viernes, 23 de febrero de 2024

El buen Abad


—¿Por qué andas tan enfadado con la vida, muchacho? ¿Qué es lo que pone esa cara de odio en tu rostro?

Y el muchacho contestó: la muerte, señor... es la muerte la que no me llega, llevo toda la vida esperándola y no viene por mí, quiero volver a casa y no puedo, eso me frustra, eso me molesta.

Ya veo —dijo el Abad—, no veo razón para que siendo tan joven y bello busques la aniquilación del ser. —Come, pequeño, come y dadle satisfacción a tu estómago —agregó mientras le arrimaba un plato rebosante de comida, había lentejas, buena carne, aros de cebolla crujiente, algo de arroz y mucho más que se antojaba un manjar.

Y el jovenzuelo se agarró del plato con la voracidad del naufragó, comió y comió como si la vida se le fuese en ello. Entre las pocas cosas de las que gustaba, alimentarse era de sus preferidas. A medida que se llenaba, su miseria se opacaba, se olvidaba del mundo, se olvidaba de sí mismo.

El abad lo contemplaba apacible, no era odio lo que refulgía a través de sus ojos, solo hambre, se dijo para sí mismo y sonrió.

El pequeño sonrió igual, estaba satisfecho y su corazón se había puesto contento. Pero bien en su interior sabía que llegaría el día en que el vacío sería tan grande que no habría alimento suficiente para llenarlo y su mirada entristeció.

El Abad, viejo en los embates de la vida, percibió el asunto con la claridad del agua del manantial. Le ofreció un jugo de mango que el chico no rehusó. Bebió todo, le agradeció y se sintió somnoliento, el abad le ofreció un lecho confortable y el chico se dejó vencer, cerró sus ojos y una ligera sonrisa se dibujó en su rostro.

Nunca más se supo del chiquillo, no volvió a despertar y el Abad se dijo que ya había hecho su tarea, el resto ya Dios verá cómo le hacía... no era justo traer al mundo seres sin amor por la vida.

viernes, 16 de febrero de 2024

A ella le encanta leerme historias antes de dormir y seguirme hablando aún después de quedarme dormido.

A mí me encanta que me hable mientras me traslado a un mundo onírico sin fin y con miles de vidas sin sentido donde eventualmente la encuentro en alguna que otra y sin pensarlo la hago mía, me hago de ella, me dejo llevar tal como lo hago en esta realidad.

La amo sí, con toda la gana.
A veces me saca de quicio sí, nunca se lo digo, no hace falta, es algo que me irrita pero dura tan solo un instante porque sé que siendo así es que me enamoré y siendo honestos, cuando se enoja y saca ese carácter no puedo hacer más que reír, sea por miedo o por gozo, no lo sé, me da risa, creo que de tenerme en frente podría matarme, pero si es el caso, no importaría, no si es su mano la que acaba con mi vida... Me iría contento y con una sonrisa.

viernes, 9 de febrero de 2024

Un mundo «xd», en efecto, le dije.
Porque su video era evidente.
Este mundo se va a la mierda, a la mierda más profunda y no podemos evitarlo.

Todo cuanto han pronosticado los que se saben visionarios, es posible cumplirlo a cabalidad ¡joder!: apocalipsis zombies, robots asesinos, invasiones alienígenas, todo puede ser tan real como lo que comemos en el almuerzo, y solo en pocos años en el futuro.

A veces quisiera vivir en la época de las cavernas y no preocuparme por nada más que buscar comida y echarme a dormir sin miedo a represalias por cruzar una frontera inexistente.

Malparido hijo de la gran puta el hambriento que se adueñó de lo ajeno, lo catalogó como suyo y corrompió al mundo... La propiedad privada se cagó todo.

*_Yerba_*

*Facebook:*
https://www.facebook.com/malayerbacorp

*El blog donde se halla toda la magia:*
https://malayerbacorp.blogspot.com

*WhatsApp:*
https://whatsapp.com/channel/0029VaE23f08PgsMMpOEHQ1g

*Telegram:*
https://t.me/malayerbacorporation

*YouTube:*
https://www.youtube.com/@malayerbacorp

domingo, 4 de febrero de 2024

Desalmada

No importa cuanto me prepare para su marcha, sé que cuando lo haga de verdad, no voy a saber qué hacer. 

Quizá sea por eso que a veces inconscientemente me alejo, para que duela menos, aunque sea una labor imposible al final de cuentas. 

Un día hablando le dije que ella podía mandarme a la mierda si quisiera. Abandonarme cuando le plazca, pues es su decisión hacerlo si lo siente, y dijo sí, puedo hacerlo claro que lo sé, claro que lo he pensado. Aquellas palabras me calaron hondo, no lo dudó ni un instante... Es una desalmada.

Malayerba

El temerario de la montaña




Un caballo malparido que no huye, es más, se acerca y nos mira fijamente, aunque las perras le ladren asiduamente el muy desgraciado se acerca, y es tanto el acercamiento que me pone nervioso. Echa patadas de vez en cuando y eso me preocupa, he visto animales más nobles atacar con fiereza. Eso es lo me preocupa, que se pare en dos patas y me las ponga dulcemente en la cara y me mande de regreso a casa, casa que he olvidado en qué lugar del universo se encuentra.

La niña de mis ojos no se reporta y eso agrava más el preocupamiento, me inquieta saber lo que le ha ocurrido y no hay otra cosa más que hacer que esperar a que aparezca y que de su rostro no se haya desvanecido su sonrisa.

Mirando otros cuadrúpedos en la lejanía hace que a mi mente lleguen pensamiento nocivos, saber que tendrá que suceder la partida de quien se ha querido es algo para lo que la preparación no alcanza.
Pero esa cosa llamada vida es así y no es posible cambiar lo eterno.
Solo queda aceptar lo que haya de suceder.

Tan sencillo es hablar de las experiencias ajenas, tan difícil de sobrellevar las propias.


Malayerba