martes, 28 de abril de 2020

UNA LLUVIA EN MI VENTANA

Perdona que interrumpa tu descanso,
pero a veces no tengo a quién hablarle realmente.
El pecho me duele,
y me arde la garganta.
Y vengo a ti en busca de consuelo,
aunque no lo reciba. 
Y vengo contarte mis tristezas,
aunque no me des respuesta,
pero me escuchas, y eso es más que suficiente.

He conocido gente, ¿sabes?,
y creen que soy genial,
pero al final termino ganándome el odio de quien más quiero.
Desearía ser más inteligente, más sabio, más maduro,
pero por más que quiero sigo siendo el mismo niño imbécil de siempre.

Arruinando todo,
haciendo daño y haciéndolo a mí mismo.
En algún lugar debería haber un manual que indique lo que no debes hacer;
debería, pero no hay, y la única forma es aprender del error cuando es demasiado tarde ya.

Me gustaría ser como todos y echarle la culpa a alguien más,
librarme del peso de ser yo el responsable;
pero no soy como todos y sé bien que soy el único que debe pagar.

Solo quisiera saber por qué,
para qué he nacido si solo sirvo para hacerme odiar y hacer sentir mal a los demás.
He de confesar que nunca me ha sentado bien el desprecio, 
pero he vivido tanto ahí, que ya no tengo remedio. 

A veces solo quiero sentarme en una estrella fugaz, 
y perderme en la parte más oscura del universo, 
sé que ahí estaría bien... 
eso está bien, ¿verdad?
No lastimar a nadie más, ¿no? ¿Cielo?
:(



Malayerba

2 comentarios:

  1. Cuando leo cosas así me da por pensar, ¿porqué estará pasando esta persona?, por una crisis existencial, tal vez, o el anhelo de un ser amado; indiscutiblemente hay sentimientos desgarradores que inspiran.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pasan las cosas que deben pasar, quizá algo de incomprensión nada más.

      Eliminar