No recomiendan buscar el amor en estos tiempos.
Dicen que engaños se disfrazan de afecto real.
Que es peligroso caer en alguna trampa
y que para evitar el dolor, mejor no hacerlo.
Pero, ¿alguien ha podido alguna vez, hacer que el corazón se detenga ante otro ser que le tira las puertas para entregarle un amor de verdad?
Excúseme amigo lector si mis palabras entran en conflicto con su raciocinio,
pero debe saber que el amor existe,
y es tan real que se lo puede tocar,
no con las manos,
pero sí con lo que llevamos dentro.
Y permita que abuse de su confianza
para decirle que no pierda la esperanza.
Que la depresión tiene cura.
Que la tristeza un día se extingue.
Que la felicidad flota en el aire, y solo es necesario
hacer el gesto de agarrarla.
Y si me pregunta con qué derecho hablo,
déjeme decirle que por varios años anduve perdido;
que las razones para vivir no sustentaban mi existencia,
y que estuve a centímetros de hacer el viaje de no retorno.
Y la verdad es que han pasado tantas cosas
que al final decidirse, es obligatorio.
Rendirse de una vez o hacer un último intento,
yo recomiendo lo último,
y ojalá, dejarse la vida en él.
No quiero hacerle perder más tiempo,
así que,
solo le diré que he encontrado a esa mujer de caricias delicadas,
pero tan profundas,
que en las noches de pasión,
tiene el poder de arañarme el cuerpo,
pero de ponerme a sangrar el alma...
Y si me ha ocurrido a mí;
usted no será la excepción.
Malayerba
https://youtu.be/Yf3JzT4CBy0
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