domingo, 30 de julio de 2023

CIERVO

Todo cura, todo sana, todo tiene, medicina dentro...

Hace rato vengo queriendo escribir esto , pero no sé si realmente merezca la pena leerlo, porque, no mamen, esto que les diré, les importa un culo, jaja, de verdad, es una puta mierda, jajajaja

Esto no es literatura, señora, no de esas mierdas que está acostumbrada a leer para no ver el mundo que tenemos ahí fuera, y cómo nos pide a gritos un auxilio a su favor. Lo estamos matando, señores moralistas, y a ustedes y a su puto egoísmo, les importa un culo dejarnos a todos sin hogar. No crea que me importará menos, si me tiro unos humildes gargajos bien sabrosones en la boca de quienes se sientan aludidos, en forma de sensatos insultos, ¡MALDITOS HIJUEPUTAS!... oooohh qué rico que se siente (explote aquí con la misma expresión en la cara luego de tener un orgasmo con amor).

Tengo frío, cuando debería estar muriendo de calor, en verano. Otros, a la vuelta se están asando a 50° Celsius, CELSCIUS GRADOS, ¡¡¡BOBOS TRIPLEPERRA HIJUEPUTAS!!! (Aquí con la expresión de rabia). Esto no da risa.

Cualquier insulto es válido, si se trata de menospreciar a esos idiotas, que se llaman ignorantes, pero que se dicen asimismo, «personas», que hacen justo lo a que arriba prodigué. Y no me salgan con que todos ignoramos algo, porque yo solo ignoro lo que de verdad importa, como el por qué mi perra de hermoso y reluciente oscuro pelo, como el fondo de un agujero negro, y blanco, como la más pura de las almas, ¡¡¡¡¿ESTÁ REVOLCÁNDOSE EN EL CADÁVER DE UN CUERVO PARA IMPREGNARSE DE UN PUTO HEDOR A MORTECINA?, LA MADRE QUE ME PARIÓ...CAGO EN LA PUUUUTAAAAA!!!! (Aquí con expresión de resignación obligada)

¿Me importa lo que pienses de mí, dices? Porque ¡vaya que me piensas!, para siquiera pensar en preguntar aquello tan evidente.

Pero acércate más y te digo la verdad, no, ven, más cerca, vengaaaa, un poquito más, no tengo fuerzas ya para decirlo alto, eso aquí, en el oído, en el oído está bien, —¡¡¡ME IMPOOOOORTAAAA UN REVERENDO CUUUULOOOOO!!!, y no me arrepiento de putearlos, no me arrepiento de tratarlos como se lo merecen... —Con ese último susurró en este mundo, se desvaneció lentamente el pequeño ciervo, tras mucho tiempo de vagar como el último sobreviviente por lo que quedaba de su bosque, que, ahora, era solo un charco de arena muerta cerca a una ciudad que se extendía como un monstruo devorando todo a su paso.


Malayerba 

viernes, 21 de julio de 2023

A Oscar:

Puedes odiarlo todo; el mundo, la vida, esta sociedad podrida. Adelante, eres libre de hacerlo. Pero la pregunta es, que si no te piensas matar o acabar tu existencia indirectamente, si no tienes las agallas de coger al toro por los cuernos, lo más rápido posible, ¿qué ganas con actuar así?

Pasarte el tiempo echando piñas, tirando porras, lanzando putazos a cañonazos. ¿Qué carajos ganas? ¿Eh? ¡¿EH?! ¡¿QUÉ GANAS, HIJO DE PUTA?!

Ya vengo, iré a ver las estrellas, antes de que amanezca.

No recuerdo cuándo ni cómo empecé a fumar, primero por moda, presión social, luego por gusto, por hacer más disfrutables las noches frías del Valle. Ahora, heme aquí, postrado en esta cama, muriendo por una enfermedad consecuente al vicio y ahora solo me queda decir: ¡VIVÍ BIEN! ¡Chúpenla, cabroooooneeeeeesss! ¡JAJAJAJA!

—Oe, oe, ¡¿qué crees que haces, imbécil?! —susurró con las pocas fuerzas que le quedaban.

—Pero creí que ya...

—¿Ya qué?

—Ya estaba muerto, señor —Respondió el afeminado enfermero.

—Pues no me quieras tanto, maricón. Ahora deja quieta la puta canción, pedazo de inútil.

—Sí, sí, ya, tranquilo.

—Tranquilo nada, no pasaré de esta noche. Es una clínica de renombre. Pagué con todo lo que tenía para morir tranquilo, oyendo un buen tema para mi final, y vienes tú a cambiarla por un reguetón salido del culo de algún estúpido, ¿y pretendes que esté tranquilo? ¡Ve a joder a tu madre, mocoso de mierda!

—Sí, ya, perdone, ya me voy. Descanse —descanse en paz y sufra mucho en el infierno, viejo malparido— susurró para sus adentros el joven, sabiendo que el anciano, pese a su avanzada edad, podía escucharlo.

Y entonces la puso donde quedó, y sin pensarlo, se detuvo a contemplar un colibrí que asomaba en la ventana, la abrió y el pajarillo entró, revoloteó por la habitación y se posó en la nariz del abuelo hasta que este cerró los ojos lentamente. Con una leve sonrisa se fue apagando su vida, mientras en su cabeza la música le arrullaba el corazón, la canción con la que empezó todo:

«Ahora alza la cabeza.
Por algo se empieza.
Sal a caminar y observa la naturaleza.
Pero si tropiezas, párate enseguida y endereza.
Y es que siempre triunfa el que no cesa.


Persevera por lo que tú más quieras.
Sal hacia adelante, pero sal a tu manera.
Ve con la verdad.
Siente la pura felicidad al actuar con bondad, woah.
Vibra postiva, positive vibration.
My reggae musica connection.
Eres especial ante Jha.
Él te regalo el cuerpo y alma para tu felicidad.
Ahora siéntete amado.
Y siéntete querido por aquel que no te quiere ver caer.
Pero ten fe y sé fuerte porque un nuevo día está por empezar.
Y alguien quiere verte bien.


Y entonces en qué quedamos.
Tiramos para arriba o nos achacamos.
Te aconsejo que levantes la mirada.
Y hagas como que aquí no ha pasado nada»…


https://youtu.be/lFw6sxMGIHk


Malayerba

miércoles, 12 de julio de 2023

DEL PASEO DE MIÉRCOLES

Siento que debo escribir esto, porque de alguna forma me veo obligado a demostrar una vez más, que cuando la intuición te habla, debes escucharla. 

Así pues, llegué del trabajo. Anochecía y un manto blanco se deslizaba por las montañas, era un fuerte aguacero lo que asomaba. Me dolía la cabeza, y decidí que no saldríamos y así se los dije: No, niñas, hoy no salimos porque va a llover. Ellas solo me miraron tristes y al rato, una se puso a llorar.

Salí de ducharme y me encontré con que el agua celestial había desaparecido y, si no es porque era ya de noche, el sol habría asomado por completo. Así que, arreglado el clima, no hubo más remedio que retractar mis palabras y salir a dar el paseo, a lo cual, ellas cambiaron de energía y a la hiperactividad dieron salida. 

Todo normal, hasta que diez minutos después, Perla se apartó y corrió en dirección equivocada y por más que la llamé, no volvió y quise enfurecerme, pero mejor no, así que proseguí el camino con Sasha. Momentos después, Perla nos alcanzó. Y un minuto después, el agua comenzó a caer, levemente, suavemente, una ligera llovizna, de esas que te acarician la piel.

Llegados al punto de regreso, y como si algo me dijera que hoy vayamos más allá, decidí obedecer a la intuición  y alargué el paseo un poco más, y claro, era por eso.

Pues llegué a una cancha de futbol, y permítame, amigo lector,  detallarle el lugar, para que se haga a la idea de lo que hizo que me sintiera como me sentí. Hay una cancha enorme de futbol a lado izquierdo en una hondonada, una calle pavimentada de unos quince o veinte metros de ancho, cruza por el lado de arriba. Y del lado derecho hay unos lotes de terreno, y para ser precisos, un árbol enorme y algo de maleza en lo que dura la manzana. Hay que añadir que no hay luz en ese tramo por la ausencia de viviendas y una lampara se separa de la otra por la manzana misma.

¿Qué ocurrió? Pues que iba yo tranquilo por la calle solitaria y de pronto, ¡guau! ¡Guau!, y yo, shht, y ella, ¡guau! y yo, shht, y luego las dos ¡guau, guau! y yo, yaaaa, yaaa, ¿qué fue?, ¿qué pasó? y me fui acercando al árbol donde ellas ladraban, y alcancé a vislumbrar un bulto de basura, pero para asegurarme, encendí la linterna del cel y hablando a la más bulliciosa me fui acercando, mientras le decía: Qué fue, no hay naaaadaa, vaaam... ¡UPS! ¡JAJAJAJAJA!

Una vez estuve lo suficientemente cerca para ver qué hijo de puta fue capaz de tirar una bolsa de basura habiendo sitio donde depositarla, lo que vi, fueron cuatro piececitos temblando, bien recogidos, doblados en busca de una posición fetal, y más arriba una chica abrazando a su chico que también la abrazaba y con unas ramitas cubriéndose la cara para no ser reconocidos. Pero como tenía dolor de cabeza, no dejaba de ver basura, así que me acerqué más y mi perra ladrando fuerte opacaba los quejidos de susto de la muchacha, y fue ahí cuando miré una cicla adornando el lugar. Y reparé en que no era basura sino una parejita dándose amor del bueno a la orilla de la vía... donde transitan vehículos... motos... personas... al pie de un árbol, pero más allá, donde unas plantas hacían de cama... ¡Joder! ¿Es posible ser tan urgidos? Lo gracioso al final fue que no fue la presencia de las perras, si no la mía la que terminó por avergonzar a la pareja. ¿Y qué más podía hacer? Reír es cosa natural en mí, jajaja. A mí no me habría gustado ser interrumpido así, pero bueno, hay que avisar pa la próxima, jajaja. El dolor de cabeza desapareció un poco.

Luego, llegados al parque, por la llovizna estaba prácticamente vacío, pero no en el centro de una cancha interdisciplinaria, porque ahí terminó de irse mi dolor cuando vi a dos chicas rondando los dieciséis, solitas, con un parlante a todo volumen y una parada mirando a la otra que, con licra negra y camisa, movía el culo de la manera más sabrosona posible, de pie lo meneaba, ora a un lado, ora al otro, y de pronto, al piso, y ese trasero se repartía entre el suelo y el cielo, y yo, yo no podía hacer más que disfrutarlo, porque, qué más. 

Todo apuntaba a que cuando tienes cierta sensación de ir por aquí o por allí, o de hacer esto, debes hacerlo. Sí, hoy no pensaba salir por la lluvia, pero, al final, cuando debe alegrarse mi corazón al ser testigo de hechos singulares, no puedo negar que es el destino el que está llamando, y hay que obedecerlo. Lo seguiré obedeciendo más seguido, a ver qué me encuentro, jaja.

domingo, 9 de julio de 2023

VE POR ELLAS

Quiero matar a todo el mundo, Satán es bueno, Satán es mi amigo. 
Quiero matar a todo el mundo, Satán es bueno Satán es mi amigo

Las desgracias ocurren, cabroncito.
Las desgracias suceden y no están viendo si las vas a tomar bien o mal, solo suceden.
Así que, ¡acéptalo, cabrón! Acepta que ya fue, y sigue avanzando. 
¡¿Qué más puedes hacer?! 
¿Echarte a llorar cual marica?
¿Echarte a la desolación y la ruina?
¿Qué ganas con agrandar el sufrimiento? ¡¿Con qué fin aletargarlo, si nada hay más bonito que estar bien?! 

¡Levanta la mirada, coño! ¡QUÉ LEVANTES LA PUTA CABEZA, TE DIGO!

Hay mucho por hacer y poco tiempo para llevarlo a cabo.
Desperdiciarlo en la tristeza no es divertido.
Estar mal es sencillo, sufrir es bastante fácil, por eso la gracia radica en hacer lo contrario. Luchar por estar bien y sanos, que eso es lo primero; lo demás es secundario.

Levanta la mirada, chiquitín, que arriba hay un universo que espera ser conquistado. No permitas que las minucias de este mundo te alteren y hagan que pierdas la capacidad de ver lo esencial.
No permitas que el superfluo caos en el que se ha convertido tu vida te engañe los sentidos.
Hay una razón más profunda por la cual sigues vivo... Vivir, amigo mío, es más que simplemente respirar y mover el cuerpo, no deberías olvidarlo. 

Puedes creer cuanto gustes, pero al final, solo te tienes a ti mismo y hay una razón de mucho peso para que sea así. Habla con tu consciencia, es la única guía que tienes.

Así que levanta la mirada, pequeño, y sal ahí fuera. El camino es largo y necesitas experiencias para afrontar la existencia... ve por ellas.

Malayerba 

lunes, 26 de junio de 2023

DE LA BIBLIOTECA DE ALEJANDRÍA

El estrambótico sonido de la música impactó de lleno mis sentidos, miré al dj, a la gente bailando sobre la grama, 
luego alcé la vista al cielo, y lancé un susurro al viento, esperando encontrar una respuesta.

Luego un tiempo que parecía ser eterno, y más allá del trance del que era presa, me encontraba recostado sobre un auto, fuera del alcance del sonido directo. Entonces noté la presencia. 

—¿Estás bien? ¿Cómo te sientes?

Fue simple y llanamente hermoso oír su voz tras el manto de la sombras.
Tan dulce,
tan sensual, 
tan femenina, ¡joder!, era como oír la voz de la princesa que habita el horizonte donde se confabula la realidad con la magia. Y me estaba cuidando, a mí; cuando era yo quien se suponía debía cuidarla, no al revés. 

Pero ahí estaba, proclamando cuanta cosa se le cruzara por la mente con tal de decir algo, y me encantaba. Me deleitaba.
Bueno, cierto es, que realmente solo quería echarme a dormir porque el sueño era demasiado fuerte. Meditar e ir durmiendo lentamente era lo que quería. Cerrar mis ojos mientras miraba las estrellas. Era consciente de todo cuanto ocurría y me sentía fenomenal, pero era muy posible que ella me hubiese visto medio ido, aparentemente, 
medio mal, seguramente.
Pero lo más lógico es que hubiera confundido mi gozo con la inquietud que le producía la oscuridad de la que harto habíamos filosofado, por eso me hablaba con las mismas palabras que yo le había transmitido poco antes. Me quería reír, pero no me atreví. Me gustaba oírla y que me dijera lo obvio. Simplemente era feliz teniéndola ahí, a mi lado, bajo un cielo que a cada minuto se tornaba más nublado.

Pero fue demasiado insistente y me sacó de mi ensimismamiento. Me llevó al baño cual desvalido y me obligó a refrescar la cara; yo me dejaba llevar como a un niño pequeño. Se sentía tan bien tener a alguien a mi lado en un momento tan extraño. No se lo dije, pero era evidente que en ese momento la quería más que nada en el mundo. Espero la próxima vez, ir más descansado, que el no dormir lo suficiente y consumir más de lo necesario, siempre tiene su consecuencia.

Malaya

miércoles, 14 de junio de 2023

DE LA AUSENCIA DE LA INTELIGENCIA

Mi existencia se resume a un simple meme, solo tenía que hacer una cosa... y la hice mal. Lo peor de todo es que ni se cómo debo sentirme, porque en el fondo me vale verga. ¿Debería renunciar a ser parte de la sociedad productiva y retirarme a la montaña a vivir entre las pocas bestias que todavía quedan y morir en el momento preciso, o simplemente seguir intentando y sacar un título que a fin de cuentas no me veo usándolo?

Qué pensáis vosotros si al final no «quiero ser alguien», como cuando de niño se nos pregunta, ¿qué quieres ser cuando seas grande? Y la respuesta típica que las pocas neuronas que teníamos desarrolladas para pensar solo nos hacían responder, «quiero ser alguien en la vida», dando a entender que ser alguien, era ser una persona adulta grandiosa dejando su huella por donde camine.

¿Qué pasa si cometí el error de apuntar hacia allá, cuando mi corazón decía que solo quería ser un vagabundo? ¿Aún hay tiempo de cambiar? ¿Puedo lograr el sueño de no soñar con la grandeza, sino moverme entre los desdichados, los inadaptados y los desvalidos, con la mente perdida y el alma atormentada, bailando con los monstruos que llevo dentro?

Al final, a quién le importa lo que haga el otro. Al final, terminar la partida es fácil. Salir del juego es sencillo, si se aburre uno de la vida.
Pero por qué siento que voy a arrepentirme si me rindo, como si desde el fondo, algo me dijera, «cabrón de mierda, no vengas con esas tonterías, apagar el brillo antes de alumbrar lo máximo no es lo correcto. Poné la cara dura y apretad el culo, que todavía falta mucho por hacer»...


Yerba

domingo, 11 de junio de 2023

UN CASO FORTUITO

—¿Por qué lo hice? Hummm, por gusto, ja, ja, ja. ¿Qué otra opción quedaba? Me iba a arruinar la vida por algo que no había hecho. Para eso, mejor hacer justo por lo que se me estaba acusando e irme sabiendo que ahora sí había razón, ¿no?

—Y entonces le tocó las nalgas a mi clienta.

—Y le metí este dedo en el culo —dice levantando el dedo corazón.

Se oyen murmullos de odio y repulsión por parte de unas féminas y risas contenidas por parte de unos cuantos degenerados.

—No hay más preguntas, señor juez.

—Tampoco hay más razón para avanzar el caso —dice el juez, tras deliberar unos instantes, o lo que le dura el suspiro—. El acusado queda libre. ¡Caso cerrado! —añade.

Todos se quedan expectantes, impresionados, asombrados. El acusado estaba libre. El mismo que días antes había agarrado a esa mujer por un costado, le apretó fuertemente las manos con su mano cual tenaza, le levantó la falda, le acarició con lascivia sus nalgas, le metió la mano entre las bragas e introdujo su grueso y tosco dedo en el agujero anal de la dama, que, gritando, no tanto por el placer que sentía al ser penetrada, o por el dolor al entrar sin lubricante, sino por la vergüenza de estar siendo ultrajada y grabada en directo en medio de la plaza para todo el mundo que se hallaba conectado.

Estaba libre ese perverso, ese degenerado, ese enfermo hijo de puta, había sido absuelto en contra de todo pronóstico, y se atrevía a sonreír humildemente orgulloso sabiendo que la justicia existía y era él el beneficiario. Nadie lo podía creer. Es más, ni él mismo en el fondo podía entender qué coño significaba aquello, la buena suerte nunca se había puesto de su lado, y en su fuero interno, sabía que algo más grande estaba ocurriendo sin notarlo.

Lo que sí es cierto, es que nadie cuenta que antes de todo el asunto del manoseo, ella lo había acusado de haber sido manoseada por él, cuando él solo recogía el excremento de su mascota y al levantar la vista miró unas piernas muy hermosas y no pudo mostrar su máxima cara de adoración a la belleza. A lo que ella, al verlo feo, pero con una expresión que solo el gozo otorga, en un ataque de histeria por ser observada con ganas por parte de un ser inferior, decidió armar polémica y acusar al inocente de pervertido y asumiendo que el mundo estaba a favor de las quejonas como ella, tenía todas las de ganar. Claro, la gente lo rodeó y empezaron a gritar, tirarle cosas, escupirle, incluso alguien alcanzó a golpear a su compañía de cuatro patas, logrando que reventara en el acto, empezando por la culpable (como ya se ha narrado), y luego, por el que, creyéndose invisible y traspasable, cayó en la cuenta de que eso solo sucedía en la fantasía que produce la mente, porque no pudo evitar que su nariz se partiera en tres pedazos y su ojo empezara a ver rojo, producto de su misma sangre cuando el acusado arremetía cual bestia salvaje protegiendo a su cría.

Con todo ello, nadie se percató de que el juez se encontraba en sus días de penurias y bebía un trago de vodka en una banca, y desde allí, había sido testigo directo desde que la mascota olfateó en busca de la mejor postura para cagar y de ahí en adelante, todo el show subsiguiente.

Nadie sabía tampoco que en su sino, el juez era uno de los hombres más perversos de su tiempo, y dedicar sus acciones a su dios era su razón de vivir. Claro que esto no era algo reconocido, ni mucho menos comentado. En casa prodigaba una religiosidad absoluta para con la fe de los que se creen bondadosos por estar en la manada de los seguidores bíblicos. Y su mujer con sus hijos eran los más fervientes adoradores de un marido y un padre, a todas luces, más que ejemplar.

Hay que añadir también que nadie sabía que la joven dama, coprotagonista de la situación descontrolada, había matado a una criatura hace tiempo, aunque quizá no era una criatura aún, pues tenía apenas tres meses, pero el padre era un pobre diablo y ella no estaba para cargar con esa vergüenza.

En conclusión, para ahorrarle el sobre pensamiento, mi estimado lector, debe comprender que nadie más que el amable caballero que perdió los estribos por culpa de la incomprensión y las acusaciones infundadas por fuentes injustas, tenía una razón más que válida para su obrar: «Si te joden por algo que no has hecho, dales razones para que lo hagan».

jueves, 8 de junio de 2023

LUCIÉRNAGAS

De vez en cuando, retomo este vicio, porque morir pronto es la meta, y nada mejor que el amor para acelerar el proceso, cuando ya no está.
Destrózame, mujer.
Hazme pedazos, que hace mucho no sufro de verdad.

La noche me recuerda que con el tiempo se le coge cariño a la oscuridad, tanto que la ventana de mi habitáculo no se ha abierto en más de un año, y una cortina opaca la cubre, para recordarme que en la soledad y en la negrura del alma se encuentra la comodidad del perverso.

Levanto la mirada y, ¡bendita mierda!, qué cielo tan malparidamente hermoso el que me acompaña esta noche.

¿Cómo poder transmitir esa sensación de gozo que me suscita cuando, llegados al punto final, encuentro con que las estrellas se han bajado de la gran cúpula y titilan infinitamente por el amplio campo que se ha despejado?
Mas aún quedan muchas en el cielo y las que me rodean se han convertido en diminutas luciérnagas de intenso fulgor.

He visto una estrella fugaz y mi deseo ha sido tenerte aquí, a mi lado, para disfrutar de la belleza del cosmos desde una posición cómoda para todos.
Nosotros, expectantes, humildes espectadores de la magia,
y ellos, los astros, siendo las maravillas que deleitan nuestros ojos y el alma.

El deseo es pedirte a ti,
pedirte completa,
sin repuestos,
que el desgaste sea natural y a la hora de partir nos vayamos de la mano para iniciar con buena compañía la otra vida.


Malayerba




domingo, 28 de mayo de 2023

AMOR A LA PLANTA

Siento por ti un dolor intenso,
Siento tu luz brillar brillar.
Siento por ti este fuego intenso,
Siento por ti tu luz brillar. (Bis)

Amor a la planta, amor a la ganjah,
(siento por ti tu luz brillar)
Han habido cientos y siempre habrán más,
Cómodo es el dicho que el afila su espada,
Se puede cortar el dedo cortar,
Derramar la sangre de valiosos semejantes,
Es un pecado si no se puede parar.
Cómo detener el sufrimiento de Dante,
Cómo separar el agua del mar,
Cómo se consigue superar la ignorancia,
Si con cada pensamiento se engrandece más y más.
Como se consigue lentificar la existencia,
Si todo esto es pasajero, nada permanecerá.

Oh le lo lei, waritiri waratara.
Oh le lo lei, naraná naraná,

Siento por ti un dolor intenso,
Siento tu luz brillar brillar.
Siento por ti este fuego intenso,
Siento por ti tu luz brillar (bis).

Amor a la planta, a María y a Juana,
Amor a la gente que quiere mejorar,
Siempre se puede salir de mala,
Siempre se puede, rendirse jamás.

El placer está en lo que tu ojos no ven, en la consciencia de antes y en la de después,
El orden se alteró desde la primera vez,
Los números de ahora no son los mismos de ayer.

Es un círculo infinito el dar y recibir,
el abrazo que sostengas se intercambia con amor,
La semilla de antes ya es un árbol toroidal,
La voluntad y la fe, nunca debes de perder,
Porque en el centro de todo te encuentras tú, la molécula de Dios dentro de tu espíritu.

Siento por ti un dolor intenso,
Siento tu luz brillar brillar.
Siento por ti este fuego intenso,
Siento por ti tu luz brillar (ter).

Malayerba

lunes, 22 de mayo de 2023

DNARGNÉLEB

    No me provocas ni un mal pensamiento, me dijo. Claro, era obvio, ya tenía alguien a quien querer y yo había llegado ya muy tarde para buscar sitio en su pecho. 

    Harto evidente también es, que era yo buena persona, que soy buena persona, me lo han dicho seguido, supongo ha de ser verdad; o quizá solo un idiota que anda buscando quien le sonría sin reparos, sin pena, sin temor. 

    Quizás solo soy un pobre diablo en busca de unos ojos bonitos en los cuales reflejarse, muy lindo debe ser aquello seguramente, pero me pregunto que pasa conmigo o con los que son como yo... Hay gente que se merece el cielo, que se merecen tantas cosas bonitas, porque son buenas personas en realidad, porque no mienten, porque son honestas, porque son amables, porque son divertidas, agradables, o simplemente porque son malas, pero se hacen querer. 

    Me pregunto qué merecemos nosotros, los que no sabemos fingir, con los que la amabilidad nunca quiso juntarse y terminamos diciendo las cosas tal y como llegan a la mente, generando malestar y fastidio a quienes nos escuchan. 
Me pregunto qué merecemos nosotros, los que a pesar de todo, sabemos querer, pero nadie nos quiere porque la cara no acompaña, porque el sobrepeso está demás, porque hay una honda tristeza en nuestro mirar. 

    Nadie nos enseñó a amar, no nos dijeron cómo teníamos que actuar, nos dejaron de lado, nunca nadie nos quiso ayudar. Tuvimos un camino solitario, piedras en los zapatos, rasgaduras en las manos, el camino nunca fue grato, a trompicones avanzamos, por puro instinto cual animales salvajes... Me pregunto si merecemos sentir también cosas bonitas, por lo menos un abrazo, aunque sea de mentira, total el cerebro se engaña fácil, y un corazón abandonado sonreirá con un te quiero, aunque sea falso. 

    Intentamos engañarnos cada noche, 
apretándonos el pecho, 
susurrándole al corazón que todo estará bien, 
que mañana será otro día. 
Pero existe el miedo de no volver a despertar, 
de quedarnos ahí, dormidos para siempre con la certeza de que nadie vendrá a buscarnos, 
que nadie nos echará de menos si no amanecemos...
Que nadie me extrañará si mañana no despierto... 


Yerbita