domingo, 10 de febrero de 2019

UN CAFÉ DE TARDE

No, no voy a morir,
y si, tenías razón una vez más,
"Has nacido sin ninguna persona, y no vas a morir por no estar junto a ella".

He tardado tiempo en decidir asimilar el hecho,
pero hoy, que llueve mucho más que otros tiempos y moverme no puedo,
en reflexiones me he refugiado,
aceptando pues el hecho de responsabilizar mis declaraciones de antaño.

Pongo de manifiesto entonces que en efecto, no he dejado de amarla mi señora,
y por ello he de acatar lo mejor para usted,
no voy a ser una carga más,
pero si un apoyo cuando me necesite allí,
cuando el mundo en contra se venga,
sepa que tiene mi respaldo y que juntos hemos de guiar la resistencia,
mucho menos le pienso fallar, eso entre mis propósitos no tiene cabida,
y si decide usted que volar sola es menester por cualquiera que sea la razón,
otórgueme el honor de empujarla al vacío para que despegue esas alas y conquiste el mundo.

Esto no es una despedida,
solo es una aclaración de que mi corazón en sus manos estará brindando su amor hasta que decida devolverlo a este servidor.

Muestre esa frente para depositar allí un amoroso beso, y no, no se asuste alma mía,
solo estoy tomando mis medidas por si mañana no regreso.


Malaya

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