martes, 12 de octubre de 2021

DEL COMENTARIO

Y como te decía,
lo peor de todo es que no falta el hijueputa que arruina el chiste:
Aaayyyyy que eso es actuado,
aaaaayyyy que cómo no se van a dar cuenta,
aaaayyy que miren bien donde sale esto y lo otro,
y se atreven a explicar... explicar... ¿me están jodiendo?...
Me cago en la puta... ¡¡¡ME CAAAAAAAGOOO EN LAAA PUUUUTAAAAA!!!!
Así no se puede... así no se puede.
Uno riendo con inmensas ganas y tiene que llegar el ¡maldito comentario del imbécil!, arruinando el gozo, quitándole lo bueno al humor.
No entiendo esas ganas de morir a machetazos, porque os juro que si los tuviera cerca, cuchillo al cuello hijuepuuuta, ¡cuchiiiiiillo al cueeeello hijuepuuuuuutaaaa!

—¡Te puedes callar, idiota! —me interrumpió ella—. No me había percatado que llevaba un rato en silencio y lo peor, que estaba con los ojos llorosos.
—...
—¿Ya?, me dejas dormir —me dijo con una mirada iracunda.
La verdad me había olvidado del problema que tenía, que había tenido que alejarse de un ser querido, hace unos días y lo echaba de menos. Me había parecido algo sin importancia.

En fin, me acosté a un lado de la cama, ella me dio la espalda. Pero a eso de las dos de la mañana, sentí un manoseo por mi vientre, una mano que se deslizaba buscándome la verga. Yo como buen hombre, me dejé acariciar, y ella se apegó más y empezó a besarme la espalda, —Raúl, enserio te extrañé, no tienes idea, no sabes cuánto te amo —empezó a hablar.
—Pero, coño, aamm, bueno, seré tu Raúl —me dije.

Me giré y la besé, ella me besó con impaciencia, como si fuese a morir pronto, y entonces mis manos inquietas hicieron lo suyo y la acariciaron por todo lugar donde una caricia es posible.
A las dos y media ya nos habíamos acoplado. A las dos y cuarenta, producto de una penetración brusca se le salió un grito, y abrió los ojos, la besé, pero ella se apartó, y prendió la lámpara.
Los ojos como platos se le pusieron, —¿qué?, ay no, hijo de puta, hijo de puta, hijo de puta, ¡¡¡HIJO DE PUUUTAAA!!!!, y de un par de patadas me tumbó de la cama.

Se suponía que solo estábamos compartiendo la habitación para ahorrar el presupuesto durante el viaje a Río de la plata, pero jamás me vio como un hombre para amar, solo como ese amigo que la salvará de la muerte si es necesario, pero joder, eres buen hombre, pero no me nace amarte. Típico.

Al otro día no se levantó de la cama hasta las tres. Cuando la fui a ver, no fue capaz de darme la cara. Estaba enojada, y sabía que podía putearme cuanto quisiera, eso me divierte, pero ella, joder, siempre fiel, solo entregada al desgraciado de Raúl que es un idiota, coño, estaba emputada con ella misma, ja, ja, ja.

Bueno, creo que hoy será un día complicado, espero que este mate le traiga la calma, la quiero mucho, a decir verdad, y quiero seguírmela cogiendo, seguro que esta noche vuelve a necesitar a Raúl, je, je.


Mayawell




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