Que el mundo sin gente estúpida, no sería mundo.
Que es necesario que existan los problemas para que puedas discernir quien vale realmente la pena.
Para que sepas quien merece disfrutar de tu compañía.
El imbécil habla pura mierda,
el idiota vocifera,
el malparido fastidia,
pero realmente torpe, es quien les hace caso,
y tú vida mía, no se te ocurra querer obrar con torpeza.
Levanta entonces bien alto la frente, corazón;
saca pecho, enséñales esos pechos que me encantan.
Yergue tu cuello y respira hondo.
Inhala cada mal, y que al entrar en contacto con tu ser,
se purifique y exhales solo amor;
amor del que te compones, mi niña bonita.
Sepa bien señorita que usted sola no se halla,
y gente que cubre su espalda por aquí se siente.
Qué mejor evidencia que el tiempo recorrido;
¿acaso debes dudar de quien años contigo han vivido,
y condenarte por errores no cometidos,
solo por la calumnia de algún hijo de puta?
¡Venga ya!, dejemos de actuar como tontos, que no lo somos,
veamos con claridad la situación,
y filtremos la verdad entre tanta sarta de mentiras.
Elijamos lo correcto,
que lo malo,
hay que desterrarlo directamente a la muerte.
Malayerba
Poemas, versos, cuentos, escritos varios (sin censura) y fotografía aficionada.
martes, 17 de marzo de 2020
sábado, 14 de marzo de 2020
REFLEXIÓN DEL 14
Si por tanto se recibe tan poco,
humillarme no quiero más.
Si al hablar, el silencio se torna violento,
he de empezar a callar.
Si al caminar nos encontramos en un callejón sin salida,
despliega las alas y empecemos a volar.
Si en el viento ya no hay aires que trasciendan los mares,
refugíemonos en los rayos del sol.
Pero evitemos detenernos.
Aunque nos quedemos sin voz de tanto gritar;
aunque el apetito huya de nosotros
y las ganas de morir acechen, icemos la bandera de "prohibido rendirse".
Metas altas hay bastantes como estrellas en el cielo,
objetivos inalcanzables son la cúspide de los caídos que deciden levantar.
Un astro baila más allá de donde se alcanza a ver,
y bailar con él yo quiero.
Entonces la decisión está tomada ya,
morir esta noche para renacer en la mañana;
y seguir estando
hasta que el corazón del universo dé su último latido .
Malaya
viernes, 13 de marzo de 2020
DE PASO
Yo, a veces, no puedo contener mis celos.
Yo, a veces, me paso de pendejo.
Yo no soy un tipo genial, ni un hombre de verdad;
pocas son mis virtudes, si es que alguna poseo;
aunque de más de un millar son mis defectos
y para encontrarlos no hay que buscar más de un segundo.
Entonces me pregunto,
¿qué problema tiene en la cabeza esa mujer para atreverse a decir que me ama?,
debe ser que no me conoce del todo;
debe ser que se ha olvidado de quien soy.
Cada vez que me dice que un pretendiente le ha regalado algo,
que la han invitado a salir,
que han hecho por ella esto y lo otro,
y me cuenta quienes son,
yo, yo me siento un inútil;
es inevitable no compararme;
los hombres siempre buscan competir, lo llevan en la sangre;
y yo, solo de pensarlo ya sé que he perdido,
entonces no le digo nada más,
y una breve risa de regreso le ofrezco.
Sigo sin saber por qué habiendo tantos tipos increíbles ahí afuera se fijó en mí.
Sigo sin entender por qué elegirme a mí.
No estoy en condiciones de darle todo lo que se merece,
a penas si solo sé quererla como mejor puedo,
sin embargo, mientras dure su amor,
seguiré mejorando,
seguiré avanzando,
seré mejor persona,
y lo seguiré haciendo hasta que ella se canse,
hasta que me olvide;
y yo, solo sea otro más que pasó por su vida regalándole todo el amor que en el camino me sea posible recoger.
Mayer
Yo, a veces, me paso de pendejo.
Yo no soy un tipo genial, ni un hombre de verdad;
pocas son mis virtudes, si es que alguna poseo;
aunque de más de un millar son mis defectos
y para encontrarlos no hay que buscar más de un segundo.
Entonces me pregunto,
¿qué problema tiene en la cabeza esa mujer para atreverse a decir que me ama?,
debe ser que no me conoce del todo;
debe ser que se ha olvidado de quien soy.
Cada vez que me dice que un pretendiente le ha regalado algo,
que la han invitado a salir,
que han hecho por ella esto y lo otro,
y me cuenta quienes son,
yo, yo me siento un inútil;
es inevitable no compararme;
los hombres siempre buscan competir, lo llevan en la sangre;
y yo, solo de pensarlo ya sé que he perdido,
entonces no le digo nada más,
y una breve risa de regreso le ofrezco.
Sigo sin saber por qué habiendo tantos tipos increíbles ahí afuera se fijó en mí.
Sigo sin entender por qué elegirme a mí.
No estoy en condiciones de darle todo lo que se merece,
a penas si solo sé quererla como mejor puedo,
sin embargo, mientras dure su amor,
seguiré mejorando,
seguiré avanzando,
seré mejor persona,
y lo seguiré haciendo hasta que ella se canse,
hasta que me olvide;
y yo, solo sea otro más que pasó por su vida regalándole todo el amor que en el camino me sea posible recoger.
Mayer
jueves, 12 de marzo de 2020
CIELO... BRUNO...
Seguiré escribiendo hasta perder el aliento,
hasta quedarme sin manos,
hasta cansarme de todo esto;
hasta que vengas por mí.
Porque no es fácil caminar en este mundo sin amigos,
mucho menos andar sin tener a alguien en quien confiar;
no es fácil ser un niño resentido;
tampoco me es fácil dejar de odiar.
No tengo lo que quisiera;
no disfruto lo que poseo;
he perdido lo que más he querido;
se fueron sin mí.
Qué iba a ser entonces de la vida un miserable que solo sabe ganarse el desprecio.
Qué iba a ser de un imbécil que le gusta compartir y hablar, pero no tiene con quién.
De qué le sirve su sonrisa, si solo la recibe el espejo,
para qué le sirve su calor, si el frío de la soledad lo consume.
¡¿De qué me ha servido esto dime?!
¿Por qué no me has vuelto a hablar?
¿Por qué ya no escucho tu voz en el viento?
¡¡¡¿POR QUÉ TE TENÍAS QUE HABER MUERTO?!!!
¡¡¿POR QUÉ TAMBIÉN A MI PERRO?!!
¡¿POR QUÉ ME DEJARON SOLO EN ESTE MUNDO DE IDIOTAS?!
Si sabían que yo no era para nada fuerte,
¿por qué me dejaron aquí?
Incomprendido;
malherido;
sin nada que decir;
y sin poder callarme, solo por temor a oír las extrañas voces que reclaman mi alma cuando hay silencio.
Malayerba
hasta quedarme sin manos,
hasta cansarme de todo esto;
hasta que vengas por mí.
Porque no es fácil caminar en este mundo sin amigos,
mucho menos andar sin tener a alguien en quien confiar;
no es fácil ser un niño resentido;
tampoco me es fácil dejar de odiar.
No tengo lo que quisiera;
no disfruto lo que poseo;
he perdido lo que más he querido;
se fueron sin mí.
Qué iba a ser entonces de la vida un miserable que solo sabe ganarse el desprecio.
Qué iba a ser de un imbécil que le gusta compartir y hablar, pero no tiene con quién.
De qué le sirve su sonrisa, si solo la recibe el espejo,
para qué le sirve su calor, si el frío de la soledad lo consume.
¡¿De qué me ha servido esto dime?!
¿Por qué no me has vuelto a hablar?
¿Por qué ya no escucho tu voz en el viento?
¡¡¡¿POR QUÉ TE TENÍAS QUE HABER MUERTO?!!!
¡¡¿POR QUÉ TAMBIÉN A MI PERRO?!!
¡¿POR QUÉ ME DEJARON SOLO EN ESTE MUNDO DE IDIOTAS?!
Si sabían que yo no era para nada fuerte,
¿por qué me dejaron aquí?
Incomprendido;
malherido;
sin nada que decir;
y sin poder callarme, solo por temor a oír las extrañas voces que reclaman mi alma cuando hay silencio.
Malayerba
miércoles, 11 de marzo de 2020
TE SUEÑO
habrá de soportar todas las inclemencias del invierno.
Yo, por lo tanto,
he de dar aguante, solo por querer derretirme en tu boca
he de dar aguante, solo por querer derretirme en tu boca
igual que un helado de fresa en los labios hambrientos de un infante.
Y todo esto en sopor y resbalo de mi agobiada alma;
harto afligido; harto cansado de tanta espera.
Mas en la esmerada paciencia que aflora cuando no hay más camino que la dilación,
yo te pienso;
y de pensarte, te sueño;
y en el sueño, te someto a una incontable cantidad de besos, que no tienen igual.
Mayer
Mayer
martes, 10 de marzo de 2020
ENTRE LÍNEAS
Hay situaciones en las que por la lejanía de quienes se aman,
el amor suele ser bello y tranquilo para evitar problemas,
pero llegan los ratos en los que la pareja entra en la corriente de miedos sin sentido y celos sin fundamento.
La gran mayoría opta por dejarse de hablar, luego de hablarse con palabras dolorosas demás,
y al volver, olvidan lo ocurrido y se perdonan sin mayor inconveniente.
Pero el caso del par que hoy presento,
es que no son simples mundanos jugando a quererse;
es la realidad de un dúo poético que sabe bien aprovechar sus emociones.
Si de amarse es el caso, proliferan textos llenos de cariño sin igual,
y en los que se tiende el cielo de alfombra a los pies del otro.
No obstante, si una discusión aflora,
la madurez y tolerar al ser querido se tiran por la borda,
y en un poema se puede asesinar con el mayor perverso deleite a quien tanto se ama,
solo por llevar a cabo la orden de los resentidos:
"si no eres mío o mía, no serás de nadie más".
Plasmo aquí el verdadero espíritu del que está poeta,
porque poeta nunca eres;
y poeta solo estás cuando la inspiración grita a viva voz que dejes salir el dolor en letras,
o, rellenes libros con palabras de amor.
Así es como la vida de un marginado se manchó de color al toparse con una princesa de gustos amargos.
Dejo entrever aquí, que mi amor es tan frágil como un copo de nieve a las brasas,
y despejo la duda de que quien me ama,
puede atacarme a cuchillo por la espalda solo por capricho.
Es una relación insana,
es una pasión que desborda algarabía.
Es una gorda con un deje de amor egoísta;
es un negro sin vicios, más que ser adicto al placer de sus besos.
Eso soy,
eso somos:
dos inmaduros jugando a quererse.
Mayer
el amor suele ser bello y tranquilo para evitar problemas,
pero llegan los ratos en los que la pareja entra en la corriente de miedos sin sentido y celos sin fundamento.
La gran mayoría opta por dejarse de hablar, luego de hablarse con palabras dolorosas demás,
y al volver, olvidan lo ocurrido y se perdonan sin mayor inconveniente.
Pero el caso del par que hoy presento,
es que no son simples mundanos jugando a quererse;
es la realidad de un dúo poético que sabe bien aprovechar sus emociones.
Si de amarse es el caso, proliferan textos llenos de cariño sin igual,
y en los que se tiende el cielo de alfombra a los pies del otro.
No obstante, si una discusión aflora,
la madurez y tolerar al ser querido se tiran por la borda,
y en un poema se puede asesinar con el mayor perverso deleite a quien tanto se ama,
solo por llevar a cabo la orden de los resentidos:
"si no eres mío o mía, no serás de nadie más".
Plasmo aquí el verdadero espíritu del que está poeta,
porque poeta nunca eres;
y poeta solo estás cuando la inspiración grita a viva voz que dejes salir el dolor en letras,
o, rellenes libros con palabras de amor.
Así es como la vida de un marginado se manchó de color al toparse con una princesa de gustos amargos.
Dejo entrever aquí, que mi amor es tan frágil como un copo de nieve a las brasas,
y despejo la duda de que quien me ama,
puede atacarme a cuchillo por la espalda solo por capricho.
Es una relación insana,
es una pasión que desborda algarabía.
Es una gorda con un deje de amor egoísta;
es un negro sin vicios, más que ser adicto al placer de sus besos.
Eso soy,
eso somos:
dos inmaduros jugando a quererse.
Mayer
sábado, 7 de marzo de 2020
ELIZABETH
Y toda rabieta, toda agitación negativa,
toda explosión de malas sensaciones se borran cuando vuelve ella.
Porque ella trae una sonrisa,
una mirada,
y a veces una lágrima;
pero también, inevitablemente: la calma.
No importa cuánto se haya oscurecido el mundo,
no importa si aquí dentro no deja de llover,
no importa si muero en cada atardecer.
Porque ella es mi luz;
mi cobijo;
y mi vida.
Así que ahí andamos;
celándonos como dos jóvenes idiotas;
reclamando los halagos ajenos;
imponiendo nuestro lugar en el corazón del otro sin dar cabida a nadie más.
Y qué se le va a hacer,
jugar a ser propiedad del otro
sabiendo que nunca lo podrás tener,
es cosa divertida.
Porque al no poder poseerte, mujer,
al no poder poseerte...
solo me queda amarte
a lo que marque el corazón.
Mayer
toda explosión de malas sensaciones se borran cuando vuelve ella.
Porque ella trae una sonrisa,
una mirada,
y a veces una lágrima;
pero también, inevitablemente: la calma.
No importa cuánto se haya oscurecido el mundo,
no importa si aquí dentro no deja de llover,
no importa si muero en cada atardecer.
Porque ella es mi luz;
mi cobijo;
y mi vida.
Así que ahí andamos;
celándonos como dos jóvenes idiotas;
reclamando los halagos ajenos;
imponiendo nuestro lugar en el corazón del otro sin dar cabida a nadie más.
Y qué se le va a hacer,
jugar a ser propiedad del otro
sabiendo que nunca lo podrás tener,
es cosa divertida.
Porque al no poder poseerte, mujer,
al no poder poseerte...
solo me queda amarte
a lo que marque el corazón.
Mayer
viernes, 6 de marzo de 2020
SILLA ROJA (+18)
Me abrazó por la espalada;
comenzó a besarme el cuello;
a acariciar mi pecho,
me desabrochó la camisa.
Hizo que me corriera un poco y le diera campo para poder sentarse sobre mis piernas,
y así lo hice.
y así lo hice.
Sin más adornos que una camisa que le dejaba el ombligo expuesto
y una tanga rosa de princesa,
halló comodidad sobre mis muslos;
me miró fijamente y me dijo que no tendría que parar,
que siguiese en lo mío mientras ella hacía lo suyo.
Yo que en otra cosa no podía pensar más que en devorar toda su feminidad,
entendí lo que Juliana me proponía, y acepté el reto:
Contenerme cuanto me fuese posible en tanto su orgásmico cuerpo hacía todo lo concerniente por llevarme por el camino hacía su infierno.
Sonriente me besaba el cuello sin cesar;
jugaba con mi barba,
sumergía ardorosamente sus manos en mi pecho;
rebuscaba cada pizca de calor en mi seno y lo hacía florecer.
Para entonces yo ya tenía la polla más dura que una roca de granito,
y mis manos ya no sabían seguir las indicaciones de mi cerebro,
y las líneas de un fino texto en las que se suponía compondrían una historia de amor inocente,
plasmaban poco después de la llegada de July, una sarta de burradas y lascivas intenciones,
escribía ya para entonces cosas como:
"Comerte July, solo eso quiero.
Chuparte toda.
Perderme en tus escondrijos de perversión pútrida.
Ahogarme amamantando tus tetas.
Saciar mi sed con la saladez de tu sabor"...
Yo ya no podía continuar, era natural,
soy hombre débil ante la buena carne,
ante la blanca pureza de una puta que decía ser toda mía.
Una compañera a la que cambiarla con todo el oro existente era una cuota demasiado pobre.
Es el recuerdo de una mujer que en mi corazón guarda reposo.
Así que renuncié a la competencia,
y me rendí a sus pies.
Una vez más ella ganaba el juego,
y yo era tan dócil bajo su mando,
que ella podía hacer conmigo cuanto quisiera.
Era el precio de perder en el duelo;
y era mi regalo ser todo suyo.
La silla roja frente al escritorio donde se quedaron olvidadas mis historias,
trae a mi memoria los inimaginables ratos de pasión.
Noches de faena y gloria absoluta,
noches de gozo que son imposibles de relatar en los libros,
porque hacerlo sería un irrespeto a nuestro acto delictivo.
Plasmar en el papel lo que Juliana conseguía provocar,
debe darse como tarea a la imaginación más enferma y más perversamente sexual que cada uno podrá crear.
Malaya
y una tanga rosa de princesa,
halló comodidad sobre mis muslos;
me miró fijamente y me dijo que no tendría que parar,
que siguiese en lo mío mientras ella hacía lo suyo.
Yo que en otra cosa no podía pensar más que en devorar toda su feminidad,
entendí lo que Juliana me proponía, y acepté el reto:
Contenerme cuanto me fuese posible en tanto su orgásmico cuerpo hacía todo lo concerniente por llevarme por el camino hacía su infierno.
Sonriente me besaba el cuello sin cesar;
jugaba con mi barba,
sumergía ardorosamente sus manos en mi pecho;
rebuscaba cada pizca de calor en mi seno y lo hacía florecer.
Para entonces yo ya tenía la polla más dura que una roca de granito,
y mis manos ya no sabían seguir las indicaciones de mi cerebro,
y las líneas de un fino texto en las que se suponía compondrían una historia de amor inocente,
plasmaban poco después de la llegada de July, una sarta de burradas y lascivas intenciones,
escribía ya para entonces cosas como:
"Comerte July, solo eso quiero.
Chuparte toda.
Perderme en tus escondrijos de perversión pútrida.
Ahogarme amamantando tus tetas.
Saciar mi sed con la saladez de tu sabor"...
Yo ya no podía continuar, era natural,
soy hombre débil ante la buena carne,
ante la blanca pureza de una puta que decía ser toda mía.
Una compañera a la que cambiarla con todo el oro existente era una cuota demasiado pobre.
Es el recuerdo de una mujer que en mi corazón guarda reposo.
Así que renuncié a la competencia,
y me rendí a sus pies.
Una vez más ella ganaba el juego,
y yo era tan dócil bajo su mando,
que ella podía hacer conmigo cuanto quisiera.
Era el precio de perder en el duelo;
y era mi regalo ser todo suyo.
La silla roja frente al escritorio donde se quedaron olvidadas mis historias,
trae a mi memoria los inimaginables ratos de pasión.
Noches de faena y gloria absoluta,
noches de gozo que son imposibles de relatar en los libros,
porque hacerlo sería un irrespeto a nuestro acto delictivo.
Plasmar en el papel lo que Juliana conseguía provocar,
debe darse como tarea a la imaginación más enferma y más perversamente sexual que cada uno podrá crear.
Malaya
miércoles, 4 de marzo de 2020
GOZAR LA ESTUPIDEZ
Los hombres por ser hombres tienen derecho a ser fuertes y feos.
Las mujeres por ser mujeres, tienen derecho a ser bonitas y delicadas.
Pero como en este mundo cada uno hace lo que le dé la puta gana,
hoy vemos tremendos afeminados repartiendo el ojete gratis,
y montones de machorras que les estorban las tetas y las nalgas para querer ser iguales a los hombres.
Patas arriba y de culo al abismo vamos,
y yo me río porque otra cosa no se puede hacer.
Para para pasar el tiempo, gozar de la estupidez humana es menester.
Pero ocurren casos que sobrepasan el aparente límite,
como hoy que una enfermera mirando a un paciente que fracturado de pierna y brazo se halla en estado inmóvil por el dolor,
le hace levantar y ponerlo en una silla de ruedas,
y una vez puesto, al ver que no es posible llevarlo así a otra sala,
hace que lo suban a la camilla nuevamente,
cansando a sus acompañantes y demostrando que más bruta no se puede ser, pues el sentido común de evitar la situación era obvio.
—¡¿Pero qué demonios Malaya?!, ¡¿Dónde está el poema de hoy?!— me gritan,
y yo les contesto: —¿Cuál poema hijos de puta?, ¡si ni siquiera soy poeta!—
—¿Y esos versos con amor a la gorda qué?, ¿y esas reflexiones llenas de grotesco sabor qué?, ¿qué son?— replican.
Y yo les contesto: —Lo primero, es solo un amor por alguien que lo vale todo. Y lo segundo, solo es un montón mierda que sale de vez en cuando—.
—Pues qué mierda tan buena— responden, —no dejes de crear y no dejes de inventar, que aquí solo venimos a leer tus letras— añaden.
Y yo no sabía que decir a parte de un "gracias" bien sentido.
Leerme a mí, vaya cosa,
hay que estar medio ido para creer que soy grande,
y todavía más pendejo para compararme con Neruda, García Lorca, Benedetti, y un tal Bukowski.
Pero lo hacen, y yo digo,
no insultéis esos buenos nombres,
que si han sobrevivido en el tiempo, es porque algo bueno tendrán.
Así que no esperen tanto de mí, que yo...
yo solo soy un fracasado que habla demás.
Malayerba
Las mujeres por ser mujeres, tienen derecho a ser bonitas y delicadas.
Pero como en este mundo cada uno hace lo que le dé la puta gana,
hoy vemos tremendos afeminados repartiendo el ojete gratis,
y montones de machorras que les estorban las tetas y las nalgas para querer ser iguales a los hombres.
Patas arriba y de culo al abismo vamos,
y yo me río porque otra cosa no se puede hacer.
Para para pasar el tiempo, gozar de la estupidez humana es menester.
Pero ocurren casos que sobrepasan el aparente límite,
como hoy que una enfermera mirando a un paciente que fracturado de pierna y brazo se halla en estado inmóvil por el dolor,
le hace levantar y ponerlo en una silla de ruedas,
y una vez puesto, al ver que no es posible llevarlo así a otra sala,
hace que lo suban a la camilla nuevamente,
cansando a sus acompañantes y demostrando que más bruta no se puede ser, pues el sentido común de evitar la situación era obvio.
—¡¿Pero qué demonios Malaya?!, ¡¿Dónde está el poema de hoy?!— me gritan,
y yo les contesto: —¿Cuál poema hijos de puta?, ¡si ni siquiera soy poeta!—
—¿Y esos versos con amor a la gorda qué?, ¿y esas reflexiones llenas de grotesco sabor qué?, ¿qué son?— replican.
Y yo les contesto: —Lo primero, es solo un amor por alguien que lo vale todo. Y lo segundo, solo es un montón mierda que sale de vez en cuando—.
—Pues qué mierda tan buena— responden, —no dejes de crear y no dejes de inventar, que aquí solo venimos a leer tus letras— añaden.
Y yo no sabía que decir a parte de un "gracias" bien sentido.
Leerme a mí, vaya cosa,
hay que estar medio ido para creer que soy grande,
y todavía más pendejo para compararme con Neruda, García Lorca, Benedetti, y un tal Bukowski.
Pero lo hacen, y yo digo,
no insultéis esos buenos nombres,
que si han sobrevivido en el tiempo, es porque algo bueno tendrán.
Así que no esperen tanto de mí, que yo...
yo solo soy un fracasado que habla demás.
Malayerba
BRUTA
Y cada vez te siento más lejos,
y es imposible no extrañarte.
Y sé que tienes miedo de que diga que he encontrado a alguien más y tú hayas quedado relegada.
Tienes miedo de no volver a escuchar uno de mis "te amos".
Tienes miedo de no volver a sentir mis caricias;
sin embargo, no haces nada para remediarlo,
y lo echas a perder con tus arrebatados celos.
Así que no me juzgues si un día aparece abrasada a mi pecho una bella dama,
y ella en su rostro deje ver la felicidad de amarme.
No te sientas mal si en la calle me ves agarrando a besos a otra mujer.
No sientas rencor si los brazos de otra fémina reciben mis días grises y los pintan de colores.
No te sientas mal de haber dejado ir a un idiota que daba la vida por ti...
—¿Qué haces?
y es imposible no extrañarte.
Y sé que tienes miedo de que diga que he encontrado a alguien más y tú hayas quedado relegada.
Tienes miedo de no volver a escuchar uno de mis "te amos".
Tienes miedo de no volver a sentir mis caricias;
sin embargo, no haces nada para remediarlo,
y lo echas a perder con tus arrebatados celos.
Así que no me juzgues si un día aparece abrasada a mi pecho una bella dama,
y ella en su rostro deje ver la felicidad de amarme.
No te sientas mal si en la calle me ves agarrando a besos a otra mujer.
No sientas rencor si los brazos de otra fémina reciben mis días grises y los pintan de colores.
No te sientas mal de haber dejado ir a un idiota que daba la vida por ti...
—¿Qué haces?
—Nada.
—¿Qué es eso?
—Nada.
—¡PRESTA ACÁ!
—¡OE! ¡DEVUÉLVELO!
—No...
—En-tré-ga-me-lo...
—¿Es en serio?
—...
—¿Te sientes tan varón como para decirle eso?, jaja.
—No molestes, imbécil.
—Jaja...
—No sabes nada...
—No, es cierto, sólo sé que te faltan otros 100 años para que adquieras la fortaleza de decirle eso a ella;
para que le hagas creer que se pierde de mucho y que le duela;
cómo si no conocieras a esa mujer,
cómo si hubieses olvidado que ella está por encima de cualquier prototipo de perfección,
y que eres solo un pendejo que por pura y puta suerte encontró el camino de llegar a su corazón,
pero no por ello eres diferente de cualquier otro inútil que pueda ocupar tu lugar.
Me quedé callado.
Tenía razón,
Tenía razón,
la tenía toda,
¿quién era yo a lado de ella?,
solo un insignificante gusano molesto,
ella es todo lo que se considera una "hembra de verdad" en este mundo y los otros.
Mujer de carácter,
mujer de respeto;
digna trabajadora y responsable,
eficiente y muy amable;
dulce, y cuando se requiere, tan amarga como un café cargado sin azúcar;
y tan fuerte, que hasta el más aguerrido se quedaría rezagado si cometiera el error de competir con ella en el camino de la vida.
Y sin embargo, ahí estaba yo,
escribiendo tonterías dictadas por un corazón gritón que quería llamar un poco su atención;
como si no fuera suficiente con que me haya entregado un poco de su amor.
a mí, que desde todo punto de vista, soy un fracaso,
y al cuál solo una bruta o una muy demente se atrevería a brindar afecto.
Yerbita
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