miércoles, 6 de noviembre de 2019

SEGUNDA VISITA

Un piel roja en los labios para calmar la ansiedad, el frío y el abandono,
los pasos de un vagabundo cruzando la avenida
y dos perros que no dejan de ladrar, otorgan vida a la escena nocturna.
Un gato, negro como esta velada, ronronea a mi lado;
estrellas titilando en la lejanía dan paso a otra noche sin sueño,
y mi mente se queda en blanco.

Todo es tan magno más allá de lo que mis ojos alcanzan a ver 
que no hallo sinergia en esta situación común;
ostento una cara de perdido bajo la bóveda celeste,
y el frío de mi piel avisa que la Muerte me visita de nuevo.

Se sienta a mi lado con su leño encendido;
el silencio se torna pesado y le indagó sobre su visita;
ella no pronuncia palabra,
es de poco hablar;
se queda inmutable;
sin embargo, antes de que se extinga su cigarro me dice:

—Te estas has acobardado pequeño, ¿quién te ha hecho este daño?—,
—una mujer se ha cruzado en mi camino—, le digo;
—esa mujer, no quiere que vaya contigo; vuelve cuando te llame—, añado;
asiente con la cabeza,

se retira con paso tántrico y desde la lejanía escucho una leve risa,
 y en un susurro que deja en el aire, me dice:
te veré luego... aún eres muy débil—, 
y desaparece.


🌹Malayerba🐉

lunes, 4 de noviembre de 2019

LA HISTORIA DE UN IMBÉCIL

Como aquél niño creció sin el cariño suficiente, lo buscó cuando se hizo un poco mayor;
se apegó a personas que lo lastimaban,
no porque le gustase ser maltratado, sino porque era para lo que alcanzaba su autoestima,
se sentía útil para que aquellos desfoguen en él su ira reprimida,
le dijeran cosas que no debería escuchar,
y le llenaran su mente de pensamientos negativos;
se sentía útil cual contenedor de basura,
pensaba que alguien debía hacer ese trabajo.

Al crecer de esa forma no distinguía la verdadera amistad de la falsa;
no sabía que había algo mejor,
que podía existir una forma de vida más saludable.


Creció un poco más y el dolor se incrementó con él,
se dio cuenta de que su obrar era errado y se sintió estúpido;
su mirada se enfrió y al mundo empezó a odiar,
buscó ayuda, pero a los mayores no le importaba en absoluto lo que a un pequeño negro de clase baja le sucediera;
siempre había algo de mayor relevancia antes que él,
por lo que no sabía como manejar la situación;
se sentía ahogado,
incomprendido,
se sentía demasiado solo;
envidiaba al resto,
como sonreían,
como se divertían;
y se juró matar al próximo que le molestara;
mas cuando intentó hacerlo, recibió una paliza,
y se dio cuenta que ni para eso servía.

Se remitió a vivir en su mundo,
a pasar los días de clase imaginando lugares donde no costaba sonreír,
y en casa no daba muestras de que llevaba una soga que le apretaba el cuello, para no ser una carga;
sus notas nunca subieron, siempre fueron bajas, 
lento de aprendizaje,
no entendía un carajo de lo que enseñaban los docentes.

Dejó a un lado al planeta y su gente,
era un dios en su mente,
tenía amigos y jugaba bajo un árbol gigante;
un mini dinosaurio de plástico cobraba vida allá y era su mejor amigo;
luchaban batallas titánicas y vencían al mal;
allí, alguien lo quería de verdad,
se la pasaban bien,
era feliz en su imaginación.
Así se pasó su pubertad,
además de idear la mejor manera de matarse, para irse a ese mundo perfecto donde todo era más fácil y sencillo.

Pero la vida exigía cierta madurez y sin quererlo se vio obligado a crecer un poco más;
se fue olvidando de su pequeño mundo hasta dejarlo guardado en un
 lejano rincón;
otras cosas pasaron a ser más importantes.

Convertido en adulto su mirada era sombría;
su caminar lento;
su labios no sabían devolver una sonrisa,
sus respuestas eran frías y poco le importaba herir a la gente;
le daba igual si los otros vivían o dejaban de hacerlo;
dentro del margen que estipulaba que los seres humanos eran sociables por naturaleza, 
él se creyó la excepción.

Pero como cuando las cosas deben ocurrir, suceden;
siempre existe alguien,
nadie puede estar solo en este mundo,
hay demasiada gente ahí afuera;
y sin pensarlo,
tras ciertos desaciertos llegaron algunas de esas señales, vestidas de mujer,
mas por la inexperiencia en las relaciones humanas, no conocía la forma correcta de obrar,
y terminaba siempre rechazado,
lo dejaban de lado;
al final comprendió que el del problema no eran ellos,
o el mundo,
eso estaba perfecto;
era su vida la que no encajaba,
era su existencia la que no cuadraba,
se sintió un error,
y se entrego por entero a la depresión.

Más un día en el que su vida carecía de sentido,
llegó ella;
de blanco como un ángel su mirada iluminó,
cada negra partícula de su ser conoció la luz,
y supo por primera vez lo que era el calor.
Lloró sin entender muy bien el por qué, alegría tal vez,
el sentimiento lo cobijó como si de una cálida manta se tratara;
no podía creer que la perfección existiera,
pero ahí estaba ella tirando por la borda todo concepto establecido,
demostrándole que él no era un error,
y él se convenció por completo;
la alegría visitó su rostro,
el futuro se vio próspero,
atisbos de felicidad llegaron a su puerta.
El dolor y la tristeza se fueron de viaje,
y conoció la verdad del amor.

Sin embargo, todo lo que inicia debe terminar,
y creyendo que sería diferente,
no se percató de que estaba desarmado,
y cuando ella le dejó de lado,
sintió mil puñaladas penetrando su pecho;
un dolor que no conocía se hizo presente,
y sus ojos derramaron torrentes de lágrimas amargamente.
No entendía de razones,
no estaban claras,
se fue porque a lo mejor se cansó de él,
no lo tenía claro;
sólo sintió el frío del abandono,
y quedó destrozado por dentro.

El tiempo pasó y no volvió a sonreír,
se había apagado su llama;
llegaron otras personas,
ninguna duraba;
sacaba excusas,
se creía ocupado,
no quería tener contacto,
no quería volver a sentirse peor de lo que ya estaba.
No obstante, los obstinados también existen,
y una bella dama se negó a marchar,
pese a todo lo que dijera,
ella le veía con otros ojos,
sabía que él necesitaba compañía,
y en contra de sus declinaciones,
ella se quedó.

Aquel joven guardaba distancia,
pero poco a poco se fue abriendo,
ganando confianza;
al final dejó entrar a su mundo a aquella,
y sin quererlo se fue recuperando,
la tristeza se fue desvaneciendo,
y el bienestar le fue poseyendo.

Se terminó enamorando ante tal muestra de afecto,
se dejó llevar por el cariño ofrecido,
por un amor fingido.
Fue dominado por aquella,
y cada uno de sus deseos eran un dictamen de estricto cumplimiento.

Pasaron los meses y como si fuese un hechizo, vivía embrujado,
le encantaba ella,
su aroma,
sus besos,
sus caricias.
Confiaba en cada una de sus palabras, le creía todo,
hasta que un día por la lejanía de la situación llegó alguien más al lado de su dueña,
y nuestro protagonista quedó relevado;
dolió como un demonio,
se sintió como un imbécil,
lo era,
había vuelto a caer en el juego,
lo habían ilusionado de nuevo.

Pero la relación de ella falló y le buscó nuevamente,
y él como un pendejo aceptó,
perdonó sus fallos,
y siguieron juntos aunque distantes,
el afecto y las promesas de amor rondaban en el aire.

Mientras él buscaba conseguir dinero para verla nuevamente,
ella se la pasaba en eventos,
salidas,
conociendo más gente,
pero él confiaba ciegamente en ella,
mas no tardó en darse cuenta de que alguien más le reemplazaba nuevamente,
y esta vez dolió en serio, porque ella no mentía,
le dijo que alguien la pretendía y se la estaba ganando.
Nuestro frágil protagonista entendió que era inevitable y se retiró por su cuenta,
mas la muchahca le rogó que no se fuera,
que lo amaba con toda el alma,
y tras sus lloriqueos,
él decidió quedarse.
Fuese verdad o mentira, su corazón parecía amarla también.

Así pasaron los días,
pero algo no cuadraba,
ella cambiaba de a poco,
se iba alejando,
él se dio cuenta que su amor se extinguía,
y el vacío le llenaba el alma.
Ella decía amarlo mientras salía con alguien más,
el quería creer que ello fuera verdad,
pero cada vez era más evidente,
ella lo pasaba bien con su nuevo pretendiente,
y nuestro querido hombre se inundó de dolor;
comprendió que ya todo estaba perdido.
Pese a todo la amaba en demasía,
y no quería dejarla,
pero ella se olvidaba poco a poco de sus caricias y de su amor,
mientras decía amarlo besaba otra boca y dormía en otra cama,
ya no había lugar para nuestro pobre hombre que un día decidió creer de nuevo en el amor;
así que se retiró deseando lo mejor en la nueva relación de su amada.

Rememoró el mundo que tenía de adolescente,
se hallaba agotado,
exhausto,
más solo que nunca;
eligió la cuchilla con oxido,
rasgó su cuello...
y se fue a un lugar donde sonreír era sencillo.
🌹Malayerba🐉

domingo, 3 de noviembre de 2019

BUSCANDO ABRIGO

Poco importa si un alma se consume en el odio,
si sus días no vuelven a ver el sol,
si el frío nocturno deja de sentir,
o si simplemente deja de existir.

Poco importa disfrazar de risas su tristeza cuando su mirada se ha apagado,
cuando la melancolía sobre sus hombros entona alabanzas a la muerte,
cuando la última salida se ha cerrado.

Poco importa si el negro de su vida no aclara;
si su cuerpo se ahoga en las tinieblas;
si no recibe el último abrazo;
si elige caminar derecho aún con el abismo enfrente;

si con el corazón en la mano se pierde buscando un poco de abrigo...
poco importa.


🌹Malayerba🐉

viernes, 1 de noviembre de 2019

CORAZÓN NO DEJES DE LATIR

"Seré feliz si tú eres feliz",
una mentira tan grande como que la luna es de queso;
y sin embargo, ahí me encontraba pronunciándola,
y con un embotellamiento de emociones en la garganta.

Si eres feliz lo seré también;
claro, como si no doliera el comprender que me quedaba con la vida tajada a la mitad,
mientras mi historia se convertía en las cenizas de mi cigarro.

¿Estaba bien mentir para no hacer daño a la persona que quieres?
¿Mentir para que no fuese testiga de los lamentos de tu corazón?
Quizá y era lo correcto, pero no lo mejor,

y aunque estuviese con la tristeza a flor de piel,
odiaba que notara que mi mundo se caía a pedazos como la torre de Babel.

Pero ahí me encontraba diciendo que todo estaría bien,
sólo para que no se llevara la imagen de que tras su marcha,
dejaba un corazón alborotado,
una caricia incompleta,
y un eterno te quiero sin entregar.



🌹Mayer🐉

jueves, 31 de octubre de 2019

NO LLORARÉ

He vivido tanto tiempo llorando,
que cuando muera creo que lo haré riendo.
Forjando sonrisas, fingiendo alegría,
mintiendo para sentirme bien,
aletargando el dolor para que se vaya cuando lo haga yo.

Escribo sobre heridas,
con la falsa idea de estar pagando mi castigo;
me mantengo vivo con la esperanza en espera,
con la fe ya muerta.

Ojalá se entendiera que no escribo por gusto;
que lo hago para no terminar en el suicidio;
ojalá pueda un día escribir algo exacto y preciso para el acto,
y poder marchar en paz.

De alguna forma vaciar lo que me pudre por dentro,
que el dolor deje de existir,
encontrar un lugar donde no pueda sentir,
donde por un segundo ser realmente feliz.


🌹Malayerba🐉

miércoles, 30 de octubre de 2019

SENTIMIENTO UNIVERSAL

Y un día el hombre conoció a la mujer 
y se dio cuenta que la vida era mejor entre dos;
dejó de temer a las oscuras noches,
y pintó el cielo de colores antes de que ella despertara.

Y un día la mujer conoció al hombre
y comprendió para qué servía su sonrisa;
dejó de temer a los monstruos exteriores,
y su calidez le dio vida al corazón del mundo.

Un día un par de humanos se cruzaron en el camino,
a los ojos se miraron fijamente;
y eran tan diferentes uno del otro,
que terminaron por unirse en un solo ser para comprender el misterio que encerraban,
y sin pensarlo... inventaron el amor.

🌹Malayerba🐉



martes, 29 de octubre de 2019

UNA TANGA PELIGROSA (+18)

Ha sido curioso como a la mujer que amo le ocurren sucesos un tanto extraños;
quizá, es esa una de las cosas por las que me enamoré de ella; 
asumo que el lector echaba de menos una anécdota de quien fuera mi amada,
le regalo entonces una de las últimas que con ella sucedió.

Ocurrió hace un par de meses;
me encontraba laborando cuando mi celular sonó,
—amor, tengo un problema graveme dijo, y me asusté,
me contó lo que le pasaba,
y amigo lector,
no se burle por favor;
no se ría, porque... jaja, 
no enserio no se ría... jajaja,
porque esto a cualquiera le pasa, jaja,
no, de verdad, a cualquiera le puede suceder o tal vez solo a mi gorda jaja.

En lo que ella transitaba por la gran ciudad,
en busca del trayecto que la llevase a casa,
tomando buses y recorriendo aceras;
su tanga hilada de negro color, de alguna forma se las arregló para terminar incrustada en medio de los labios que debía cubrir;
pero el punto no es la tanga metida entre aquellos deliciosos pliegues,
no no no;
el punto crucial de esta anécdota es que el roce de la prenda por el movimiento que ejerce el caminar fue estimulando el clítoris a tal punto que el calor invadió a mi compañera,
y por razones obvias eso no era algo bueno,
al menos no en medio de los transeúntes;
la cosa empeoró cuando tomó el bus,
pues la falta de asientos y la conglomerada gente la obligaron a moverse de a un lado a otro, 
ora al frente, ora al fondo,
y sin quererlo la tanga se complacía masturbando a Eliza, que sin quererlo también, lo estaba disfrutando irremediablemente.

Le propuse buscar la forma de disimular el hecho y que se arreglara lo mejor que pudiese,
sin embargo, el jean no colaboraba en la causa;
empero, debía hacer algo,
me colgó y esperé que las cosas mejoraran,
tampoco quería que el civil masculino que le rodeaba observara con morbo como mi nena se metía las manos dentro del pantalón justo en la entrepierna de manera indecorosa;
resta decir que ya era bastante vergonzosa como para hacerlo.

Pasaron algunos minutos y no pude volver a concentrarme en la tarea;
tal noticia me causó una creciente horda de risa y ganas de presenciar aquello que dejé de lado mi labor y me dirigí a su casa,
tardaría un par de minutos en llegar;
a mitad de camino el celular sonó,
—amor, ya llegué a casa, pude solucionarlo pronto, pero necesito que vengas ya—, su voz sonaba agitada, presentí que algo malo ocurría,
aumenté el pasó,
me detuve en un local por cigarros y una botella de vino,
sabía bien que cuando las cosas van mal, el vino puede ayudar a relajar,
compré dos botellas por prevención.

Una vez llegué a su casa, toqué la puerta, pero no hubo respuesta,
la música retumbaba en el apartamento,
busqué en mi pantalón alguna copia de las llaves con la esperanza de que las hubiese traído y no haberlas olvidado por salir de prisa;
en efecto, ahí estaban,
abrí la puerta con cautela,
quería darle una sorpresa,
entré y no había señal de ella,
caminé con leves pasos esperando darle un pequeño susto,
pero no la veía,
el volumen del equipo por otro lado me empezaba a molestar por no tener la música de mi gusto, 
así que me dirigí a bajarle el volumen,
pero antes de llegar noté que el dormitorio se encontraba con la puerta entreabierta,
y fue allí donde me percaté y entendí el bullicio.

Me quedé parado,
quieto, observando la situación;
el ávido lector habrá intuido ya lo que se viene,
si, ahí estaba mi amada,
con sus bellas piernas desnudas y contraídas,
un ligero "baby doll",
sus enormes pechos bailando al ritmo que sus manos ejercían sobre el consolador que se deleitaba en uno de mis lugares favoritos;
una sonrisa se me formó al ver como se auto complacía a falta de mi presencia,
entonces entendí por qué me requería prontamente allí.

Lentamente me fui acercando,
dejé el vino y los cigarros en la mesa,
mi preciosa dama estaba tan concentrada en su apetecible trabajo que aún no se daba cuenta de que yo estaba allí ya sin camisa y con ganas irresistibles de exaltar la lujuria que crecía a cada segundo;
me fui acomodando a su posición,
y un beso del lado interior del muslo provocaron la reacción de mi compañera que casi se infarta del susto,
pero que se repuso en seguida al descubrir que se trataba de mí;
cerró los ojos y se mordió los labios,
continué acariciando sus contoneadas piernas con mis manos y recorriendo con mi lengua el camino que me llevase a la fuente de la gloria;
un manjar que hombre en el universo no ha de despreciar jamás.

Beso por aquí, mordida por allá,
cada vez más cerca de su hinchada vulva,
cada vez más incontenible mis ganas de devorarla;
se retorcía entre más me acercaba,
a tal punto que antes de posarme sobre sus rosados pliegues ya estaba gimiendo arduamente,
mi voraz hambre por ella no pudo aguantar más,
y me prendí a mamar cual cachorro a la hora de beber agua en un día de eterno calor;
espasmos invadieron cada músculo de mi doncella,
y sumando el hecho de que ya llevaba tiempo buscando el orgasmo, fue cuestión de la brevedad del tiempo que concibiera un placer extático sin igual.

—Ven con mamá, bebé— me dijo, —aliméntate también de mis pechos que urgen de ti— añadió;
yo por otro lado fui su sirviente y obedecí cada orden,
y con ávido movimiento me resbalé por su vientre en el que me entretuve sin perder el horizonte;
esas gloriosas dunas en su pecho pronto fueron víctimas de mi apetito,
paso siguiente, ya me encontraba recorriendo la base que terminaba en unos pezones más rosados que marrones, 
terminé ahí prendido cual bebé en días de hambruna;
ella gemía y se deleitaba;
mis manos por otro lado no se hallaban quietas,
y mientras una sostenía el seno que no saboreaba,
la otra hurgaba incesante la húmeda cueva de mi princesa,
lo cual le otorgaba un placer inconmensurable;
otro orgasmo echó a saltar y fue la señal para que hiciera uso de mi verdadero aporte.

Pasé a desnudarme por completo, pero ella lo impidió, pues quiso darse el lujo de hacerlo,
me desabrochó el pantalón, 
bajó el bóxer que había luchado fuertemente frente a la erección que llevaba,
y reveló a sus ganas la hegemonía que promovía mi viril miembro;
sin esperar menos se lo llevó a la boca como la niña que espera por el dulce prometido;
lo lamió y lo succionó de tal forma que me perdí en el placer de brindar amor;
contenta me sonrió,
y fue recíproco el sentimiento.
Se tendió boca arriba esperando que hiciera justicia a su libido,
pero para obrar de misionero no había llegado;
la puse de costado con una pierna sobre la otra,
y en el borde de la cama su cintura mi verga buscó crear la conexión en su palatable coño.

Procedí a arremeter con ansias locas,
pero el afán nunca resulta en estos casos,
así que primero lento y luego subí la velocidad;
mis manos aseguraron sus muslos para que no escapara,
y con mi verga ya sincronizada con sus gemidos,
procedí a una violenta arremetida que dejó dos cuerpos fundidos en el éxtasis;
deleitándonos bajo la luna llena de finales de mayo,
ella se entregó a mí y yo me perdí en ella.

Cambiamos de postura porque las ganas eran tantas que quise aprovecharlas al máximo;
con su trasero elevado, y su cabeza al ras de la cama,
en cuatro la penetré con fina dulzura,
mas las nalgadas que dejé en su blancos cachetes no decían lo mismo, pues violentas fueron,
tanto que despertaron en mi dama la salvajez que le encantaba,
y me estrujó la polla con movimientos inusuales,
y yo lo disfruté a sobremanera;
fuimos dos locos entregados a la faena,
fuimos dos personas que habían perdido la razón.

La noche avanzó y las posturas se fueron acoplando,
elevar sus piernas a mis hombros y follarla mientras la besaba fue la penúltima pose antes de terminar con ella cabalgándome cual jinete en su negro corcel;
haciendo uso de las lecciones aprendidas del baile del amor propio también conocido como "twerking",
se contoneaba sobre mí,
aruñaba mi pecho y me mordía,
y mis manos azotaban sus inquietas nalgas;
al final me levanté a medio tronco,
ella quedó sentada sobre mí sin dejar de moverse fervientemente,
y yo mordía su pezones y mientras la apretaba fuerte contra mí;
el cielo lanzó su bendición a través de una estrella fugaz que se vislumbró tras la ventana lo que dictó la hora de tomar un reposo antes de continuar.
Y ella y yo corriéndonos juntos, al tiempo, 
fuimos víctimas directas del un placer manifiesto.

Las palabras fueron surgiendo,
el ambiente se empezó a tornar relajado,
destapé una botella de vino,
encendí un par de cigarros,
bebimos y fumamos; 
ella recostada sobre mi pecho me contó que no se pudo contener las ganas,
la iniciación que le había provocado aquella tanga en el camino no se pudo quedar allí,
y que conmigo o sin mí iba a conseguir el gozo;
mas agradeció infinitamente mi llegada,
y me lamió cual felina melosa;
yo la besé con ternura;
sus dulces labios jamás me cansé de probar,
pues era mi mayor bendición;
era mi dama, 
era mi princesa,
mi amada,
y le aseguré que sin un día la dejaba de querer es porque de seguro estaría muerto;
me sonrío con ternura y tras unos momentos de descanso volvimos a la faena de la que aún quedaban algunas horas antes del amanecer.


🌹Mayer🐉

lunes, 28 de octubre de 2019

ARREPENTIDA

Un día se miró en el espejo y cayó en la cuenta de que el tiempo no había pasado en limpio;
se hallaba sola y destrozada por dejarse llevar de hombres sin nombre que solo se satisfacían con su cuerpo.

Sintió un dolor 
enorme en el pecho por haber perdido la oportunidad de compartir sus días junto a quien le contaría historias y la mantendría al vilo del suspenso para que su corazón no dejara de latir intensamente.

Se sintió miserable por no haber valorado a quien en realidad la amaba y haberlo notado demasiado tarde.
Por haberse burlado de un corazón sincero al decir que le quería, 

mientras en la noches que no le veía con un hombre diferente dormía.

Y cuando él descubrió aquél engaño, 

como un imbécil se sintió;
creyéndose la mentira de que el amor de ella era suyo,
pero solo era uno más en la colección de idiotas que daban la vida por aquella.

Sin embargo, nunca la culpó, 
no era que ella fuese una mujer de poco valor,
era que él había visto en ella su vida completa,
y tomó la errada decisión de amarla más de lo que realmente se merecía.


🌹Yerba🐉

domingo, 27 de octubre de 2019

QUIERO IRME

De un alma destrozada pueden nacer escritos demasiado bellos,
mas si tratas con la persona una gran decepción te has de llevar.
No porque escribas cosas lindas eres lindo,
no porque relates vidas de fantasía, la tuya es una bendición.

Sumido en la drogadicción;
sin poder luchar contra la dosis diaria,
cada vez más perturbado,
cada día más solo y abandonado;
los ángeles se han ido de viaje,
y no han de volver hasta dentro de la siguiente vida,
y yo me quedo con la vaga ilusión de vivir.

Escribo tanta porquería para engañar a mi mente de que no todo está perdido,
pero me hallo más enfermo y más podrido,
más muerto que vivo.

Ahora solo me quiero ir a un lugar donde el reloj no gire,
donde el sol no queme y el agua no ahogue,
quiero ir en busca de paz a un rincón del universo;
a ese lugar donde reposan los muertos.


🌹Malayerba🐉

MORELA

Son el futuro los niños,
y serían la salvación del mundo,
y no harían falta mandamientos, leyes,
dogmas ni adoctrinamientos,
si tan sólo se les guiara correctamente, dejándolos ser.

Pero, ¡oh desgracia que a todo lo bueno llega!,
ha tenido que existir el contaminado sistema y dañar el camino de los pequeños.
¿Qué costaba dejar el rencor y la ambición a un lado y comprender que todos van a perecer?
¿Qué costaba dejar el egoísmo en la puta mierda y ser generoso?
¿Que costaba?
Muy poco, casi nada, sin embargo, el orgullo y el egocentrismo del imbécil adulto echa a perder cada vez más el futuro de la generación que viene detrás.

No obstante, aún hay esperanza;
hoy una niña vino con cara de alegría, la normal de cada día,
compró algunos dulces, y una galleta;
salió y no en dirección a su casa sino al opuesto,
allí donde se encontraba un anciano viendo la vida pasar con sus últimos días;
se le acerca muy amable,
le sonríe y le brinda la galleta sin más,
el viejo queda contento, intercambian palabras, 

y la niña se va corriendo a su casa con una sonrisa en la cara.
A sus siete años ya ha comprendido que dar lo que se tiene al prójimo que lo necesita, es la clave para un mundo mejor.
Y yo, yo me quedo reflexionando y con la sorpresa que esta tarde una infante me brindó.

Aún existe un atisbo de cambio real,
y si, tal vez sea cierto;
la esperanza es lo último que se pierde.

Malaya