Con un dolor en el vientre dejo constancia de lo que pueden ser mis últimas palabras:
Estoy listo si es ya es hora...
He subido kilos, más de los que pensé que podía lograr,
toda la vida con la piel pegada a los huesos,
y ahora gordo, como siempre quise ser.
Cumplida la primera meta hacia el olvido.
He tenido sexo.
He amado y me han correspondido.
De lujos y caprichos no ha sido mi vida,
pero un plato de comida no faltó un solo día.
He criado un par de perros, y uno que otro gato; todos muertos ya.
He sembrado más de 200 árboles,
y una decena de flores.
He reído hasta casi reventar.
He caminado hasta casi quedar sin pies;
he llorado hasta quedar sin lágrimas.
Placeres tan simples como fumar mientras cago,
o tener sexo bajo lluvia,
han sido cosas tan simples y valiosas,
que de haber tenido esta vida, no me quejo.
Recostado en una vieja y aatillada cama,
con el dolor en aumento y un frío polar ascendiendo por los pies,
con el dolor en aumento y un frío polar ascendiendo por los pies,
proclamo que listo me hallo,
y si ha llegado ya la hora de mi despedida,
irme tranquilo puedo;
sin sueños cumplidos,
sin anhelos trazados,
y como un animal sin rumbo andando,
solo por el instinto guiado,
me voy si ya me toca;
y a ustedes, queridos lectores,
solo me queda deciros,
que muchas bendiciones os regalo.
Malayerba de la gran
Flia. "Malayerba Corporation".
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