miércoles, 25 de octubre de 2023

Red power

Pues no recuerdo mucho lo que implica la palabra «antes», pero un día fui testigo la magia: había una chica que sobrepasaba lo maravilloso. Iba, de alguna manera, más allá de lo perfecto. Era hermosa en cuerpo y alma, y quizá más en el cuerpo que en el alma o quién sabe, nunca la conocí como debía. Pero tenía una particularidad; era roja, roja como el sol de poniente. Era bella, bella como los oasis del oriente. Era divina y sentaba tan bien al espíritu como un café y dos mil de pan al iniciar el día.

Era una especia de fiera, una salvaje, una diabla, el demonio en carne viva, todo en ella era imponente con su cabellera colorada bailando al ritmo del viento, era simplemente: perfecta.

Si algún día la ves, dile que el jueves de la semana pasada se me fue el día recordándola de la nada...


Yerba

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