martes, 2 de julio de 2019

MARCA

Su mirada se tornó fría,
el aire maldito inundó la habitación,
sabía que su deseo era asesinarme,

suspiré,
bien, hazme todo lo que se te antoje— le dije, mientras ponía el cuchillo en sus manos.

Con esa cara que posee me observó detenidamente,

sonrió diabólicamente,
la punta del cuchillo se posó sobre mi pectoral izquierdo,
y plasmó en él las iniciales de su nombre que al instante se cubrieron con sangre,
sangre que lamió dulcemente mientras me regalaba una mirada sensualmente mortal,
la herida cicatrizó al tiempo,
y tatuado con su nombre quedó mi pecho.

Como era de esperarse, 

me convertí en uno más de su propiedad,
pero con la pequeña excepción 
de que era el único que podía gozar enteramente de su amor.




🌹Mayer🐉

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