miércoles, 26 de febrero de 2020

PERTURBADO

Me han dicho cosas tan horrendas y grotescas,
que tuve que imaginar que venían envueltas en algodón para que no dolieran.

Me han dicho que valgo tan poco, 
que ponerme un precio era ya muy costoso.

Se me han reído a la cara en el peor momento de mi vida.
Me he ocultado de la luz porque en la oscuridad las burlas duelen menos.

He fumado a escondidas con el miedo de ser descubierto matando lentamente mi cuerpo.
He hallado placer en morir de a poco,
y no recuerdo en qué momento empecé a quedarme calvo.

En algún momento la inteligencia escapó de mí,
y desde entonces no he parado de decir tonterías.

No recuerdo el día ni la hora en la que empecé a desfallecer,
pero si recuerdo que amanecía y aún tenía hinchados los ojos.
Aún quedaba un poco de humo en los pulmones.
Aún estaba vivo, tras el corte del cuchillo.

No recuerdo el momento en el que fui superado por los idiotas,
tampoco la hora en la que el odio se refugió dentro de mí y no quiso salir.

No recuerdo en qué día terminé hablando solo;
pero si recuerdo que un día quise tener amigos,
sin embargo, mi sonrisa no parecía emanar confianza y la gente me miraba con recelo.

Al final del trayecto, en el camino de regreso me senté a llorar,
y mis lágrimas cayeron en un trozo de cristal,
y al acercarme vi como alguien emanaba llanto a través del espejo,
y sonreí porque ya no me encontraba solo...
alguien al fin comprendía mi tristeza.


Malayerba

martes, 25 de febrero de 2020

CUIDA TUS PALABRAS

Entre la gente que existe en el mundo,
hay quienes cargan con un dolor sobre los hombros.
No lo notamos porque son reservados,
porque prefieren luchar en soledad cada cosa que les ocurra.

No demuestran mucho afecto.
No son muy cariñosos.
Pero cuando encuentran a la persona indicada, 
sacan afuera toda la ternura que puedan poseer.

Los rechazados viven con un miedo que no tiene igual.
Desde la infancia, punto crucial de la vida, 
cuando esta ha sido afectada, es muy difícil que en adultos te puedan regalar una sonrisa de verdad.
Casi todas son mentira.
Casi nada de lo que dicen es real.
Ya no confían en los demás. Dejaron de hacerlo cuando aprendieron a pensar.

Así que cuando te topes con uno de ellos;
trátalo con mucho amor, lo necesitan más que nadie.
Habrás de identificarlos porque llevan un atisbo de tristeza en sus ojos,
nunca se borra,
es la marca de la soledad en la que vive su alma.

Y si un día en tus arranques de ira;
si estás enojado o enojada,
alguno de ellos te quiere sacar una sonrisa porque sabe lo mal que lo pasas,
cuida tus palabras al rechazar su ayuda;
porque si lo dices de la forma equivocada,
vas a causar una herida tan grande en su ser,
que lo lastimarás de por vida por ser tú la única persona en la que podrían confiar.


Yerbita

lunes, 24 de febrero de 2020

CUANDO DOS IDIOTAS SE AMAN

"—No amor, que estoy fea.
—No lo estás.
—Me veo horrible.
—Ya v
en, deja de joder"...


La primera vez que nos veíamos recuerdo que llegué a su casa por sorpresa,
no lo esperaba y estaba recién levantada;
había estado algo enferma por lo que no estaba arreglada,
y tardé varios minutos logrando convencerla para que dejara la vergüenza.
Según ella estaba fea,
nada presentable,
me advirtió que me iba a arrepentir,
yo solo reía,
y se mostró al fin.

Ahí estaba esa bella mujer de encantos gratos,
ahí estaba esa princesa de ojos olivaceos,
ahí estaba Eliza...
ahí se encontraba el maldito amor de mi vida.

Creí en un principio que sería de cuerpo esbelto,
de buenas tetas y buen trasero,
y de la cara ni hablar, todo un ángel para adorar;
de cabello rojizo que era mi color preferido.
Así esperaba a la mujer ideal;
sin embargo, estaba frente a mí una vieja gorda,
no obstante, una verdadera mujer fenomenal.

No me esperaba otra cosa para ser sincero,
me habría emputado hasta el límite del enfado si me salía con la cara llena de polvos y colores;
¿cuál me maquillo para verme bonita?,
a tomar por culo esas estupideces.
Su piel con diminutas manchas que marcan los años dejaba ver la verdadera belleza.
Su mirada nerviosa por no creer ser lo que yo buscaba le hacía dudar,
pero vamos,
yo no era un tipo en busca de una modelo de revista,
yo sólo le pedía al cielo una mujer con la que pasar mis días.

Y ahí me encontraba,
frente a la cosa más hermosa jamás vista,
era mi princesa con mil demonios en la cabeza,
era mi petición cumplida,
en definitiva era gran el amor de mi vida.

Nunca me interesó su físico realmente,
sino lo que bajo este se encuentra;
esa mujer completa.
Llena de cicatrices y recuerdos nefastos;
una mujer fuerte que aprendió a amarse así misma y a sobreponerse a lo negativo;
y una vez me percaté de todo eso,
fui yo quien nervioso se puso de no poder cumplir las expectativas,
y de los nervios sonreí aún cuando nunca lo hago por la torcedura de mis dientes;
y ella... ella sonrió conmigo.
Y fue en ese preciso instante cuando fui testigo de la verdadera magia;
frente a mí, la sonrisa más preciosa que mis ojos habían visto.

A la mierda los protocolos y la decencia.
Ya mucho habíamos hablado.
Tanto se había dicho ya.
Solo una cosa me quedaba por hacer,
y no pensaba en perder más tiempo.
Me acerqué con premura,
y a estar entre mi cuerpo y la pared, la sentencié,
una mano a su cintura,
y la otra a su mentón,
esos labios que resguardaban su sonrisa tenían que ser por fuerza mayor, compañeros de los míos,
y se dio.
Un beso.
Un simple beso que me elevó hasta el cielo.
Un beso para sentir la calma que profesa el amor,
para sentir la armonía.
Un beso que duraría toda la vida.
Un beso para disfrutar de su compañía.
Un beso que fue eternidad.
Un beso que me acarició y me lleno el alma de paz.


Mayer & Siham Jousef

domingo, 23 de febrero de 2020

TERCO O QUIZÁ COBARDE

Si tan solo hubiese alguien que no dijese mentiras,
que encarara la verdad como lo hago yo,
que no tuviese miedo de entregarse a mis ásperas caricias,
que no temiera decirme a la cara que se muere por mí.

Si tan solo hubiese alguien con el corazón lleno de remiendos
y aún así, siguiese creyendo que  el amor de verdad existe;
yo, yo le correspondería con todo mi ser,
aunque no sea mucho,
aunque no tenga dinero,
ni sea inteligente,
ni audaz,
ni valiente;
en mi torpeza, yo haría lo posible por sacarle una sonrisa,
por alegrar su vida,
por hacerla feliz incluso a costa de mis días grises.

Ojalá dejara de ser un soñador
y aterrizara en mi realidad,
ojalá me diera cuenta que solo descoloridas paredes me acompañan junto a una vieja cama que ya está cansada de mi llanto,
me dice que debería parar,
que nadie llegará,
que deje de fantasear
que coja el cuchillo que ya oxidado está, y de libertad a mi alma.

Pero yo, terco en mi promesa de resistir,
busco alivio quemando una porción de marihuana,
altero mi sentidos,
y caigo en un sueño amenizado por la lúgubre musicalidad del fracasado.


Malayerba

sábado, 22 de febrero de 2020

UNA SEÑAL DIVINA

Quien quiere estar que esté;
y así su corazón se fue acostumbrando a su olvido,
a meterse en su cabeza la idea de que la había perdido,
aunque hubiese luchado, de muchos fallos fue su camino;
y ella, que vivía ocupada en sus asuntos de romances baratos y propuestas de sexo sin emoción,
no se dio cuenta que el hombre por ella la vida daba,
se quedó solo y malherido,
igual que el ave al que le han destruido su nido.

Sin embargo, los milagros ocurren de vez en cuando,
y pese a que ya no tenía valor alguno,
un cisne que pasaba por su camino le miró con ternura,
le acarició la frente,
le limpió la barba,
y le prestó sus alas;
y él, se olvidó de que la gente era mala,
que tienen una enfermedad en su corazón,
y que casi nunca utilizan la razón;
y se dejó abrazar de sus plumas,
se dejó contagiar de su calor,
sonrió por volver a sentir el amor.

Una melodía triste en el ambiente se dejó oír,
ya no había marcha atrás;
porque en el cielo la petición fue escuchada,
y le enviaron a una mujer que se convertía en ave,
y el Malaya, que ya poco tenía que perder,
entregó su cariño y su fe a un nuevo amor en el que creer.

"Dicen que en noches cuando la lluvia cesa,
él abraza a su mujer,
y ella deja que se funda en su corazón,
y en el cielo se ve que vuela un cisne de negro color,
y en su cabeza lleva una corona de hierbas en la que él se convierte para adornar su belleza".


Malaya & Black Swan

viernes, 21 de febrero de 2020

NO ESTORBEN

Tener hipo y defecar,
¡maldita sea!,
¡no pensé que fuese tan fastidioso el bendito acto de cagar!
tú que estás afligido, ¡consuélate!, porque todo pasará,
como yo que a mis intestinos he de librar,
tú, enciende la luz que llevas dentro, 
¡ES HORA DE BRILLAR!

Ya resuelto y aliviado, 
salgo al mundo gritando obscenidades, 
pervirtiendo a los inocentes, 
matando a los inmortales;
revolviendo el orden establecido, 
disolviendo en alcohol cada melancolía añejada.

¿Qué más da si no me quieres más?,
¿qué más da si me pongo a llorar?,
¿qué más da si vamos con la vida a la mitad?,
¿qué más da si moriremos con un triste final?,
consuélate tú, y luego me consolaré yo,
por qué, 
oh si,
estás en lo correcto querido, querida...
todo esto...
todo esto pasará.


Malayasca

miércoles, 19 de febrero de 2020

AUXILIA...me

Escribo a través de recuerdos para olvidar que ya no te encuentras conmigo,
escribo desde el corazón que has dejado manchado con tu esencia;
escribo porque es la única manera de evitar que mueras en mí,
escribo cada noche para imaginar que sigues aquí.

Pero cada vez es más difícil engañar a mi torpeza,
cada vez es más complejo fingir que las cosas se superan;
y en la tierra hay tanta estupidez que no sorprende
que un idiota como yo sea considerado maestro.

Pero soy fácil de engañar,
basta con una pequeña muestra de afecto para que yo saque el escaso amor que poseo;
para que intente sonreír, y motivar a no rendirse,
para confiar en la gente,
para no bajar frente;
tal como te hubiese gustado;
tal como esperabas de mí;
pero Cielo,
yo nunca fui un ángel,
ni un gran tipo,
solo un pequeño hombre bestia que le gustaba mirar las flores,
porque después de ti, 
eran lo único lindo de su atrofiado mundo.

Y ahora ya no sé que hacer,
vivo en la deriva, mujer;
no tengo en quien creer,
la vida te ha apartado de mi lado,
y al único amigo que he tenido también,
y yooo... nunca he podido manejar esto.
Y duele mucho aquí adentro...
aquí adentro nunca ha dejado de llover.


Malayerba

martes, 18 de febrero de 2020

QUEJAS PRESCINDIBLES

¡Mira!, ¡mira mi cara!, ¡está llena de manchas!;
mira mi barriga, ¡estoy gorda!;
¡¡Ahhh!! ¡mira mis cejas!, parezco un futbolista, (esto último no lo entendí),
mira mi... 
y mientras proseguía enumerando y describiendo sus defectos físicos,
de lo único que yo estaba seguro, era de haber comprendido que,
pese a lo que dijera,
seguía siendo la mujer más hermosa entre todo lo que existiese,
y que el lugar que ella ocupa en mi corazón
no podría ser ocupado por otra cosa más que su amor.

Yo reía suavemente cuando acabó de quejarse,
—¿qué?— me dijo, cuando se percató de que la miraba fijamente,
—te amo...
—owww, yo también te am...
—...fea
—¡¡AHHH!!...
y antes de que pudiera siquiera hacer un reclamo ante mi broma,
me acerqué a sus labios y en menos de lo que dura un parpadeo, 
ya le había robado uno más de sus exquisitos besos,
pero esta vez para su rescate,
le habría de pedir un millón más.


Mayer

domingo, 16 de febrero de 2020

MARIHUANA SALVACIÓN

Digo lo que muchos callan por temor,
soy la voz de los subyugados,
de los enfermos,
de los podridos,
de los que han perdido la esperanza.

Fármaco dependiente de noches nubladas,
adicto a prenderlo, quemarlo y fumarlo.
Desconfiado,
mala gente,
Sin educación. 

Desconfiado de un mundo en el que condenan a aquél que mató a tres ladrones y al perro que ha mordido a la niña, 
en vez de condecodar al primero y llenar de bendiciones al perro, mientras muere dolorosamente aquél que abusó de un infante.

Sin educación porque educación nunca tuve, 
no pudieron adoctrinar mi existencia, 
a cambio fui empujado al vacío  para aprender por mi mismo y aprender de verdad. 

Mala gente, mala leche, raro, extraño,
retrasado en una sociedad llena de hipocresía, 
de falsas caras llenas de rencor, odio, y de indiferencia. 

Soy Malayerba en una sociedad que se acostumbró a ser usada,
pisoteada, 
divida y pretenciosa. 
Porque ser un bicho raro lleno de temor por el miedo a morir sin ver mejorar el mundo, 
es preferible a encajar en la misma tierra de los que pudiendo elegir elevarse como las aves, 
prefieren andar a rastras como simples gusanos. 

Marihuana salvación en un mundo lastimado. 
Marihuana salvación por enseñar el verdadero camino hacia la paz.
Marihuana salvación por dejar ver que los hombres son todos son capaces de todo, 
y solo en sus manos está bajar el paraíso. 
Marihuana salvación por enseñar que el hombre debe mirar a las mujeres como miraba Adán a su Eva, 
fastidiado por un tener estorbo en su preciado hogar, 
sin saber que años después se diera cuenta de que la mujer fue lo único perfecto en todo lo que se consideraba el Eden.


Malayerba

viernes, 14 de febrero de 2020

PROHIBIDO ACABAR SIN GRITAR UN "TE AMO"

Hay poder en cada letra,
en cada palabra que sus labios pronuncian,
hay poder en su mirada,
hay un infinito poder en su forma de amar.

No puedo dejarlo,
no puedes hacerlo,
al amor que nos tenemos, 
es imposible poner fin.

El agua cae en la ciudad,
desde el balcón te escribo,
las luces parecen luciérnagas desde acá,
la luna destella tras una cortina de humo,
el cigarro se extingue,
y es hora de volver adentro.

Recuerdo noches,
noches como aquella en la que reposas en la cama cual hoja de otoño,
tan sublime y convencida de que la velada será eterna, 
con un cachetero de encaje azul y una blusa negra como mis intenciones,
y oscura como tu ímpetu al hacer el amor.

Recuerdo el roce vigoroso de nuestros cuerpos,
nuestras manos inquietas queriendo acariciar el alma contraria;
recuerdo un par de lágrimas en tu cara, 
y una sonrisa rebosante de felicidad.

Percibo el inconfundible aroma que exhalas,
la locura en tu mirada,
y tus ganas de nunca parar.
Así te recuerdo,
haciendo del cuarto un huracán,
tirando los miedos por la ventana,
solo dejándonos llevar.

Recuerdo el día asomando débilmente,
mientras nos disponemos a dormir tras una batalla ganada,
sin más muertos que nuestros cuerpos extasiados,
exhaustos, y llenos de júbilo.

Con el último cigarro y una cerveza en la mano,
recuerdo aquella noche como muchas tantas,
en la que para amarnos el reloj se detenía,
y en la que amarrada a mi pecho mientras de almohada poseías a  mi brazo,
yo te regalaba un intenso beso que gritaba un "te amo" más allá de lo conocido,
y tu recibías en tus labios,
el amor más puro que he podido dar.


Mayer