahí reside el verdadero mérito, la verdadera ganancia.

Cultivarnos, ignorar todo lo demás y seguir cultivándonos mientras esperamos que suceda lo que deba ocurrir, es lo correcto.
No somos plantas, pero necesitamos regarnos, tomar un poco de sol y crecer, crecer como es debido o como corresponda. 
Dejar que el dolor se achique y desaparezca,
permitir que las raíces del amor ganen profundidad y verlo proliferar, es lo ideal.

Al final de todo, solo es la muerte la que espera que crucemos su puerta con el aprendizaje conseguido. 
Con la experiencia acumulada.
Al final morimos todos y, por ende, es imposible hacer de la conquista de este mundo una realidad.
Frágiles humanos somos, pero no nuestras ideas;
no mis ideas.
Y ya he dejado claro y lo sostengo que no conquistaré este mundo,
perooooo, ¿quién dice que mis letras no lo harán?
¿Quién dice que mis pensamientos no cambiarán más corazones, mentes y vidas?

Si la mujer que me interesa se digna a colaborar prestando su sonrisa, 
si nos colabora, quiero decir, prestándonos su mirar,
porque no soy solo yo aquí,
soy la representación de millones,
y si ella me comparte su amor, yo os lo compartiré a vosotros transformándolo en versos románticos y llenos de pasión.
Por tanto, si consigo conquistar yo su corazón,
si logro extraer de su pecho el amor,
no gano solo yo, aquí ganamos todos, 
y os aseguro, que en un futuro, el mundo será irremediablemente mejor.


Malaya


miércoles, 1 de diciembre de 2021

ESTE TAMBIÉN ES PARA TI

No hago otra cosa más que pensarte, ¿sabes?
Bueno, si hago otras cosas, pero pensarte... Pensarte es primordial.

Porque quiero encontrar la mejor manera de conquistarte;
necesito conquistarte aunque se me vaya la vida en ello.
Necesito saber de qué estoy hecho y dejar en claro que eres la mujer que quiero.

Y te quiero del verbo querer de querencia,
de si me quieres qué felicidad y si no me quieres, qué tristeza.
De ese querer de pasar gratos momentos contigo
y que de nuestros secretos el viento sea el único testigo.

Querer, de guardar el último trozo de empanada para ti, aunque la boca se me seque de la rabia, oís. Naaaa, ha sido una mala rima, je, je.

En fin, si todavía no está claro, el punto es que te quiero,
aunque no sé si lo entiendas,
solo lo hago sin basarme en ninguna ciencia.
Te quiero y ya está,
así, suelto, cortito, no es más,
me haces falta y ya; 
te necesito, quizás.
O tal vez solo quiero pasar más tiempo junto a ti sin llegar a estorbar,
y en la medida de lo posible devorarte la boca sin llegar a molestar...


Malayerba