sábado, 28 de septiembre de 2019

ENTRE CARTONES Y CONCRETO (+18)

Me acerqué tranquilamente mientras ella escribía un letrero en un papiro;
le hablé de varias cosas e indagué acerca de lo que proseguía;
me dijo que yo sería el guía y quien la debería proteger hasta llegar a casa;
pero vaya mierda, yo sólo era un mensajero,
no estaba en mis planes hacerme cargo de un bebé demás,
pedí aclaraciones a respecto,
y ella muy amablemente me las regaló;
fue ahí donde inevitablemente me perdí en su belleza:
tez blanca como la porcelana;
cejas delineadas con la más exacta precisión como si hubiesen sido dibujadas por el tenebrismo de "Caravaggio", y bajo estas unos ojos color miel se resguardaban imperiosos;
de los labios que adornaban su boca solo puedo decir que estaban muy lejos del sabor que pude imaginar, superaban con creces lo que pensé,
en mi vida había probado un sabor similar, era como si el néctar de las mejores flores se hubiesen juntado para dar esencia a su boca.
Aquella era la perfección en su máxima expresión.

Entre tonterías e insinuaciones obtuve su interés total;

me deleité con su boca de forma gloriosa;
excitando su cuerpo sin mayor esfuerzo, se fue entregando a mí,
y a no ser porque ella aún no perdía la razón,
habría sido mía en aquel anden y exhibicionistas habríamos quedado, aunque a mí me daba igual, 
pero ella era la princesa y debía su compostura guardar.
Pidió ir a otro lugar, no quería quedar como si fuese una puta barata;
no me quedó de otra que buscar algo mejor;
sin embargo, lejos de casa nos hallábamos,
y en aquella vieja edificación abandonada encontré un par de cartones;
fue entonces cuando la galantería y el decoro se fueron muy a la mierda;
hacer el amor sobre cartones se traduce en una experiencia mayor.

Tendí el papel en un rincón,
luego la guié al nido improvisado;
una vez de pie, noté entonces que media 10 cm mas que yo;
me excitó enorme tener un cuerpo largo frente a mí;
sin replicas ni objeciones ella se tendió y mi labor de buen amante comenzó;
besarla con ganas de arrancarle la boca mientras alejaba de su cuerpo su estorbosa ropa fue lo primero;
bajé por su cuello,
llegué hasta sus senos saboreando tan apetecible manjar;
proseguí mi camino y me entretuve en su vientre plano, delicioso, no podía ser mas esbelto, y era todo mío, me faltaba boca para poder disfrutarlo por entero.
No obstante aproveché para aflojar su pantalón de seda,
y momentos después ya lo estaba quitando dejando ver unas piernas tan largas que me recordaban mi viaje por la eterna rivera del Nilo;
un par de lunares le adornaban cada extremidad otorgando un toque sutilmente sensual.

Bendición tras bendición era su cuerpo consolidando la más armoniosa creación ,
besando y resbalando por sus delineadas formas llegué al punto donde la vida cobra sentido y se regenera así misma,
a donde los imbéciles remedos de poetas adornan con romances lo supuesto 
sucio y obsceno;
empero en ese coño no se trataba de encontrar aromas florales y mil perfumes franceses,
porque su aroma era fuerte,
tan espeso y adherente que tardaría todo un día en eliminarlo de mí,
mas eso tenia una importancia menor, pues ofreciéronme un placer que pocos mortales logran conocer.
Así fue aquella tarde donde mi vida giró,
aquellos ojos,
aquel corazón,
donde las circunstancias forjaron un nuevo destino,
donde dos seres se envolvían en un portentoso cariño.

Aparecieron de repente un par de observadores a través del manchado cristal;
anonadados quedaron al ver como una diosa era follada,
se quedaron pacientes detallando la escena;
ella, sin embargo, no se percató de los testigos, pues en algún lejano cielo andaba levitando por encima de mil estrellas fugaces;
y yo seguía perdido en su figura, 
en sentir la contracciones de su cuerpo,
en sumergirme en la levedad de su ser.

Amigo lector, no busque más detalles dónde no los hay,
ha sido testigo una vez más de que no importa el lugar ni donde;
que desde que exista una conexión profunda...
entre cartones y concreto se puede saborear el paraíso.


🌹Mayawell🐉

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