jueves, 26 de septiembre de 2019

JULIANA

No pude hacer nada...
a penas cruzó la puerta, el tiempo se montó en una tortuga;
sonrió; y la tortuga murió.

Me quedé absorto como el niño que ve por vez primera salir un conejo del sombrero vacío;
mis ojos nunca permanecieron tanto tiempo abiertos, 
mi corazón necesitaba guardar para siempre la imagen de aquella torcedura de labios;
en ese instante deseé morir en aquella paz, 
en llevarme como último recuerdo aquél regalo que el universo me brindaba.

Se acercó a mí como se acerca la brisa de una mañana cálida,
sus ojos penetraron en mi dentro y desarmado quedé;
sonreí por puro reflejo, y sus ojos brillaron también;
sus labios se elevaron dos grados y ya no pude hacer nada;
fui suyo en la eternidad y no pude hacer nada,
demasiado... 
simplemente fue demasiado.


🌹Mayer🐉

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