Me mordió la boca;
yo la suya;
y lo hicimos de forma tan fuerte y salvaje,
que un sangriento beso fue el resultado.
—Cuando te vea, voy a arrancarte la boca a besos —le dije—,
—es toda suya, mi señor —me replicó con picardía—.
Y pasaron algunas noches antes de que se volviese realidad el deseo.
Entre arañazos y nalgadas, la pasión explotó,
y al límite del sadismo llegamos.
Orgasmos de candente lujuria;
desbordando ríos de pasión;
es la unión entre dos seres que se aman,
es el amor entre la gorda y yo.
Mayer
Wow! Saludos!
ResponderEliminarMe alegra que te guste, gracias, Israel.
EliminarUyyy que sugerente........muy bonito!!!
ResponderEliminarMuchas gracias.
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