que hará que las demás mujeres se retuerzan de envidia.
Te voy a dedicar mis mejores escritos,
y serán tan buenos, que la humanidad los va a recordar hasta el final de sus días.
Voy a robar a besos tu esencia y la voy a dejar en un océano de letras,
para que el día en el que alguien las lea, no las pueda ya olvidar.
Pero no será hoy,
y tampoco mañana.
Porque hacer mi sueño una realidad requiere tiempo, delicadeza y precisión.
Y yo, yo tan solo soy un aprendiz de mala muerte.
Pero seré un gran poeta si es necesario.
Me convertiré en un gran escritor, si es menester.
Y si hay que dejar a Benedetti como un pendejo,
a Neruda como un hablador,
a Bukowski como un simple borracho,
o a Bécquer como un mocoso;
lo haré.
Porque si no he muerto hasta que salga el sol de mañana,
significa que mi destino está trazado,
y entonces lograrlo es cosa de tener paciencia.
Porque al fin he encontrado lo que tanto buscaba,
y contigo aquí,
la inspiración no me volverá a faltar jamás.
De Malayerba para Bibi
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