...De la noche en un domingo de un julio que se termina igual que el último tabaco en el cancerígeno cigarro,
a penas y puedo pensar, a penas y las palabras visitan esta mente de efímera consistencia,
no hallo inspiración desde hace días, no veo el sol con el mismo afecto de hace tiempo, ahora solo es una pálida luz cual bombilla que molesta con su brillar titilante.
No se que hice mal, no se cual de todos los males fue lo que irremediablemente el castigo de limitarme aplicó, tal vez las palabras de aquella advertencia eran reales cuando lo tomé por broma, no quería preocuparte, no quería que descubrieras el ser que soy en un tiempo no apto,
y mírame aquí, escribiendo para aliviar un poco la frustración de no volver a verte, de no volver a veros a vosotros que tanto bien me hacían.
Todo se va acabando para mi, ya no tengo a quien sonreirle con el tipo de amor que me brindabas, ¿qué se supone que debería hacer? ¿cuál debe ser mi obrar ahora? los objetivos dentro de mis pasiones se han alejado 50 años más, ahora hay otros más responsables de por medio, ahora debo cumplir con la madurez de ser adulto, no veo otra solución por el momento.
No estoy lo suficientemente desesperado para abreviar mi existencia, no soy tan valiente para lanzarme a exprimir hasta su último goce. Por ahora enmarcado dentro del antisocial altruista me hallo, debería cambiar, debería mejorar, aunque debería tener una mejor guía que la sombra que me cobija, se roba mi energía, se alimenta de mí, cada vez es más fuerte y yo más débil, cada vez se torna más horrorífica y menos agraciada que cuando acepté que me acompañara, estaba muy solo en ese entonces y quería un amigo, fue la única que me sonrió con una bondadosa inocencia y no dude en entregarme a su lecho, sabía que no era lo correcto, que no era esa la senda, pero solo quería tener compañía.
Conocía bien su naturaleza y entendía bien que pasaría, pero aún era muy niño para caer al vacío de la entrada de muerte y preferí seguir viviendo con la esperanza de conocerte un día...
...día que llegó y la cruel adversidad te aleja de mis brazos sin piedad alguna, tirale una sonrisa al viento que él me la hará llegar, Cielo".
Malayerba
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