La humedad se acrecienta,
sus bocas se salen de control y devorar la contraria, es la meta;
uñas de una dama desgarrando la piel de un hombre,
abrazos intensos que someten a la hembra,
una ligera separación de labios es la señal que indica lo que por orden corresponde.
Ella se recuesta con desmedida pasión,
ansía tener dentro a su varón,
pero sabe que debe esperar;
el placer al momento que deba ser llegará.
Él con sus falanges recorre autoritario cada palmo de su compañera;
su boca sigue el camino de las manos,
se funden los labios en la húmeda piel,
gemidos elevados son la muestra de que todo marcha bien.
Como las corrientes de aire de procedentes del
pacífico estrellándose con la cordillera de los andes,
así sus besos interceptan las dunas en el pecho de su amada;
plácido lugar,
fuente motivadora de la pasión que liberan los hombres,
esencial punto de contacto que despliega el más grande gozo.
La ropa ha ido desapareciendo de los cuerpos,
nadie sabe como,
solo la desnudez sirve de abrigo;
él encuentra de pronto el sendero que lo lleva a donde el más extático deleite se anida;
el camino de su ombligo es lo que se dispone a recorrer,
sin perder el tiempo,
sin limitar su deseo,
las bragas de su amada se rompen sin oponer resistencia,
otorgan el permiso para que la satisfacción de su dueña se haga presente.
El hombre besa sus piernas,
mordisquea suavemente aumentando el disfrute,
circunferencias dibuja a lo largo y ancho de sus entrañas,
se detiene por un instante;
agradece a los dioses por lo que ha de consumir en breve,
la aprobación se hace notar,
y la magia en instantes comienza a brotar...
🌹Mayer🐉
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