domingo, 5 de agosto de 2018

SITUACIONES


Todos vamos a morir, todos vamos a terminar abonando la tierra de la cual hemos brotado, si nuestra tumba no se limita a una pared de concreto. Nacemos un día cualquiera, solos, sin acompañante, pero rodeados de personas si la fortuna así lo amerita. También dejaremos de ser lo que somos y en lo que estamos en un día como cualquier otro cuando nuestra existencia llegue a su límite.

No es más, tan solo esos dos puntos se dan para una vida que ubicada en la línea del tiempo del universo, no es más que un segundo,  pero he ahí la oportunidad que se nos brinda de poder sacar el mejor provecho, el mayor brillo a esas breves décadas, a esos años que corren como el agua de la cascada entre la roca, ¡vuelan! dicen el común léxico de la gente; el tiempo vuela cuando somos adultos, pero en la inocencia del niño las cosas se tardan, no hay prisa en ese entonces, no hay afán por acabar pronto, la responsabilidad no es muy grande, a menos que el infortunio otorgue años infantiles nada agradables.

Tomando lo anterior como punto de partida, tan solo una cosa hay por lograr: Gozar, disfrutar, “pasarlo bien”, no queda nada más por hacer, dejar de perder el tiempo en banalidades debería  ser un castigo mortal o algo similar, a ver si eso nos regala un choque que nos despierte, que nos haga volver al verdadero camino, a nuestra verdadera senda que no deberíamos dejar de recorrer.

Desde el punto en el que vemos la luz por primera vez hasta que lo hacemos como última, ocurren cientos, miles, millones de cosas y situaciones que nos marcan, que nos brindan experiencias a veces nada placenteras, pero son esas pequeñas cosas, esas simplicidades las que hacen de cada persona alguien invaluable y única. Nos topamos en la época escolar con muchas personas que nos guían, o nos distraen en jugarretas que harán de nuestro tiempo perder, en la calle, en ese mundo exterior siempre hay algo por hacer, algo por conocer y debemos mantener los ojos bien abiertos para poder percibir todo el panorama y no caer en peligrosas andanzas que nos cuesten la vida antes de lo planeado.
Están entonces las personas con buena intención, esas que te brindan concejos desde su experiencia, desde su propia perspectiva e intentan hacer que tu seas creador de un buen futuro. Pero también existen aquellas que aún no han sido lo suficientemente maduras para comprender que en este plano estamos para colaborar, para contribuir a mantener un mundo en equilibrio evitando alterar el orden para no crear caos innecesarios, y que terminan afectando a los demás.

Nuestra labor como gente que ha recibido cierto conocimiento, cierta comprensión sobre el acontecer de la cotidiana vida, es hacer lo correcto cada vez que posible sea. Ayudar al prójimo desde el corazón, desde ese verdadero sentimiento que llamamos amor, es una de las cosas más gratificante que pueden existir. A veces la felicidad que tanto se busca está disfrazada de ayuda sin más, pues cuando recibes una sonrisa de quién ha sido socorrido, el sentimiento de satisfacción es la mejor recompensa que podrás recibir.

Tan solo hay que entender que de toda situación que nos ocurra por buena o mala que sea algún aprendizaje deja, debemos buscar siempre esa parte que nos servirá para crecer como seres humanos y poder alcanzar la plenitud de la existencia.

🌹Malayerba🐉

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