miércoles, 5 de septiembre de 2018

ANTI VERGAS

Su voz sensual atrajo mi atención, su llamado claro y fuerte para ser atendida no se hace esperar, es una puta hermosura piel canela lo que observo, acompañada de una niña que supera la belleza, sonríen el par de locas, coquetas miradas se cruzan y yo que no quisiera perder tal oportunidad de lograr algo mágico de repente me detengo, algo no me cuadra, la intuición hace presencia, me aguanto las ganas y tan sólo atiendo con la mejor amabilidad posible, se van sonrientes y mi tarde se alegra.

Espero pronto su regreso, y en efecto lo hacen, otros pasa bocas para matar el apetito y el tiempo, otros chocolates para alegrar sus vidas, algún jugo para saciar sus gargantas; quisiera yo decir algo más, pero lo dejo pasar y solo cumplo el propósito de atender estableciendo algo de confianza, más oigo una delicada voz que me dice: espera, todavía no.

Entonces regreso a la mesa, y ahora estoy revisando algunos reportajes, documentales breves, e informándome de temas que pienso me podrían servir para debatir en algún momento.

Pasan las horas y llega la noche, oigo el llamado sonoro de su voz por tercera vez, ¿debería aprovechar ahora? Si, debo hacerlo, salgo con el semblante de la conquista sexual, quiero ese trasero enorme para mí esta noche, quiero esos senos golpeando mi cara, la quiero a ella, quiero a esa morena.

Atravieso la puerta y veo dos figuras, una de ellas ya me es familiar, hace años no la veía, pero reconozco esa cara, reconozco a esa persona, y veo a esa mujer de voz sexualizada cogida de su mano y noto la energía en sus cuerpos, sus almas están conectadas.

Mi deducción es más que probable, aquí no hay duda; no se conserva un cuerpo tan perfecto junto a un hombre, no se conserva tan bien si no es manoseada por la masculinidad. Entiendo la situación y entrego la mercancía a cambio de dinero, algunas cervezas se llevan, se confunden las cuentas, me veo obligado a sacar la calculadora para comprobar lo que mi cerebro da por hecho, y en efecto no hay error, no estaba confundido, ellas quizás solo querían molestar, o quizás pasarse de listas, jamás lo sabré.

En todo caso se llevan lo que desean y yo arreglo el dinero en la caja, no pierdo la atención y aprovecho a morbosear esas nalgas, es lo que los hombres hacemos en cada oportunidad, aquel que lo niegue es un completo hipócrita. Y de repente la evidencia hace presencia, cogidas de la mano hasta la salida, se juntan sus cuerpos y antes de perderse de mi vista se besan intensamente.

Entonces caigo en la cuenta del semblante que momentos antes pasé por alto, su actitud no era por mi, era por su compañera. Esa compañera a la que hombres son innecesarios, aquella que recuerdo cagándose en los penes, en los falos, en las vergas. Y ahora rememoro el brillo en los ojos de la morena y se que esa mirada no da tregua, que es fiel a su orientación, que es fiel a su entrega, son esas personas que saben lo que hacen, tendrán la apariencia quizás, pero ya han dejado de ser niñas.

Concluyo con suma facilidad que no hay espacio para hombres allí, no hay oportunidad para mí, tanto tiempo analizando a la gente me ha hecho comprender su ser, y el instinto no me falla, aunque bien que esa pequeña ilusión me ha alegrado la noche; malditas lesbianas; cuanto desperdicio.

🌹Malayerba🐲

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