sábado, 15 de agosto de 2020

ENYA

Como una brisa de verano llegó.
Como una ventisca de invierno se marchó. 
Resta decir que se llevó lo que trajo,
y de paso, también mi corazón.

Ayer era mi cumpleaños;
tenía la firme esperanza de que volvería para ese día entonando una bella melodía, 
y alegrando por entero mi vida.
No sé porqué, pero sentía una fuerte corazonada.
Sin embargo, he de asumir que después de todo, su decisión es firme, 
al igual que la mía de seguirla amando, aunque ya no se dé cuenta. 

La verdad es que lo siento;
y espero que sea de la mejor manera, y en la medida de lo posible, feliz.
Yo por mi parte, he de procurar hacer lo propio, 
aunque quien diga conocerme, habrá notado que cada vez hay más silencio aquí, 
más infelicidad, 
y menos luz. 
Yo... la verdad es que... ya no tengo muchas ganas de vivir.


No hay comentarios:

Publicar un comentario