sábado, 14 de marzo de 2020

REFLEXIÓN DEL 14

Si por tanto se recibe tan poco,
humillarme no quiero más.

Si al hablar, el silencio se torna violento,
he de empezar a callar.

Si al caminar nos encontramos en un callejón sin salida,
despliega las alas y empecemos a volar.

Si en el viento ya no hay aires que trasciendan los mares,
refugíemonos en los rayos del sol.
Pero evitemos detenernos. 

Aunque nos quedemos sin voz de tanto gritar;
aunque el apetito huya de nosotros 
y las ganas de morir acechen, icemos la bandera de "prohibido rendirse". 

Metas altas hay bastantes como estrellas en el cielo,
objetivos inalcanzables son la cúspide de los caídos que deciden levantar.

Un astro baila más allá de donde se alcanza a ver,
y bailar con él yo quiero.
Entonces la decisión está tomada ya, 
morir esta noche para renacer en la mañana;
y seguir estando 
hasta que el corazón del universo dé su último latido . 


Malaya

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