La ortografía tal como fuere en su día el escudo para el guerrero,
protege, cubre, evita que quedes como un estúpido que suelta palabras con un vago sentido.
Una buena idea es al escritor actual como antaño al soldado, fue su lanza mortal;
y el auténtico sentimiento del corazón plasmado en letras,
es la espada que rasga y atraviesa de un tajo al oponente consiguiendo en esta una victoria manifiesta.
Por lo tanto,
tú que eres prospecto de escritor,
aspirante de poeta,
remedo de escribidor,
primero aprende lo sutil y delicado en el arte de la escritura,
hallar el fondo, el estilo, encontrar la estructura;
saber cómo dejar claro tu mensaje con puntos, comas y acentos,
y ya entonces, cuando hayas aprendido a respetar al lector,
dedícate a compartir esa porquería a la que le llamas arte.
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