jueves, 8 de agosto de 2019

LA MOSCA DEL CAMINO

Pues  nada,
que iba caminando bajo el sol abrasador de julio,
y una mosca llegó volando desde el norte y me acompañó durante el viaje,
empero con ella, una reflexión echó a saltar.

Hace algún tiempo decidí poner más atención a mi presente,
entender que todo cuanto acontece tiene una razón de ser.

Comprendí que el amor es indiferente a su poseedor,
le vale un pepino, 
mejor dicho le importa una piña con gusanos
o tres mil hectáreas de patatas, quien se identifique como el amoroso,
pues no está esperando un dueño,
solo fluye como fluyen los milenios,
como los tiempos de vaguedad que interceptan los espíritus.

A lo anterior una anotación se crea y es que:
válgame una picha dura que por vuestro culo entra,
que los limitantes del deseo descuadren el orden establecido,
y que por vuestra espalda el blanco semen recorra formando ríos;
que el sexo no falte a no ser porque os habéis cosido el coño,
o por desgracia algún perro os haya mordido la verga;
el punto crucial es dejar de buscar el amor para llegar al sexo,
y empezar a follar como bestias sin control hasta que por casualidad le pegues rotunda violada al amor...


—¿Y... la mosca?,
—¿qué?,
—la mosca del camino, ¡coño!,
—Ah...si, la mosca, pues nada...me cagó y se fue la muy hija de puta.


🌹Yerba🐉

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