Traigo flores muertas en una bolsa de cartón;
traigo una mirada serena para evadir la tristeza;
traigo un cóctel de desagrado para mezclarlo con vino añejo,
y traigo aquí en el pecho, unas ganas enormes de extraviarme en el infinito.
En mis sueños veo el reflejo de mi ser maldito;
son premoniciones de un futuro tormentoso en el que no hay rastro de ti;
y lo peor, es que no sé a qué santo debo encomendarme para que interceda por mí ante Dios,
aunque primero no sé si debería empezar a creer en un dios.
No lo sé, tal vez deba buscar sabiduría en otro lugar,
quizá dejando pasar el tiempo,
quizá hablando con el viento,
contarle que te extraño, y qué extraño el despertar sin tu calor,
y que en la noche, me siento triste porque tu recuerdo de mí se extingue, amor.
A ver si así mejoro este estado de ánimo que me tiene preso,
a ver si así mis penas se las lleva el viento.
Malayerba
No lo sé, tal vez deba buscar sabiduría en otro lugar,
quizá dejando pasar el tiempo,
quizá hablando con el viento,
contarle que te extraño, y qué extraño el despertar sin tu calor,
y que en la noche, me siento triste porque tu recuerdo de mí se extingue, amor.
A ver si así mejoro este estado de ánimo que me tiene preso,
a ver si así mis penas se las lleva el viento.
Malayerba
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