jueves, 17 de septiembre de 2020

CUADRANTES

No esperen mucho de la gente que no le sabe ser fiel a su palabra.
De esos que no saben dar la cara.
De aquellos a los que la memoria les falla, justo, cuando la inconveniencia les toca la espalda.

Mas no por ello, los condenen o vituperen. 
El incumplimiento de una promesa no debe constatar la pérdida de la amistad. 
Y no debe más que constituir una adición al punto de la no confianza.

Así que:
Seguid como si nada;
como si no hubiese ocurrido mayor cosa, 
que el tiempo habrá de compensar cada mala pisada, 
cada falta, 
y cada error. 
Así que está prohibido sentirse mal si no habéis sido vosotros los responsables. 
Que la culpa la carguen ellos,
los otros, 
esos en los que ya no podemos volver a confiar con libertad. 


Malaya

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