—Oiga, disculpe, ¿esas flores en maseta son para vender, o solo las tienen de adorno?
El tipo me ignoró por completo.
—¿Hola?
Se giró para verme, pero sus ojos, no veían, sino que desorbitados, observaban al rededor de mí.
Me sentí raro, el tipo era un retrasado, y yo me vi pendejo por no percatarme antes.
—Aaahh —Dije en un murmullo—
Y disimuladamente me retiré del lugar.
Luego, me senté a descansar un poco, mientras le echaban mecánica a la moto,
y sentado me dispuse a pensar en ti,
en hallar la mejor forma de decir que me gustas,
y en que en tus brazos quiero vivir y soñar.
No obstante, el asunto principal es que noticias de ti no tengo,
y sabrá el divino en qué lugar andas metida,
y yo aquí sin saber si debo preocuparme o no.
Aunque realmente, el hecho de mayor importancia es que te extraño demasiado,
y en lo que al cariño se refiere es que:
cualquiera podría quererme,
y yo también podría querer a cualquiera,
pero en realidad quiero que tú me quieras como lo hago yo,
además de que quiero pasar mi vida a lado tuyo,
y que mi felicidad solo sea compartida contigo.
Así que vuelve pronto,
que no creo poder aguantar mucho más.
Yerbita
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