martes, 12 de enero de 2021

POETA DEL CHIQUERO cap XII: Vaya dato perturbador III

El ruso terminó con heridas tan profundas que necesitaría un par de décadas en el otro mundo para que terminen de cerrar, el cuerpo del gigante lo aplastó y sintió como era asfixiado, alcanzó a oír que se acercaba algo, y antes de perder la consciencia sintió que lo liberaban de su peso y flotaba suavemente.


Cuando volvió en sí, se encontró dentro de lo que parecía una bañera de diamante, una capsula, una tina de algún puto millonario, pero no era así, esta emanaba una luz amarillenta y Miguel aún no se había dado cuenta de que estaba inmerso en este líquido, pues respiraba tranquilamente y sentía un bienestar infinito, cerró los ojos para disfrutar mejor; alcanzó a sonreír poco más de diez segundos, cuando el agua fue vaciada y el quedó desnudo temblando de un frío abrumador. Seguido fue rociado con una especie de polvo rosa que lo cubrió por completo, y al instante una especie de colores verdes oliváceos fueron tornándose a lo largo de su cuerpo formando una especie de ropa. 
Aunque pareciera que solo era una licra pegada al cuerpo, sentía el mismo bienestar del acuoso líquido.

Se levantó observando que era el primero de una fila interminable que se extendía hacía un lado y hacia arriba, una de muchas filas. Habían otros en cápsulas y reconoció al ruso ahí a lado de la suya y sintió miedo, de pronto recordó su pelea y como este le había quebrado las piernas, pero ¡oh sorpresa!, las piernas estabas intactas —JA, JA, JA ¡¿qué verga?! —exclamó, y para salir de su asombro dio un salto, y el salto lo elevó por más de cinco metros—, wow wow woooow, ¡¡¡jueputaa!!! —gritó y cayó de jeta en el suelo—. 
¿What the fuck? —prorrumpió asombrado.
Entonces entraron dos aliens unos seis metros y el otro todavía más grande y de color violáceo pálido, el verdoso extendió lo que parecía un brazo y antes de atrapar a Miguel su extraña mano se abrió como si fuese una cortina, una manta, una red; se abrió como si fuese una puta bolsa y atrapó a Miguel en un parpadeo.

Fue depositado en una sala igual a donde estaba junto con los otros matones, y en seguida en las demás celdillas fueron colocados otros hombres.
Como en el primer acto, salieron a matarse, pero esta vez Miguel fue el tercero, los dos primeros eran un negro alto y fornido y un mexicano que grito: ¡¡¡CHINGUEN A SU MADRE CABROOOOOONEEESSS!!!, mientras con una pala atacaba al negro, y el negro en un idioma inentendible gritó algo, le quitó la pala y le abrió la barriga al pobre mexicano de metro sesenta, y sus intestinos quedaron esparcidos por el suelo.

En seguida se fue contra Miguel que ya había sido liberado, pero este de un salto se posó en el otro extremo del salón,
el negro lo siguió, pero Miguel corrió, y su velocidad fue increíble, en carrera se acercó al negro por un costado y le arreó una patada, el pobre nigeriano voló hasta el otro lado, su cabeza golpeó de lleno la pared, se oyó un estridente crujido de huesos. —¡Me cago en la puta, joder!, ¡qué go-no-rre-aaaaa ja, ja, ja, ja!
De pronto apareció un irlandés con un gran maso y Miguel Angel de la Ascensión se fue en galope a su encuentro, le arrojó varias patadas que el tipo no supo detener, y Miguel le destrozó la cabeza en dos pisadas, se emocionó el hijoputa y ya no esperó a que liberaran a otro, sino que se fue como tren descarriado destrozando las celdas y machacando cabezas sin piedad.
—¡¡¡JUEPUTAAAAAA!!! ¡QUÉ BUENO ES VIVIR! —Gritó emocionado.

Entró un alienígena violáceo y Miguel de un salto se dirigió a su cabeza, pero quedó flotando a pocos centímetros de sus ojos; este alíen lo observó escrutadoramente, Miguel se enderezó en el aire, sintió que algo tocaba su cabeza, y de pronto un millar de imágenes le atravesaron la mente y quedó con los ojos en blanco.

Al despertarse, se vio de nuevo en una celdilla, rodeado de varios otros, pero esta vez eran distintos, eran humanos, pero tenían algo diferente, a lo mejor como él pensó.
Esta vez la batalla fue distinta y Miguel que entró de séptimo, fue mutilado de un brazo y una oreja. 
Al despertar en la tina, estaba completo, pero una fuerza asombrosa generaba su brazo izquierdo que lo sentía más pesado; supo de la fuerza cuando al despertar, se agitó de pronto y con el brazo rompió la tina e hizo una mella en el suelo.

Fue puesto de nuevo en una sala, y de vuelta a lo mismo. Pasó así más de diez veces, más de cincuenta, más de cien, perdió la cuenta cuando pasó de doscientas treinta. A veces perdía un dedo, otras veces los dos brazos, un día le dieron un hachazo en la verga, una vez le atravesaron una lanza en el ojo izquierdo. Y cada vez despertaba en esa tina y de ahí al combate.
No supo cuanto tiempo pasó, no entendía qué ocurría, y lo que en un principio fue emocionante, se convirtió en una exhaustiva monotonía.

Un día se puso de acuerdo con un hondureño con el que había luchado varias veces, en tratar de huir cuando en la sala ingresara el alíen por el último sobreviviente. 
Se hizo el muerto Miguel y cuando el alien entró por el hondureño, los dos de un salto apuntaron a la puerta, pero fueron detenidos varios metros antes de acercarse. 
Perdieron la consciencia en un chasquido donde sentía una descarga y al despertar, Miguel se vio tirado en un río, el hondureño sabría Dios dónde. 

Miguel se vio entero, pero al saltar no saltó más de veinte centímetros, y al golpear se fracturó la muñeca.
Era un humano normal de nuevo, pero no entendió que pasó. si todo era un simple sueño, o si todo fue rea... ¡suánfonsoooonn!, pasó una nave por encima del río, y atrás unos aviones de guerra que varios metros más allá lo derribaron, la explosión llegó hasta Miguel que lo mandó a volar y cayó en un auto que se hallaba volcado. Al reincorporarse miró una ciudadela extraña lo lejos, habían muchos domos, y de pronto miró un papel, el encabezado de alguna especie de carta, folleto, papel informativo y leyó: año 2305. Para toda la población superviviente, la raza Xarbaris ha sido casi aniquilada por una se...y se acababa la nota. 

Miguel quedó frío, su mundo ya no era su mundo, y él, pasó más de tres siglos en aquella nave, en aquellos combates, de pronto, asustado, corrió al río, y al ver su reflejo...


—¡¡¡HIJUEPUUUUUUTAAAAA!!!, ¡nos encontraron estas gonorreas! ¡¡¡AL SUELO!!! 
Y un montón de balas perforaron la pared de la casa.

Con Gervacio y Nataniel, escapamos de milagro por una pequeña puerta que no había sido remodelada en aquella casa y daba a los patios. De ahí huimos a pie con el corazón en la mano hasta que no pudimos correr más.
Dejé mi celular ahí, tratamos de pensar qué hacer, la gente de los Martinez no van a parar y yo...
—Oe, Chique.
—¿Qué?
—Busquemos al Potro, te debe un favor, ¿no?
—No está aquí y si está, tal vez me mate a punta de golpes mientras me cuelga de los huevos.
—¿Por qué?
—Me cogí a su hija dos días antes de sus quince, je, je.
—¿A Fernanda?
—No, a Maritza.
—¡NO SEA HIJUEPUTA, HERMANO!, ¡QUÉ CA-GA-DA!
—Pues, no sabía que era hija.
—¿No sabías que era la consentida, la preferida, la vida de ese malparido? TODO EL MUNDO LO SABÍA, ¡POR ESO NADIE LA TOCABA!
—Ah, pero es que...estaba buena la tonta, je, je.

—Eh chicos, tengo algo, Samantha, la dueña del tango, su oferta aún sigue en pie.
—Es verdad, vamos con ella —Dijo Gervacio—, Nataniel, ¿sabes si tiene a Rodrigo con ella? —añadió.
—Sí, él fue quien me informó, me lo encontré en el centro—respondió Nataniel.
—¿Qué, Chique?, no hay de otra.
—Pos ya qué, tocará.


Continuará...

Malayerba

2 comentarios:

  1. Hace un año, llegué a este blog por medio de un grupo de WhatsApp en dónde posteabas las publicaciones que escribías. En ese entonces expresé que estos escritos me habían salvado, dado el difícil momento que atravesaba. No pude menos que agradecerte por cada cosa que escribías y ponías al alcance de lectores como Yo. Por distintos motivos, perdí el acceso. En estos días, en un despliegue de lucidez, mi memoria recordó el nombre del Blog. Y, me fue posible regresar. Nuevamente te agradezco por conceder a lectores como Yo, acceso a tus letras. Por favor, sigue colmando de inspiración al mundo. No te detengas.

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    1. Aprecio enormemente tus palabras. Lamento mi ausencia, pero he debido encargarme de otras ocupaciones, por lo que no he tenido tiempo de publicar algo nuevo. Pero ya continuaré. Muchas gracias por tu apoyo.

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