lunes, 21 de octubre de 2019

HOLA HUMANO (No apto para entomofóbicos)

Sintió un ligero cosquilleo bajo su piel,
cerca a su rodilla derecha por el lado de los cuádriceps;
se quedó viendo como se levantaba lentamente su pantalón,
de repente algo se movió ahí adentro como si tuviese vida propia,
y el terror se adueñó el cuerpo de Juan Manuel.


Un dolor creció aceleradamente,
y las manos a su rodilla llevó;
gritó de pronto,
algo le había perforado la piel y provocado un agujero en la mano;
no comprendía lo que sucedía,
y se preguntaba cómo era posible que tuviese algo extraño saliendo de él.

La sorpresa que
 nada gustaba llegó de golpe convirtiendo en horror puro la cara de Manuel.
El bicho, por llamarlo de alguna forma, fue rompiendo el pantalón y bajo este, la piel.
Una especie de tentáculos delgados como un espagueti con espinas se iban agarrando de la parte exterior de la pierna escalando cual despeñadero.
Manuel muerto del susto no podía pronunciar palabra y el shock del acontecimiento evitaba cualquier movimiento.

El huésped surgió por completo y se erigió frente a la incredulidad de nuestra querida víctima;
una extraña criatura de no más de 20 cm de largo con unos tentáculos que alcanzaban las 12 pulgadas aproximadamente,
sin ojos, 
sin pelo, 
con espinas rodeando su cuerpo y una especie de tubo que pareciese funcionar como boca;
de repente ese tubo se desplegó hacia los costados y con filosos ganchos se abalanzaron sobre el rostro pálido de nuestro apreciado Manuel.

Los gritos no se hicieron esperar y la desesperación inundó el apartamento,
se agarró a golpes contra el mismo,
contra su cara con tal de librarse del extraño ser,
sin embargo, fue en vano;
el bicho parecía de plastilina líquida y se acomodaba al golpe, tal que el único afectado era el mismo Manuel.
Poco a poco la criatura fue absorbiendo la sangre cual mosquito gigante y sus tentáculos fueron buscando cobijo boca a dentro;
sintió Manuel que no lo podría apartar de sí,
por lo que salió a prisa en dirección al pasillo,
frente a unas cuantas personas pasó corriendo más rápido que el viento,
llegó al balcón,
y lo saltó sin más.

Quienes fueron testigos dicen que del impacto, su cuerpo estalló en pedazos,
que una cosa horrenda color rojo oscuro salió de él y se metió en la alcantarilla ante la vista de los incautos que quedaron sorprendidos tanto del suicida como del bicho.

Revisando las cámaras de seguridad y un par de análisis forenses con los restos de Manuel,
se estableció que la grasa de sus piernas traían un componente extraño, 
y que por el grosor de las mismas, este no se dio cuenta de que tenía otro ser viviendo junto,
o mejor dicho, 
dentro de él.


🌹Malayasca🐉

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