domingo, 3 de octubre de 2021

ÓPALO

Ojalá y las palabras fueran aves para atarles un cordel a cada una y volar más allá del horizonte,
ojalá y mi poder no se limitara a simples garabatos en un papel,
ojalá y fuera más grande que ayer,
ojalá y pudiera alejar la tristeza de mi mente.

Si tan solo el reloj se congelara y mantuviese este oscuro sentimiento parado en el tiempo,
podría lograr un poco más de crecimiento.
Sigo buscando un sitio, una isla, un puerto al que llegar,
dejar de navegar en este barco de cristal por este solitario mar.

Aún no he logrado entender el porqué tuve que ser un cretino en el peor de los momentos,
y aunque ahora ya no llore, mi corazón se retuerce de dolor,
y mis ojos se han vaciado dejando un insípido desierto en mi mirar.

Desearía encontrar la paz, pero solo hallo consuelos pasajeros.
¿Es que busco en lugares incorrectos?,
¿Es que no me lo merezco?
Cuál es mi falla que no logro comprender,
si me falta voluntad o si me faltan ganas,
si de tanto conocimiento cada vez soy mas estúpido,
si de tanta estupidez cada vez soy más iluso.

Y esta voz en mi cabeza, joder, cada día más alta,
y cuando me digno a escucharla solo susurra muerte,
¿es que es lo único que me queda?
¿Simplemente desaparecer?
¿Es que mi reemplazo ya se encuentra en esta tierra y he fracasado en mi misión?
Quizá es que me estoy volviendo loco, o tal vez solo más obstuso, ya no lo puedo comprender, ya no lo puedo entender...


Yerbita



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