Tenía un par de escritos a punto de ser concluidos;
unos llenos de amor,
otros llenos de odio,
y otros más que demostraban la ignominia en su máximo esplendor;
al final, basta un arranque de idiotez y todo se quema,
como el cigarro entre mis labios.
Curiosamente no todo se convierte en ceniza,
y las letras que sobreviven relatan la promesa de dos seres que en medio de sus problemas llegaron a conocerse,
a entenderse,
a quererse,
a entregarse;
"no olvides que te amo inmenso, intenso y extenso",
han sido las palabras que el fuego no pudo consumir,
eran las palabras de aquella que tanto bien me causaba,
y cómo habría de olvidarla, si nunca he dejado de amarla.
Y no es que disfrace emociones,
estas fluyen conforme avanzo;
no es que no me afecte que de otro hombre vaya de la mano,
es que solo me bebo los celos con saliva y sigo mi camino;
no es que se haya marchado de mi lado,
es solo que mi necio corazón se niega a aceptarlo.
Mayer
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