martes, 24 de diciembre de 2019

MELANCOLÍA DE NOCHE BUENA

A diferencia de mí, tú puedes contar con varias personas más;
cuando te sientes mal, ahí están todos ellos, dispuestos a brindarte su tiempo, su cariño y su amor. 
Pero yo solo te tengo a ti, 
y cuando no estás, tu falta se convierte en desespero, ansiedad y dolor, 
al final sólo me queda resignación y quietud.

Sin embargo, dejando de lado lo que me lastima, 
y sabiendo que nadie vendrá a socorrerme, 
me limpio las lágrimas, 
lavo mi cara, 
y sigo engañándome pensando que todo estará bien,
aunque no te vea, 
no te sienta,
y el amor que decías sentir, se haya marchitado como una flor en el desierto. 

Escribo esto desde un corazón acribillado por el dolor,
y un costal de huesos rotos,
un alma ensangrentada,
y un niño que quisiera dejar de estar triste para estar contento. 

A veces me pregunto si ha sido correcta mi elección,
si he hecho bien en dejar que decida mi corazón maltrecho;
con una mirada a nuestras fotos me hundo en la nostalgia, 
se me achica el pecho, 
y lloro en silencio. 

Tristemente celebro navidad, 
si es que a esto está bien llamarle navidad, 
si es que alguna vez ha sido feliz, 
si es que alguna vez no fue triste. 

Esperaré a que la marea baje, 
subiré a la barca de Caronte, 
y me embarcaré en un viaje sin destino, sin camino ni final. 
Porque me siento como un ser que se arrastra a los pies de Medusa,
desde donde grita a viva voz que no puedes tenerlo todo, 
pero puedes tenerme a mí...


Yerbita

2 comentarios: