jueves, 12 de marzo de 2020

CIELO... BRUNO...

Seguiré escribiendo hasta perder el aliento,
hasta quedarme sin manos,
hasta cansarme de todo esto;
hasta que vengas por mí.

Porque no es fácil caminar en este mundo sin amigos,
mucho menos andar sin tener a alguien en quien confiar;
no es fácil ser un niño resentido;
tampoco me es fácil dejar de odiar.

No tengo lo que quisiera;
no disfruto lo que poseo;
he perdido lo que más he querido;
se fueron sin mí.

Qué iba a ser entonces de la vida un miserable que solo sabe ganarse el desprecio.
Qué iba a ser de un imbécil que le gusta compartir y hablar, pero no tiene con quién.
De qué le sirve su sonrisa, si solo la recibe el espejo,
para qué le sirve su calor, si el frío de la soledad lo consume.

¡¿De qué me ha servido esto dime?!
¿Por qué no me has vuelto a hablar?
¿Por qué ya no escucho tu voz en el viento?
¡¡¡¿POR QUÉ TE TENÍAS QUE HABER MUERTO?!!!
¡¡¿POR QUÉ TAMBIÉN A MI PERRO?!!
¡¿POR QUÉ ME DEJARON SOLO EN ESTE MUNDO DE IDIOTAS?!

Si sabían que yo no era para nada fuerte,
¿por qué me dejaron aquí?
Incomprendido;
malherido;
sin nada que decir;
y sin poder callarme, solo por temor a oír las extrañas voces que reclaman mi alma cuando hay silencio.


Malayerba

2 comentarios:

  1. Wow palabras desgarradoras... te mereces el mundo aunque tengas que dártelo tu mismo.

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