domingo, 21 de octubre de 2018

DE FRENTE

¿Y si ésta vez escribimos algo juntos?
¿Si creamos un monólogo digno de admirar?
¿Si ordenamos las letras de tal forma que hasta en las más absurdas mentes se quede grabado?
¿Estás de acuerdo?
Muy bien, pero ¿de qué?
¿Cuál sería el tema a tratar?

Hummm es esa la cuestión, no saber de que hablar, sin embargo hoy me percaté de algo:

Se enaltece mucho más a quien ha sucumbido en las prohibiciones de la sociedad y está saliendo de éstas, que a quien sin llamar la atención busca hacer algo productivo.

Si analizamos el por qué, de seguro se debe a que los vemos como gente que se echó a perder, que es mejor que bajo tierra abonando un árbol estuviese su cuerpo y su ser, pero al notar que por mejorar su situación se dan a la lucha, nuestra empatía aflora apoyando automáticamente su labor, y nos alegramos, sentimos que si aquél pudo, nosotros que más ventaja tenemos, también podemos.

Lástima que la motivación dure poco, que sea efímero el impulso, y que horas más tarde sigamos procrastinando.

¿Qué nos sucede?, ¿qué nos ocurre?
¿Por qué vivimos esperando una luz, una patada, sabiendo que si no nos la damos nosotros mismos ningún poder fáctico lo hará?
Hummm, es hora de dejar el lamento a un lado, quizás sea hor...
¡NO!
¿No qué?
Ya estás viejo para seguir con dudas, es momento de responsabilizar tus acciones, ya no es tomar "el quizás" como escudo ante los problemas, es poner la cara y con el "lo haré" como espada cortar el cuello a los monstruos que se aparezcan.



Malaya

No hay comentarios:

Publicar un comentario