Y entre otras cosas, ¿cuál es el plan para semana santa? —le inquirí.
—Nada, será una semana normal —me dijo. Y continuamos hablando por un largo rato mientras afuera llovía.
Volver a escuchar su voz luego de tantos años era magnífico, pero no podía decirle que me hacía feliz, que me llenaba de dicha y gozo absoluto oírla reír.
—Escribe sobre recuerdos, inspírate de ello —me dijo cuando le conté que había dejado de escribir por falta de motivación, de ganas, de inspiración... —de qué iba a escribir si me faltas tú, hija de puta, de qué —estuve a punto de decirle.
Si a pesar de todo es un angel, pero del infierno y quizá más abajo cuando se molesta, no puedo dejar de quererla. Obvio, no se puede dejar de hacerlo cuando te ha mostrado que el amor existe. Y que si no se pudo con ella, siempre está la posibilidad de encontrarlo en un tiempo futuro cercano.
No entiendo y, aunque en un principio me molestaba, ahora me alegra verla contenta junto a los suyos. Creerá ella que la olvidé, que ya no la recuerdo... pero nooo, solo aprendí a no molestar y solo guardarle gratitud por cuanto me enseñó.
«Escribe sobre recuerdos», claro, jajaja, como si no la conociera yo. —Escribe sobre mí y hurga en tus recuerdos esas bonitas palabras que nunca me cansé de oír —es lo que realmente quería decir. Mas volver la vista atrás es algo que nunca hago, pero de todas formas...
«Romántico me pongo,
romántico contigo naturalmente,
no se puede no ser romántico contigo teniéndote de frente,
hay que amarte, mujer... hay que amarte, joder».
Malayerba