sábado, 8 de agosto de 2020

HIJA DEL DIABLO, TE AMO

La palabra linda es poca para usarla contigo;
hermosa y preciosa, a penas si llegan más arriba del talón;
perfecta armonía de amor, quizá alcancen poco más de la mitad de tus muslos,
y de ahí en adelante las palabras se tornan exiguas.

Los besos y las caricias se esfuerzan en compensar lo que las ideas no son capaces de soportar,
los gemidos, como suaves susurros a la orilla de tu piel, son el sonido más precioso para adorarte, mujer.

No me vengas con que el amor es lo único que existe y lo único que importa, 
que de eso ya tienes bastante de mi parte,
pero esta noche,
¡oh! esta noche, hija del diablo, deja que te goce,
déjame gozar contigo esta faena iluminando nuestros rostros a la luz de la luna llena.
Esta noche, amada mía, es mejor que mandes al amor por un trozo de pan al otro lado de la galaxia,
que aquí solo hay lujuria, obscenidad y perversión para tu ardoroso cuerpo de primavera;
y para la blancura perfecta de tu piel, una negra alma como la mía es necesaria para equilibrar la sinfonía de la unión de dos almas que de amarse no se cansan.


Malaya

https://youtu.be/HhD1XBmVhIk

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