domingo, 6 de febrero de 2022

DE LAS CROCS

17% de carga en el móvil es más que suficiente para referirle, amigo lector, este pequeño hecho, un tanto insólito, curioso, divertido y hasta peligroso, si lo vemos con los ojos de quien fuese su intérprete.

Fíjese usted, amigo mío, cómo ha ocurrido el acontecimiento.
Bajaba yo por esa bajada (obvio, no se puede bajar pa arriba), con más de cien metros de longitud, y llegando ya a los últimos metros antes de coger las curvas (que en este caso, subían), una familia de tres que iba caminando por el lado derecho, y yo por el izquierdo, hemos sido testigos de un chirrido que atrajo nuestra atención, he girado mi cabeza y, ah caray; una chica con una bebé en su cargadera hacia el frente iba bajando en una ochenta (de esas motos de antaño), pero he aquí lo curioso, ¡iba arrastrando los pies!, pero no con botas especiales, no, ¡con unas crocs!, ¡unas jodas crocs, y gastadas las hptas!, ja, ja, ja. Qué risa, parce.

El buen lector habrá intuido al igual que yo, que la chica andaba frenando el vehículo, ¿pero frenando y acelerando a la vez? Hummm, no sé, me ha causado gracia, y los tres que iban al otro lado, igual. Quedaron extrañados mientras sonreían, y extrañado yo también, me he visto con la necesidad de compartiros esta brevísima anécdota, curiosa claro, puesto que jamás había visto tal cosa.

En fin, he seguido caminando a ver si algo más extraño ocurriese, y en efecto, lo hubo, pese que había perdido la esperanza. Anocheciendo me he sentado en un banquillo de concreto, y el sol en conjunto con las nubes dibujaban una silueta. Una forma que no podría pasar desapercibida.
Su rostro, el rostro de mi amada Cielo desde el cielo mismo hacia su aparición. 
Una señal, la que buscaba, la que necesitaba.
Ahí estaba.
Y mi corazón no pudo ponerse más contento por tal evento.
En mi fuero interior hay una voz que me dice que no todo está perdido... que todavía hay una tenue luz en medio de tanta oscuridad, pero me exige que debo poner de parte, a ver si la hacemos alumbrar de verdad.


Malayerba


No hay comentarios:

Publicar un comentario