domingo, 5 de julio de 2020

UN CIGARRO POR CADA LÁGRIMA

Miro a las nubes y elevo un poco de humo al cielo. 
Grito que te amo, aunque te encuentres lejos, 
más lejos de donde mis gritos pueden ser escuchados. 

Ojalá y pudiese entender por qué los planes de mi existencia acarreaban con la desgracia de tener que vivir sin ti.
Mas encuentro consuelo en los aposentos de mi recuerdo,
aquellos donde pasar el tiempo disfrutando de tu presencia era lo mejor de la vida.

Tu sonrisa, amada mía, aún me reconforta y me da alegría,
sin embargo, me haces tanta falta que mi corazón se achica,
y la tristeza busca anidarse en mí. 

Mándame una señal,
por minúscula que sea, sabré reconocerla, 
pero hazme saber que aún sigues conmigo,
que no te has ido, 
que permaneces a mi lado y me susurras al oído: «mi amor, te amo». 





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