sábado, 21 de septiembre de 2019

REMINISCENCIA ASTRAL

"A falta de cariño,
encontré un puñado de yerba;
a falta de amor,
un esfero y un trozo de papel"...


Desde entonces, ríos de tinta formando remedos de poemas hicieron suya la habitación,
y la mente de este niñato navegó entre islas desconocidas por el extenso mar de un universo mental.

Lugares de difícil credibilidad abrieron su calidez a mi avance;
seres con características de compleja descripción me recibieron con amable, pero 
obscuro semblante;
negarme no pude,
cada uno tenía algo que compartir,
y yo era un humilde discípulo dispuesto a aprender todo cuanto me fuese enseñado.

Me dejé moldear a lo que se requería para ser eficiente,
para poder servir con calidad,

sin embargo, cada vez fue peor, 
cada lección era tan amarga y dolorosa como mil espinas en el pecho;
noté que me consumía mientras ellos volvían a la vida a costa mía.
Un día opté por huir y corrí tan fuerte como pude sin detenerme, y luego, volé,
volé tanto hasta que un día alcancé a percibir la energía de aquél lugar que me brindaría paz,
pero me costó trabajo llegar.

Crucé por un puente colgante de varias decenas de kilómetros que se tambaleaba inevitablemente,
era angosto y tenía miedo de que la madera no resistiera mis pasos. Sólo apresuré mi caminar.

No sé de cuanto tiempo fue mi aventura,
no obstante, fueron momentos duros;
luché incansable contra monstruos incendiarios que me querían ver derrotado;
poco a poco la esperanza que había en mí fue aniquilada, 
y en efecto, se dio un resultado perjudicial,
empero, sobreviví.

Machaqué sentimientos podridos despidiendo al invierno;
uno y mil improperios lancé hasta quedarme sin aliento,
desenterré la emociones añejadas,
y mancillé los escombros de una vida pasada.

Cuando me hallé frente a los malditos
 hice el llamado al diálogo,
a dejar el odio, cogernos de las manos y en un abrazo fundirnos;
pero tanta maricada con ellos no iba,
y a machete nos enfrentamos sin remedio.

Se dio una batalla que consagraba mil vidas pasadas,
todas en las que terminaba siendo derrotado,
mas aquel día sería el final de la mala racha;
poseía tanto odio, rencor y dolor en mis entrañas,
tanto desamor por el mundo y mi existencia podrida,
que se anidaron en mí las ganas de corroerlo todo;
no hubo más resultado que destrozar mi cuerpo poco después de haber sometidos a los suyos.
Mi etérea existencia divagó durante milenios hasta hallar la salida,
y un día la encontré,
ahí estaba, 
disfrazada de flores;
un jardín en el que me detuve a descansar;
reposé lo que de mí quedaba 
y cuando abrí los ojos,
"las Pléyades" aún me observaban desde el firmamento.

Es así como culminó la emigración de mis lamentos,
y como un aborto que se resistió a morir,
volví a empezar de cero.


🌹Malaya🐉

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