¿Qué no veo lo que tengo en frente?,
quizá es porque tengo el corazón en paro.
quizá es porque tengo el corazón en paro.
Tal vez es que sigo esperando la señal para dejarme partir a otro mundo,
a otra tierra,
o a otro lugar de la esfera.
Y es que al fin y al cabo soy un hombre de palabra, aunque no lo parezca.
Mi palabra pesa lo que pesa mi sangre,
así,
a lo antiguo,
a lo estúpido,
conservando el honor de hombre en tiempos de falsedad.
Pero qué le voy a hacer,
es mi forma de ser,
y prometí esperarte,
así que aquí estaré cuando decidas volver.
He mantenido en vigencia mi existencia por ti,
pero si tu ausencia es necesaria para seguir vivo,
entonces lo entiendo,
al final no querías que muriera,
y bueno, solo hay un lugar donde quiero pasar mi último día:
Ahí, justo ahí,
abrazado a tu pecho,
abrazado a tu pecho,
sujetándome fuerte,
mirándome en tus ojos bonitos,
y cerrando los míos con un último te amo en forma de suspiro.
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