sábado, 26 de octubre de 2019

CALMANDO LA SED

¡Ahora si maldita sea!,
con siete vasos de alcohol al 35% en el hígado, la noche cambia de negro a verde fosforescente;
todo lo vemos de color extra normal;
la oscuridad se viste con su traje de amabilidad y nos invita a reflexionar sobre la dualidad de la existencia.

¡Caminos!, son mil y un caminos al tiempo,
muchos por los que cruzar,
muchos otros por los que andar,
¿cuál es mi sendero, oh Señor?;
de la infinidad presentada, ¿cuál es el apropiado para este servidor?
Si escojo este laberinto, ¿qué me hará diferente al resto de bípedos que caminan por esta vía?,
que de llegar atrás de los que han dejado ya su marca, es lo más natural a encontrar.

El sonido que provoca el arco en las cuerdas del instrumento del gran Vivaldi resuenan imponentes desde todas las esquinas del cielo;
gritan desesperadas que la única salida es la que se elige con mirada perdida,
cuando de ser todo has pasado a ser nada en medio de desesperanza.

Y veo como bebedores, alcohólicos y fumadores rinden tributo a las grandes mentes de antaño, mientras se pierden en lo que resta del día elevando sus vicios al cielo;
y yo,
yo me uno a ellos entonar la canción del corazón,
aquella donde no hay mayor clamor que las ganas de ascender... y llegar hasta el sol.


🌹Malayerba🐉

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