sábado, 29 de febrero de 2020

NOCHES DE MARIMBA

"A la luz de la luna se oscurece mi visión,
pero en la oscuridad el corazón ve mejor".

Manya


Yo prefiero que mis letras hablen por mí.
No ser yo quien intente decir quien soy.

Una araña da vueltas en la esquina del piso,
a lado está la puerta.
Es ya la tercera noche que hace lo mismo.
Prendo la luz, y al momento, con enormes patas sale gateando para nosotros y, caminando y sacando pecho para ella.
Matarla... No matarla,
Fácil decisión que mi chancla ha tomado desde el aire,
sin embargo, me acerco;
la veo;
cada pata con el doble de largo que el abdomen,
ocho ojos y unas mandíbulas de terror.
Hermosa la hija de puta,
preciosa a más no poder.
En una de mis reencarnaciones pediré ser araña de nuevo,
y disfrutar en mis fauces
el dulce deleite de matar para comer.

Mi cabeza no sé dónde deambula,
alguien la jala para atrás y yo resistencia aplico,
quizá es un ente malévolo que quiere ver mi caída,
o es quizá un efecto de la marihuana de esta noche.

Un gusano acompaña la velada,
lleva a rastras su casa;
aún sigue dentro de la crisálida;
aún no se cree digno de ser mariposa.
Se detiene ante mí sobre las huellas que la araña dejó en su caminar por debajo de mis pies momentos antes.
Somos dos seres iguales atrapados en cuerpos distintos. 
Un insecto y un humano.
A los ojos del universo valemos mierda...¿y qué más?... 


Malayerba

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