jueves, 6 de agosto de 2020

QUIERO IRME A CASA

Me llaman poeta, mas no lo soy,
otros, escritor, pero es demasiado título para quien escribe sandeces.
Solo hay odio en mi libreta,
cosas que no acaban,
y flores muertas dentro de mi alma.

Cuando se pierde el sentido de estar vivo,
las razones no son suficientes para mantenerlo erguido;
cuando pierdes la poca cordura que posees,
no queda de otra que hablar con el papel.

A veces me duele el pecho de una manera tan nefasta que no lo entiendo.
Una bola de ternura bajo una capa de fracaso me define,
he escrito solo para mantenerme engañado a mí mismo de que tengo una vida maravillosa,
de que los problemas no son mayor cosa,
y que la vida hay que disfrutarla,
por desgracia todo se queda en un texto vacío sin mayor valor
como todo lo que he construido.

Desearía que la tristeza se fuera de mí,
que me dejara morir tranquilo,
y quizá estaría mejor así.
Desearía poder ser mejor,
desearía volver a escuchar su voz,
y que me dijera que no me rindiera,
pero ella también se fue como todos.

Al final solo he buscado un lugar para depositar mi corazón,
porque ya no lo quiero,
porque sé que sufre,
porque no soy un buen dueño,
y ojalá sin el temor de que me lo devuelvan más herido,
más lastimado,
y más muerto.

Desearía que la melancolía se marchara de aquí,
desearía no tener que cargar con un pecho derruido,
dejar de fingir,
y dejar de engañarme diciéndome que todo está bien,
como si aquello fuese verdad.


Yerbita

https://youtu.be/CkDimcKFg5o

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