Grises pensamientos cruzan por el océano de mi mente y oscurecen la navegación de la balsa.
Quiero gritar, pero solo acabaría con las pocas fuerzas que me quedan. Es bien sabido que respuesta no hallaré.
A veces, luego de ver las cosas tan absurdas en el mundo me dan ganas de pasarme un desfribilador por la cabeza y convertirme en otro zombie de Palanihuk. Olvidarme del mundo y de su magia, volverme un retraído que babea y se caga por doquier, jajajaja, puto cuento es la mierda, maldito Chuck, es un hijo de perra, jajjaa.
Las estrellas me han ocultado sus mensajes, y me entristece saber que su conocimiento me es negado. El demonio de la risa que es más aterrador de lo que suena, me llama alegremente desde la penumbra. Quiere que lo deje salir, dice que nada hay que perder, pero es un desgraciado, sabe que mucho daño causará... No puedo ser tan irresponsable.
En días como hoy hay un sentimiento moribundo que se adueña de mi persona y la sonrisa se borra de mi rostro, queda un semblante melancólico dibujado en mi rostro...he tenido los ojos abiertos mucho tiempo, ya es hora de cerrarlos.
Yerbita
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