habrá de soportar todas las inclemencias del invierno.
Yo, por lo tanto,
he de dar aguante, solo por querer derretirme en tu boca
he de dar aguante, solo por querer derretirme en tu boca
igual que un helado de fresa en los labios hambrientos de un infante.
Y todo esto en sopor y resbalo de mi agobiada alma;
harto afligido; harto cansado de tanta espera.
Mas en la esmerada paciencia que aflora cuando no hay más camino que la dilación,
yo te pienso;
y de pensarte, te sueño;
y en el sueño, te someto a una incontable cantidad de besos, que no tienen igual.
Mayer
Mayer
No hay comentarios:
Publicar un comentario