sábado, 24 de julio de 2021

SOL DE MEDIA NOCHE

Un hombre como yo no debería llorar,
pero heme aquí, sollozando en silencio. 
Mirando como de a poco se desmoronan mis sueños. 
Mirando como mi vida se apaga sin remedio. 
¿Por qué no he nacido inteligente, dime?
¿Por que nunca me he dado cuenta de lo que ocurre hasta cuando todo es tarde ya? 
Siempre tenías una respuesta para todo, 
y ahora necesito una respuesta, o al menos una señal, 
aunque sea un suspiro en el viento. 
Ojalá fuese un abrazo tierno. 

Ah, joder, qué soledad la que siento. 
Qué feo, joder, odio este sentimiento. 
Cielo, temo que no me alcance la vida para repetir hasta que me perdones, lo mucho que lo siento.

Te he fallado nuevamente, otra falta a mi favor. 
Tal vez nunca lograste saberlo y yo tenía demasiado miedo de que miraras lo que era en realidad. 
Tenía miedo de que te dieses cuenta de que mi existencia era solo otro triste fracaso. 
No merecía tanto, no podía merecerte a ti. 
Solo era un soñador. 
Dime, ¿QUÉ COÑO PODRÍA LOGRAR? 

:(

Malayerba 

sábado, 17 de julio de 2021

TE VOY A EXTRAÑAR

Hay días en los que morir no es suficiente,
que necesitas algo más fuerte,
como refugiarme en la noche eterna más oscura,
como dormir a diez metros bajo la tierra que esperar por la aurora.

Dime qué vas a hacer con ese tipo, 
él no va a mirarte como yo.
¿Le obligarás a escribirle tus poemas favoritos
cuando te recuerdes y te haga falta yo?

Qué harás sin mí compañía a lado de tu cama;
no soy yo el que terminará perdiendo más.
Qué harás con el amor que guardamos cuando te pongas a llorar,
qué le dirás para consolarlo y decirle que ya no vendré más.

¿Y yo? ¿Y yo dices?
No lo sé...soltar algunas lágrimas, supongo.
(Quería que los días que me quedan fueran solo para amarte)
Escribirte esta canción a medias.
(Qué haré con la historia que escribía sobre los dos)
Recordar que no fui yo quien huyó.
(Soy mejor de lo que me has conocido)
Fumar un poco para olvidarte esta noche;
(quería envejecer junto a ti)
como si fuese posible olvidarte... los días que me quedaban te los quería dedicar a ti...
(Maldita hija de puta, dile a tus hijos que pudieron ser los nuestros)

Mayer

miércoles, 14 de julio de 2021

PARA MI AMOR

Y cómo vuela un corazón,
cómo nace una canción,
si el sabor amargo que la soledad no deseada brinda, solo envenena el alma;
cómo prosperar en esta gran masa de tierra donde la empatía se disipa,
y la normalizada indiferencia domina.

Cómo lograr que uno y uno sean dos y no se puedan dividir,
cómo hacer que este ser vuelva a nacer sin antes tener que morir,
a quién echamos la culpa si no hay nadie más aquí que este viejo espejo roto que refleja el dolor de quién se ve completamente ajeno al amor. 
Qué hacer para sentirse bien, 
no saber si matar... no saber si morir.

Así me encontraba yo, perdido en el mar a donde va a parar todas las palabras, 
navegaba a la deriva y de vez en cuando pisaba islas donde reinaba la ironía, 
o archipiélagos donde el sarcasmo era el jefe mayor;
a veces me encontraba en continentes llenos de tristeza, 
otras veces solo pasaba siglos entre la espesa bruma de una fiera soledad. 

Hasta que un día la encontré, 
ocurrió cuando la esperanza se había extinguido ya, 
brillaba tenuemente a unos centímetros bajo mis pies,
me zambullí rápidamente,
y sin perder el tiempo la atrapé;
estaba frágil como debía esperarse,
era tan débil como cuando se ha perdido el cobijo,
era tan solo una tinta que se desteñía en el inmenso océano.
La abracé con todas mis fuerzas y a mi bote la llevé;
mojados y bajo una noche que duró eones la mantuve dándole calor.
Un día amaneció, 
la tormenta había cesado al fin,
en mi corazón se prendía una llama...
mi corazón volvía a latir.

Tenía una razón ahora,
había un motivo por el cual vivir,
tenía que encontrar a su dueña,
tenía que hacerla feliz.

Volví a navegar y esta vez con más empeño,
volví a cruzar el mar, y esta vez hacia el lugar más incierto,
me salieron a encontrar monstruos disfrazados de demonios,
me salieron a recibir demonios que ya no tenían poder sobre mí.

Me dejé arrastrar por las corrientes,
y terminé chocando contras las rocas de un lugar enteramente desconocido.
Desperté en un playa árida de arena negra con inmensas montañas de peñascos detrás,
no había tiempo que perder,
tenía que seguir derecho,
la intuición me guiaba,
el corazón me obligaba a hacerlo.

Anduve largas jornadas caminando sin descanso;
pese a la destrucción, mis pies se resistían al cansancio,
mi alma volaba a pocos metros delante de mí,
y mi corazón más se agitaba a cada paso que daba;
no me daba cuenta que mi vida se acababa.

Y entonces desde el cerro más alto, caí,
era el final, la parte última y no vi nada,
solo enormes rocas gigantescas y un mar de palabras a lo lejos con unas nubes que presagiaban la tempestad más dura.
Caí desde lo alto, fatigado y desdichado,
decepcionado por haber viajado tanto para llegar a nada,
caí y rodé sintiendo como mi cuerpo se desgarraba, 
como mis partes se desmembraban,
con cada golpe mi mente se opacaba,
la oscuridad volvía a invadir mi alma.

Recuerdo verme desde arriba tirado en el fondo del abismo;
irreconocible, deformado, pero con los brazos rodeando y con el corazón apretado entre mis manos.
Recuerdo haber sentido el aroma de una dulce flor,
recuerdo como unas manos acogieron mi corazón y recibieron de este la palabra mayor,
recuerdo unas lágrimas lavando mi dolor,
recuerdo un llanto tranquilo que significaba salvación, y entonces todo se oscureció.

Desperté y ya no había dolor,
desperté y ya no era yo,
había muerto, 
había vuelto a nacer,
había llegado, al final la había encontrado.

Te había encontrado a ti, 
entre un mar de gente,
oculta entre tantas caras.
Sabía que en algún lugar tenías que estar esperando,
aunque no bastaba con hallar la palabra,
tenía que demostrar que merecía cargarla,
que era digno de llevarla hasta tus manos.

Mi corazón es chico, pero el amor que guarda es tan grande como el mismo universo,
todo el amor que tengo,
te lo entrego a ti,
mi hermosa flor,
mi hermosa doncella,
mi bella princesa,
mi adorada reina...
mi alma gemela.

Te amo.

Malayerba