jueves, 29 de agosto de 2024

De los viejos hambrientos

El otro día me preguntaron que hace cuánto no había llorado. No supe dar respuesta. No recuerdo la última vez que lo hice ni por qué.

Quisiera ser fría como vos, me dijo alguien un día con los ojos tristes porque le habían hecho daño a su corazón. Yo le dije que no era frío, que solo no valía desperdiciar lágrimas en vano y había que chillar sólo si era netamente necesario.

Tengo un corazón y también sentimientos que se conmueven cuando encuentran esperanza en el acto bien hecho, como ese de ayudar al que en realidad lo necesita, no como esos viejos hijueputas que tienen dinero y, aún así, van a cobrar la ayuda a los adultos mayores de poco más de veinte dólares que brinda el gobierno. Por gente malparida los tengo, qué necesidad de tener unos pesos más que no les hace falta. Deberían morirse mañana mismo, avariciosos hijos de perra; es que hasta se ponen serios tirando a bravos, como quien dice, tienen que darme y punto. Desgraciados, menos mal no durarán mucho estorbando esta tierra. 

El saber del corazón crece con autonomía en medio la porquería de la que hemos lleno un mundo tan hermoso como el que nos ha tocado en esta vida. No hay reglas ni guías que se adapten al sentimiento para liberarlo del sufrimiento. Por ende, está permitido echar un poco de llanto cada tanto, sea por razones justas o completamente absurdas.
Hay que llorar si es necesario y hay que sonreír cada que sea posible.

No sé qué imagen tenga la gente de mí, pero a veces pienso que me toman por una piedra andante, esa a la que pueden gritar, escupir y hasta golpear y, aún así, se mantiene impasible e inamovible frente a los estúpidos, que son todos los que se cruzan por mi frente a diario.

Al final, mi dulce corazón ha optado por seguir ese aprendizaje, mandar a la mierda todo lo que no me es provechoso.


Malayerba

viernes, 23 de agosto de 2024

Del descanso inusitado


He salido de mi cuerpo y ha sido todo tan hermoso, mas llamarlo viaje astral es quizá mucho exagerar. No obstante, si se trata de ser sueño lúcido, le he sacado todo el jugo por lo que me siento satisfecho de haber roto cada barrera impuesta. De haber fluido como se me dio la gana y no perder el efecto tan delicioso que implica volverse un dios creador de mundos...

Recosté en un lecho mi cuerpo esta tarde, acaba de almorzar y me sentí agotado, debía descansar por obligatoriedad. Serían por ahí la una de la tarde, quizá un poco más, y le di a mi cuerpo un descanso pasajero. Pero la posición era incómoda y al ver que del profundo sueño una fuerza desconocida me arrastraba, acomodé mi piernas y me entregué al placer que brinda la somnolencia.

Fue entonces cuando el reportaje de la tele que se encontraba más allá se empezó a escuchar lejano y mi cabeza empezó a girar en péndulo por el occipital. Muy raro todo aquello, pensé, pero gustoso a la vez. Me dejé llevar y cuando logré adquirir consecuencia de la violación de las leyes físicas que rigen este mundo, intuí que debía salir.

Me sentía cada vez más enrarecido por el movimiento, como si me tuviesen en una hamaca y alguien me empujase con fuerza, no podía tolerarlo así que emputado por haberme interrumpido el descanso merecido, me levanté cabreado. Me levanté y el techo estaba en mi cara. Regresé la cabeza y estaba en la cama. Aquí algo pasa, me dije. —Eto ta potente, loco —me dijo la consciencia— pará y andá como Lázaro tocado por la mano del bendito —agregó y yo obedecí con naturalidad.

Y me levanté y me fui, y el techo atravesó mi cara, y regresé y estaba de pie en el suelo, y entonces fui hacia adelante; corrí emocionado y una pared obstaculizaba el trayecto, más como guía interno la voz volvió sin pereza, —hacele, mk, como los pollos al maíz, sin mente. Y, como era de esperarse, me fui de jeta sin pereza. 
Y atravesé la pared, más allá una puerta y supe que había pasado de nivel. Ya no había poder que gobernase mi alma sustancial.

Sonriendo crucé la puerta de frío metal sin vacilar, salí al exterior. Salí y vi todo existiendo en el mundo tan puro en su esencia. Mi jardín siendo todavía más hermoso y caí en su seno, pero quería volar, había que volar y tenía que hacerlo; ya no había duda, si quería volar solo tenía que volar sin pena, y eso hice, pegué el salto porque había que coger impulso, y el impulso falló, aún había algún resquicio de duda en mi interior. No obstante, hube de disipar cada gramo de debilidad de mi ser y entonces lo intenté de nuevo, esta vez el éxito fue rotundo.

Me elevé como un globo lleno del más puro helio a un ritmo perfecto para disfrutar de la subida. Una vez arriba ¡alea jacta está!, la suerte estaba echada y era yo el dueño de los cielos. Volé como el condenado pájaro que ha roto la jaula que le apresaba y se cagaba en los muertos de los inmorales seres que dicen gobernar este mundo. Recorrí el paisaje, crucé ríos y montañas, mas en algún punto la voz me dijo que era suficiente y había que regresar.

Así pues, di la vuelta con la cara adornada por la sonrisa del que se siente satisfecho, pero que tranquilamente puede aguantar más sin que le pese. Y al regresar divisé un río medio seco atravesado por un puente colgante cubierto de musgo y enredaderas de un largor considerable. Más allá, un jardín de la más fina belleza, pero aún más emocionante que aquello, era una cabaña de una extensión apacible con enormes ventanales y aberturas que le daban un frescor sumamente exquisito.

Procedí a aterrizar con premura para poder sentir en mis pies el tacto del acolchado musgo verde esmeralda del colgante. Una vez hube atravesado el puente, caminé deleitándome con las frutas que había en el trayecto, las flores primaverales y el cálido sol que no abrasaba sino que cobijaba dulcemente.

Ingresé en la casa que ya no era de la que había salido al inicio, pero la cual de alguna manera pertenecía. Y entonces la vi, en una cocina de varios metros cúbicos porque espacioso era todo en el interior y agradablemente decorado.

La vi con una mano en la sartén y la otra meneando el guiso, olía delicioso, pero era más placentero era ver sus rizos sobre el escote de su blanca espalda y su descaderado jean que dejaba entrever parte de su tanga rojiza de encaje más arriba de lo normal, y no hubo mejor cosa que hacer en el momento, que echarle mano y complacer al espíritu.

La abracé y la besé como presintiendo que aquél bello momento no podía durar tanto como debería. Y, en efecto, así fue, porque instantes después su cuerpo se fue endureciendo hasta convertirse en una suave y fría escultura de mármol.

Aceptando el asunto en cuestión, dirigí mis pasos a una salida que daba al jardín y ahí en una colcha, ignorando las palabras de otras gentes que empezaban a asomar, me eché a dormir, forma esta de volver en mí mismo; sentí el mareo nuevamente, ese vaivén lento y acompasado, y entonces abrí los ojos y había vuelto donde empecé el viaje. 


domingo, 11 de agosto de 2024

Meditación de domingo ll


El humo como representación inequívoca de la evolución en la consciencia humana; señal de que hubo algo y que también puede haber si se echan unos soplos a las brasas que se niegan a morir.

Y entonces soplaron como es debido, dicen que ese día la llama estaba fuerte y la luz era conocimiento; el fuego, amor. Nos dimos cuenta que éramos más poderosos frente a los otros animales, ganamos la carrera y el humano dejó a los demás regados como mierda de pato JAJAJAJA.

Ridículo es el poder abrumador de la unión y la fe, creer en algo porque en el interno sabemos que es necesario lograr aquello para el futuro nuestro. Evolucionamos y ya no hubo marcha atrás, porque en la infinita cadena del universo solo se puede ir pa adelante, no hay lógica ni sentido en intentar averiguar si en la inmensa estupidez del vacío antes de universo hubo alguien o algo que creo lo demás.

¿De dónde pues salió la energía? ¿De dónde putas, chingada madre? La necesidad de saber me puede más, qué corta existencia y no la gozamos como deberíamos.

Somos un punto muerto en el universo, —que ahí pase lo que sea y que se jodan —
dicen los superiores— tienen el poder de cambiar las cosas en todo su esplendor, y lo que único que se les antoja es vivirla cagando, siempre obrando a lo pendejo, la estupidez se ha convertido en su dios, y se ha metido en sus almas —añadieron. Preferimos matar gente que ayudarlos. Al final, todo el que se tuerce solo necesita ayuda, una mano que no tema morir por salvar su alma.

Salvar el alma es fundamental en el avance de la consciencia universal y hay que aprender de lo que sucede, no es más.
Pero pasan los años y hemos normalizado la corrupción y esa que si es abeja, se aprovecha de la estupidez y la arman gorda.

Dejar morir de hambre a niños totalmente indefensos, solo para vivir con más dinero que no necesitan, acumularlo para morirse un día y no llevarse ni mierda. Sin saber siquiera que en algunos de esos que a penas llegan, podría estar el mismísimo Jesucristo por una millonésima vez en este mundo, pero que a cada tanto lo matamos, unos por ignorancia, otros por maldad.

Pero chimba ha de haber sido ese puto Chucho, el «Chucho Cuadra» que es que le decían en la calle, porque a todos se la encajaba, JAJAJAJA, cagada el man, pero dicen que ese puta hablaba mucha mierda, que bebía harto y andaba arrimado a cada rato con las prostis más paila, y tenía razón, era el hijo del mismísimo Dios, ¿cómo no se iba a descarriar el marica?, tanto poder y tanto placer para cogerse a más veinte sucias y no agarrar ninguna ETS, ¿qué buen estudiante de la vida no haría lo mismo con tanto?

Envidiable su vida, cómo si no, pero lo colgaron a los 33 porque se descarrió ya mucho, que andaba pelando con demonios y los metía en unos pobres marranos y al barranco, bien gamín el hijo de su puta madre, esa, la pinche María, embarazada a los 12, ¡JUEPUTA DIOS MALPARIDO PEDÓFILO CULERO!, y en paloma todavía el puta desgraciado, en vez de venir, no sé, en un perro grande siquiera y que ella sintiera algo de placer, ¿pero una puta Paloma? Y la china ahí toda aburrida, ¿y ya? ¿eso es todo? es que preguntaba.

Nueve años después ya tenemos a un chino bien rebelde que se escapaba de su casa para ir a templo a hacérselo mamar de esos que se decían así mismo, «eruditos», y les gustaba, «fuiste humillado por el Chucho Cuadra», decían y se reían, y el otro respondía, y lo peor es que me encantó. Bien maricones todos.
¿Cómo no iba a salir alguien así? Si una paloma viola a una niña que solo quería que le arrimaran la puntica y ni eso. Preñada y ni lo sintió la pobre. Terrible.

Hasta allá llegamos desde que conseguimos la primera chispa, un fuego y todo se salió de control, llegamos al nivel de crear un Dios todo poderoso del que no tenemos información completa, y que lo mejor que se le ocurre es echarse a una mocosa, ¡me cago en la puta! ¡Joder!, qué estaría consumiendo el autor para inventarse tanta amada, jajajaja, y 20 años después:

—Hola, ¿qué, Chucho? Vení a encajarla, y el puta sabía la regañada en la casa sino llegaba temprano, y aún así se quedaba a beber con los muchachos, a hablar mierda y a fumarse de la que está de moda; que «el amor lo es todo», cuentan que promulgaba; vengan hermanos y amémonos, que es que decía, y que les metía la mano, maricón ese hijueputa, le entraba a todo sin asco. Que amar es bien chimba, es que decía el puta. Y se amaban y armaban tremendos desvergues, y luego ya a los días, arrepentido es que lo miraban chillando por allá en un piedra de algún huerto, jajaja, mucho degenerado ese ese gei.

Pero lo más es que hacía milagros y cuando revivió a un muerto confirmaron que ese puta era el propio hijo de Dios o el único reconocido. Y entonces creyeron, y otros se asustaron, porque ahora había alguien con poder y estaba con esos mugrosos, esa sociedad de mierda, donde matan, roban, y aniquilan con hambre a gente que solo quiere vivir bien como debería ser, porque en este mundo hay recursos de sobra que alcanza pa todos, sí alcanza si nadie roba.

Y lo colgaron por puro egoísmo, amarrado a unos palos, adiós Chuchito, es que le chillaban las prostis, porque ese sí lo sabía mover, claro, desde mocoso repartiendo verga al mecho cómo no iba a saber. Y el pobre José, de arrimado ahí no más en el rancho, humillado el desgraciao, que es que iba todo contento a donde la María a echársela primero y no, tenía que aparecer el puto Dios violador y abusador de niños y agarrarla antes; seguro por eso cada vez pedía más, dejad que los niños vengan a mí, es que decía el goloso puerco.

Echamos una chispa, encendimos un fuego; unos milenios después creamos una historia ni la malparida que ha trascendido los siglos, y ahora nos asustamos porque la inteligencia artificial ya está a unos cuántos años para gobernarnos a lo terminator, sin hablar mierda.
La inteligencia nos persigue, pero la estupidez nos lleva de la mano y es más rápida.

Con todo aquello tan divertido que hacemos para entretenernos, qué putas va a importar cómo se creó el universo, si acá creamos una bien buena historia cada cierto tiempo.


Malaya, dedicado al que por desgracia haya llegado hasta aquí leyendo los pensamientos de un ser a punto de vomitar el trago.


Facebook.com/malayerbacorp

Dos locos

En el camino de la sin razón que otorga perderse en el mundo propio, y al cual toman por loco los que no se atreven a viajar por paraísos prohibidos, Manuel Alejandro de la Dolorosa Gutiérrez, pasa sus días navegando en mundos fantasmas que un día tiñeron de color sus días.

Hace más de siete años ya que eligió perderse para encontrarse así mismo aunque el precio era costoso, entregar la cordura a cambio de la felicidad era costoso. Pero era preferible aquello a tener que abrir los ojos cada mañana y darse cuenta que ella no estaba, que se había ido y su aroma disminuía con el pasar de los días.

No se puede recriminar a quien inocentemente ha amado tanto y tan poco a la vez, no se puede juzgar a quien sin saberlo descubrió un amor bonito que duró lo que un día de sol en el invierno. No se puede, el amor no conoce de reglas, dogmas ni principios. Solo llega y se va dejando caos a su alrededor.

Entre las canciones que entonaba al que llamasen el loco Manu, había un estribillo que escuché un día que fumaba un cigarro arrimado a un árbol en la orilla del lago y el cual invadió mi ser de manera dolorosa.

«Son sentimientos encontrados, tormenta en el desierto,
mustio sufrimiento que me ahoga,
y me desangra sin tu amor».

A penas oí el estribillo, eché una lágrima al viento, sufría incluso en su locura, había dolor en su canto, demasiado dolor para tener que soportarlo, pero algo me decía que así debían ser las cosas y elegir la salida fácil no era el modo correcto.

—Todo es absurdo —oí de pronto una voz que me hablaba.

—Lo es —le dije, mientras daba una calada.

—Algún día va a terminar, solo debemos aguantar —me dijo mirándome amorosamente.

—Eso me temo —apresuré a responder.

—¡Terminarás como yo muy pronto y entonces seremos dos! —Gritó con alegría y se fue bailando y cantando.

Un rato después terminé el cigarro y entonces me fui detrás cantando y bailando... la única manera de revertir tanto dolor es convertirlo en alegría, y entonces fuimos dos, dos locos aburridos de la vida...


Malayerba


Meditación de domingo


Comenzó a las 5:02, quizás antes. Es decir cinco o diez minutos después de quemarla.

Mientras caminaba y pasaba por sus bordos, la montaña vomitó a un hombre de sombrero, botas y machete. Perla sintióle el espíritu feo y arremetió con ladridos tenebrosos (pa el que escucha), fuertes y violentos.

No, Perla, hija mía, no oses poner tus finos dientes sobre tan inmundo ser, te podría dar diarrea y que feo sería, le dije a ella.

Y uté triple hijueputa feo, tese quiero ahí que si no se mueve, no lo mata. Fresco. Perla, tranquila, no vale la pena, dejadlo sano, no ves que podría usar su oxidado machete y matarnos a ambos, porque me voy detrás de ti si algo te pasa, pequeña mía.

El hombre procedió a alejarse cauteloso, y Perla obedeciome al instante alejándose por su lado.

Metros más acá mientras el bajaba, y yo subía, me dijo buenas tardes, hasta luego, yo le dije, buenas tardes viejo pecuecúo, deje de andar a estas horas se va se matá, disfrazado de un buenas tardes y una enorme sonrisa, a la que las células imitadoras en el otro hizo que respondiese con una igual.

¿Seré el único que anda puteando a la gente en su mente a cada rato? No es por maldad, es que todos son unos hijueputas y da gusto putearlos, ja, ja, ja...

A los 20 minutos ya estaba disfrutando potente los beneficios de la sagrada planta.

Creo que ya va siendo hora de confesaros algo y es que, nunca le he dicho no a la legalización de la marihuana. Siempre siendo un procer de la defensa de los beneficios de la yerba.

Uno no tiene derecho a morirse sin haber al menos por una vez, probado la ganjah. Es simplemente algo muy absurdo, negarse a sentir la magia de la pacha mama. ¿Que el poder del universo se sienta en tu interior no te provoca ganas de ver como es de verdad tu realidad?

Ay que ser muy marica, porque haber venido a este mundo a experimentar lo que es vivir, y no probar la yerba es ser harto desperdicio de vida.

...Una hora después; la extraño, necesito saber de ella, la voy a llamar...



Malayerba


Facebook.com/Malayerbacorp

jueves, 8 de agosto de 2024

Charlas con los bajeros

En el amplio campo, cinco perros se revuelcan, se levantan y echan a correr como si hubiese una gallina a la que echarle muela, pero no, solo juegan y se dejan llevar.

Así quiero fluir yo por el ancho universo, conocer mundos más allá de la razón y la verdad, donde la lógica pierda su esencia y los sueños se puedan tocar estirando la mano.

Juego con las sombras en las noches más oscuras puesto que ahí es donde mejor las percibo. Entro en conversación con los seres del bajo astral y los oigo renegar de su existencia tan innoble, pero a la vez tan maravillosa. Me cuentan sus perturbadas anécdotas y la forma en la que obtuvieron su magia...yo me quedo fascinado al saber que para alcanzar el mayor conocimiento hay que pagar tan duras penas. 


Yerbita


Facebook.com/malayerbacorp

Malayerbacorp.blogspot.com

sábado, 27 de julio de 2024

Mejorar la raza

Ciertamente el mundo estaría mejor sin los idiotas, pero claro, no quieren aplicar la técnica del mejoramiento de la raza como al ganado: 

A las vacas que no llegan a más de 10 litros, va pa la pesa, mínimo debe dar diez y de ahí lo que quiera, sería una buena vaca lechera. Un toro que tenga la verga torcida o un problema en algún lado, va pa la pesa, y el que está fornido, bonito, y con la verga derecha, se lo deja para juntarlo con la vaca que da más de diez litros y así obtener terneros sanos y mejores que sus progenitores. 

Ah, pero los putos humanos noooooo, ahí si van dejando cada retrasado, cada estúpido, cada imbécil y al final los vemos ahí dándoselas de políticos, de influencers, de drogadictos, de llorones y una manga de inservibles que no piensan en lo que de verdad importa porque son unos malparidos y de repente, ¡pum!, guerra y muerte... aplicar el mejoramiento de la raza humana implica eliminar a los defectuosos, así solo obtener mejores humanos cada vez, más conscientes, más lindos, más sanos, y sobre todo, más inteligentes. 

Cuán hermoso sería ese mundo así como aquí lo dejo planteado, eliminando a los idiotas por el bien común. Así no tendría que estar media hora atendiendo a un pendejo que no entendía que el número que tenía en veinte papelitos era el mismo, y claro, uno no puede mandarlo a la mierda porque atrás había más clientes y dirían, oh, que mala atención, y el negocio entraría en quiebra, ¡cago en la puta!

Malayerba

jueves, 25 de julio de 2024

La lista

Prendo un cigarro bendito y le doy al play mientras camino por la ciudad al ritmo de un reggae clásico, el humo me envuelve y pronto me encontraré flotando con paso tántrico. La gente podrá verme y analizarme si se dan el tiempo con el propósito de sacar sus conclusiones respecto a lo que una niña con el rimel corrido, una blusa desaliñada, una falda a cuadros con alguna mancha que parece el resultado de algún vomito y unas crocs, hace al medio día de un martes en plena avenida por donde viene la procesión del altísimo.

Cuando cruzo por un lado, escucho el murmullo de alguna vieja arrugada que dice a su compañera —ahí va la putona de Marcela, cuánta falta hace Ernestico para que la hubiese educado bien. 

Regreso mis pasos y la increpo, —¿y tu hijo ya se hizo responsable de los desnutridos de tus nietos? La vieja retuerce la cara y me dice que su hijo se fue para trabajar de chofer y mandar dinero para su familia y que eso es mejor que ser una puta como yo que solo daña la decencia... me quito una de las crocs y se la arrojo en la cara. Me tiene harta con su  habladurías y acusaciones baratas. —¿Tu hijo que se la pasa robando en el barrio del Olmo, drogando a niñitas y abusando de ellas mientras juega a hacerse el malo y que no has querido aceptar porque sabes que es una mierda de persona y que mejor estaría muerto? —le grito efusivamente.

—¡Calla, perra!

—¡¡Calla tú, gorda malparida chismosa de mieeeerdaaaa!! —Le grito, mientras le arrojo la otra crocs en su cara. Olvido que era a la que le había metido chinches en la punta en caso de emergencia y terminan por chuzarle un ojo. La gente se alborota, noto que vienen por mí y echo a correr. El efecto de la hierba ha hecho que mi mente se disperse por un momento y olvido el camino, solo corro sin saber a dónde voy, pero siento que corro más rápido que el viento, y siento que floto, que vuelo; cuando retomo consciencia una rama me golpea en el vientre y pierdo el aliento. Ruedo y unas rocas del acantilado me detienen, veo hacia arriba y me parece ver que el barranco llega hasta el cielo. 

Estoy harta de esta mierda. Los cinco imbéciles de la fiesta ya deben estar vomitando blanco, esa toxina es poderosa. Se lo merecían. Ojalá hubiese podido ver cómo sufrían, pero ya estoy en paz. Solo quiero irme a casa. Sé que unos metros más allá está la salida. Me quito la ropa, quiero sentir el sol en mi cuerpo, esta brisa, disfrutar de mi último momento, camino descalza hacia el amanecer en el otro lado.


Última hora

Entre otras noticias, en las horas de la tarde de ayer fue reportado el cuerpo de una joven en el acantilado Madrid. La policía mientras hacía el levantamiento encontró una especie de consolador con una nota en la que Marcela Figueroa Gonzales se responsabilizaba de la muerte de Ernesto Figueroa, Richard Montal, Sebastian Urrutia, Marcos García, Joaquín Sabina, Gustavo Capote y 39 hombres más. Hasta donde se sabe, algunos de estos nombres se remontan a tres años de antigüedad. La policía no ha dado más detalles, pero se presume que se trató de un plan de androcidio, llevado a cabo por la joven a la que se la conocía como «la porcina».


[...]«De los cuatro segundos de recorrido que le tomó desde el salto hasta aterrizar, solo uno bastó para que se formara una sonrisa honesta, la más verdadera que jamás tuvo desde que a sus diez años su padre entró en su cama, a los once fue el vecino, a los doce ya habían pasado tres más y hasta sus veinticinco ya había perdido la cuenta cuando llegó a 120...la puta, le faltó más ganas para convertirse en la superputa, pero estaba cansada y la lista de los que más daño le hicieron estaba completa».


Manya


miércoles, 5 de junio de 2024

En el sendero...

Si piensas dejarme, más te vale haberlo hecho luego de beber dos litros de absenta y haber fumado una caja de cigarros sin filtro, para poder decidir con el corazón.

Un hombre como yo no se repite dos veces en la historia. Un hombre como yo, solo aparece una vez en la vida. Porque un hombre como yo, nunca debió nacer. Pero ya que estamos aquí, que me pongan con la fuerza del mar, de Resistencia y me roten un porro de la más fina yerba para deleitarme con en placer que evoca saberse vivo.

Soy un ser carente de cosas materiales, no tengo donde caer muerto puesto que nada me pertenece, ni siquiera mis niñas que las tengo de pequeñas, pero al final son del mundo y gustan de ladrarle a lo desconocido.

Así pues, lo único que sostengo como mi propiedad es esta mente inquieta que se tranquiliza con un buen café con leche y dos mil de pan. Y este cuerpo que me sirve de vehículo mientras permanezca en esta tierra experimentando la gracia de su existir.

No se me puede ya matar, yo no tengo destinado morir, ya mis pensamientos permearon varios mundos, ya no es posible olvidar que fui aquél genio de corral que se alimentaba juntos a las bestias y aprendió a ser una más. No obstante, en el fondo no soy una, pero tampoco se me puede catalogar entre los hombres porque no correspondo a su sino.

Soy entonces un rebelde de baja cuna, un pensador por inercia, un filósofo por necesidad, un escritor por gusto, un consumidor de las plantas sagradas porque no se puede tolerar venir al mundo y no disfrutar de lo que madre tierra brinda.

Así pues, ¡qué vivan las sustancias psicotrópicas, enteógenas y psicodélicas!; ¡qué viva el jugar con la pérdida de la razón y el ego de por medio!; ¡qué viva rozar el horizonte que separa la vida de la muerte! Arriba los mecheros y abajo los humos de los que se creen inteligentes, pero temen descubrir lo que esconden sus mentes...

Este escrito no cabe dentro del poema que pensé para ti, porque dije firmemente que si te llegas a marchar luego de jurarme tanto amor, no iba pronunciar una palabra sobre ti, pero como cambiante que soy, algo tengo que decir y es que si te llegas a marchar, me va a doler como duele almorzar un sancocho y a dos cucharas de terminar, darse cuenta que había aguacate en su punto cual mantequilla.


Yerba

martes, 30 de abril de 2024

Ejercicio de crear un resumen/sinopsis de un grupo de cultura

 


Una obra que se caracteriza por ser el pináculo de la filosofía de la libertad y el gusto por seguir vivos. Sade presenta en esta obra maestra la historia de una joven llamada Eugenia que es trasladada desde la virtud a la más completa inmoralidad a cargo del más perverso de los hombres, aquél que es Diablo mismo hecho carne: Dolmancé.

En la obra se ve la mezcla de diferentes procesos de elucubración de la sabiduría libertina mientras se cometen o se relatan actos de homosexualidad, blasfemia, coprofilia, fornicación, sodomía, incesto, secuestro, tortura, pederastia, violación e intento de homicidio. Todo esto aunado con una fuerte pasión en el razonamiento de la verdadera cara del mundo. 

En uno de los pronunciamientos que más destacan en la obra, una la hace un personaje denominado el caballero: «Verdaderamente, Dolmancé, es horrible lo que nos hace hacer; es ultrajar al mismo tiempo la naturaleza, el cielo y las leyes más sagradas de la humanidad». Aunque finalmente, resignado, participa: «Obedezcamos, ya que no hay modo de persuadir a este perverso que lo que nos hace hacer es horroroso».

Debo agregar que fue una de las primeras obras que leí completas, debía tener unos catorce para ese entonces, nótese cómo no me ha afectado en nada leer cosa tan buena. 

¿Por qué la gente debe leerlo? Porque no se puede ir por la vida pretendiendo saberse inteligente, aprendiz, educado, intelectual, y creyéndose leído sin haber conocido una de las obras más espectaculares que el gran maestro de maestros, el Marqués de Sade, dejó para que las gentes más despiertas espiritual e intelectualmente pudiesen disfrutar de sus creaciones con el mayor de los placeres. 





El otro de los grandes maestros de la literatura, catalogado como un ser espiritual y filósofo de la más pura línea del amor por su servidor, el gran Khalil Gibran nos presenta en esta obra, una historia que trasciende el amor y la belleza de quienes se saben amados y luchan por estar juntos, pese que grandes limitaciones les permiten consumar por entero su amor, una de ellas, la maldita mierda hija de la gran puta llamada: religión, y con ella un obispo como debe ser quien ostente su título, un reverendo malparido que prefiere causar dolor que ver feliz a su sobrina.

Podría resumir este libro en lo siguiente: una reflexión sobre el fracaso del amor puro y la lucha contra las fuerzas que intentan destruirlo.

Pero ¿por qué leerlo? La gente no puede ir por ahí hablando de conocer sobre romanticismo sino ha conocido la historia que el mismo autor nos cuenta desde su propia óptica, Khalil Gibran y el amor de su vida, la perfección de la feminidad y el amor, Selma Karamy. Un amor que rompe con la definición de belleza y la eleva a niveles sobrenaturales, porque no se puede hablar de otro modo a la perfecta obra que aquí se consagra. Un autor que se pasa verga y logra que hasta el de más frío corazón lleve su mano al pecho y diga, ¡coño, tengo sentimientos!, y «no estoy llorando, tú estás llorando». 

En esta frase puede sentirse cuánto amor sintió el autor al crear su corto libro: «Mientras dure mi juventud, el amor será mi maestro; en mi edad madura, será mi auxiliar, y en mi vejez será mi delicia».



Una historia que como bien decía en alguna aclaración, más le valía al autor quedarse callado y no decir que fue invento, puesto que la narración suena tan real y maravillosa que fácilmente podía haberse achacado a la suerte que corrió algún personaje de la época, pero harto evidente es que sea como sea, el autor se la rifó con semejante historia de un aventurero que soporta calamidades y desaires sin perder nunca las ganas de vivir y seguir buscando un sentido para su vida. 

Crusoe que termina en una isla solo y valiendo pura verga, logra con su ingenio crear un ecosistema para su servicio y lo hace de una manera tan rudimentaria como majestuosa, pues sus conocimientos le ayudan a sobrellevar la mala suerte en la que se convirtió su vida luego de naufragar.

Si bien la dinámica consistía en poner máximo tres libros, la verdad podría poner más de cien que me llevo en el corazón, pero a este le guardo mucho más cariño que cualquier otro, porque gracias a él me introduje en el mundo de la lectura y debo decir que estaba tan buena la historia que me olvidé que estaba cagando. Sepa, querido lector, que andaba yo con ganas de aliviar la barriga y en el baño no había ya papel, y entre el reemplazo que habían dejado, unas copias mal hechas de un libro apareció a relucir en el contenedor que era una bolsa, y agarré las copias para arrugarlas y suavizar la textura con el fin de que no lastimasen mi hermoso ojetito de doce o trece años, ya no lo recuerdo. Pero a penas vi la historia decidí leer la primera página y de ahí ya no pude abandonarlo. La lectura me enganchó de una manera indescriptible, tanto así que ahí me di cuenta que podía imaginar cosas y veía con total nitidez al gran Robinson sobreviviendo a las inclemencias de la naturaleza, la soledad y al sorprendente Viernes. Evidentemente salvé las copias de la tremenda cagada que había dado y atesoré aquellas hojas como algo precioso y que no había derecho de que terminasen ahí.

Pd: Luego de ese y el de Sade no volví a tocar un libro hasta unos siete o diez años después. Después en mi necesidad de conseguir información leía hasta los manuales de baloncesto, volleyball y futbol sala que encontré en la casa, porque biblioteca no había en el pueblo y me daba miedo salir a la calle xd.

Malayerba