viernes, 17 de abril de 2020

BESOS ROJOS

Me mordió la boca;
yo la suya;
y lo hicimos de forma tan fuerte y salvaje,
que un sangriento beso fue el resultado.

—Cuando te vea, voy a arrancarte la boca a besos —le dije—, 
—es toda suya, mi señor —me replicó con picardía—. 
Y pasaron algunas noches antes de que se volviese realidad el deseo. 
Entre arañazos y nalgadas, la pasión explotó, 
y al límite del sadismo llegamos. 

Orgasmos de candente lujuria;
desbordando ríos de pasión;
es la unión entre dos seres que se aman,
es el amor entre la gorda y yo. 


Mayer

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