"Como las hojas impulsadas por el viento,
así mi sueños se van con tu despedida.
Inciertos destinos nos deparan,
cada uno eligiendo a placer lo que más convenga,
y recuerdo melancólico tiempo atrás la promesa que hicimos bajo la luz del faro:
si el amarte se vuelve monotonía en el corto día de la vida,
clava una estaca en este órgano que no supo mantener su sentimiento vivo,
aniquila con suma inclemencia cada palpito que se atreva a otorgar,
destruye cada hálito de existencia,
si mi amor solo es repudio a tu ser no vale desperdiciar el tiempo un segundo más.
Pero no sucedió,
el adiós fue peor,
sin mediar palabra,
como si un desconocido durmiera a tu costado cual refugiados de una catástrofe,
te levantas y continúas el día,
me levanto y salgo sin esperar afecto,
toda calidez ha culminado en su extinción.
Son las 6:30 de la tarde,
la noche es clara,
en dos días será luna llena, empujo la puerta a la vez que tu la abres,
con un maleta en la mano,
un boleto de avión en la otra,
la mirada al frente con la seriedad de testigo,
y tres palabras como despedida: la cena queda servida.
Un gracias por respuesta,
un gracias que incluye cada minuto a tu lado,
un gracias que es la despedida de mi vida junto a ti,
desapareces en lo que llego a la cocina,
la primera comida que otorgaste cuando nuestra vida parecía no ser una más,
unos huevos revueltos con tocino,
algo tan simple que ese día sabia a gloria,
la misma comida simple que hoy vuelvo saborear como el mejor manjar,
y solo un pensamiento rueda en mi memoria...
...que agradable mujer, espero que te vaya bien".
Malayerba
No hay comentarios:
Publicar un comentario